TIMOS Yliras - DSpace CEU

ASO 1812. 507
del francés, que no ya subalternas poblaciones como la ciudad
de Daroca le eran poco seguro refugio, sino aun las mas gra­
nadas y mejores, tales como la misma Zaragoza, capital que
mas de una vez estuvo á pique de caer en manos de aquellos
incansables guerrilleros. Por lo que respeta á Navarra, ocurría
en sus breñas un fenómeno parecido al que la mitología refie­
re de Castor y Polux, los cuales alternaban entre sí respecto á
la inmortalidad, viviendo el uno mientras moría el otro. Así, el
francés tan malamente enfermo antes del percance de Mina, pú­
sose de repente gordo y bueno cuando el partidario fué herido;
mas no bien dejó este la cama, hete á aquel postrado de nuevo
y enflaqueciendo en carnes y en valor. ¡Dios te proteja, pues,
¡oh guerrillero!, ya que es tu salud siempre á espensas de la
salud de tus enemigos ! ¡Dios te proteja á tí también, Porlier;
á tí, infatigable en Cantabria; á tí, proclamador puro y leal del
Código de nuestros derechos en la reconquistada Santander!
Mas no es esta ciudad solamente la que en las provincias del
norte sacude el yugo de los imperiales, que ahí está Bilbao li­
bertada por el mismo Porlier y Mendizabal, y por el valeroso
Renovales, bien que para ser nuevamente ocupada por los ene­
migos, aunque para dejarla otra vez, y luego volver á ocupar­
la el último dia del año, prueba de lo inestable y efímero de la
dominación del estrangero en tierra que con tanta frecuencia
se vé desalojada por él. ¿Y cómo suceder otra cosa donde á
mas de dichos caudillos está Longa recorriendo el país, Longa
vencedor del francés no ya solo en el valle de Sedaño, sino en
las salinas de Anana y en los fuertes de Armiñon y Nanclares?
Pronto, oh valerosa Vizcaya, pronto descenderá la libertad á
visitarte definilivamete. ¿Por qué no he de ser buen profeta
cuando Asturias está libre ya, Asturias ocupada dos veces en