TIMOS Yliras - DSpace CEU

Afío 1840. 201
nuevo. Barcena y el dicho Porlier le hicieron retirarse en desorden
hasta Cangas de Onís, á la parle oriental del Principado.
Galicia seguia libre, aunque mas descuidada de lo justo. Su ejér­
cito al mando de Mahy manteníase parte en Lugo, y parte en Villa-
franca del Vierzo, que es ya de la provincia de León. Astorga en
esta misma provincia, seguia resistiendo heroicamente, cubriéndo­
se de gloria al frente de sus habitantes y guarnición, gente nueva
en su mayor parte, el general Santocildes. Vanamente Loison quiso
rendir aquella población decidida el 16 de febrero: su propuesta
fue despreciada, y el general francés se retiró. Junot se encargó
de vengar los repetidos desaires que las armas francesas habian
sufrido delante de aquella ciudad , y cercándola á fines de marzo,
obligóla á capitular tras un mes de obstinada resistencia.
Mina el joven seguia en Navarra apurando al francés en tales
términos, que sus asombradas falanges se vieron precisadas á huir,
y á encerrarse en los muros de Pamplona. Avergonzado allí el ene­
migo del indecoroso papel que se le hacia representar, determinó
acabar con aquel hombre, y Mina mereció el alto honor de quo
todo un Suchet se encargase de perseguir en todas direcciones
su humilde y pichella partida. En efecto, Suchet lo hizo así,
y el que tanto se habia distinguido en Rívoli , Castiglione y
Marengo, tuvo en nuestra Navarra la gloria de obligar á Mina á
esconderse, y aun á disolver su partida, compuesta de un puñado
de hombres, hasta mas propicia ocasión.
El Duque de la Albufera in fieri dirijióse tras esto á Valencia
al frente de 14,000 hombres, ocupando de paso á Morella, Se-
gorve y Murviedro, puntos defendibles los tres, sobre todo el prime­
ro y el último, pero tan descuidados todos ellos, como puede el
lector inferir de nuestra habitual dejadez en las cosas mas impor­
tantes. En la capital cdelana exislia el mismo abandono, gracias