TIMOS Yliras - DSpace CEU

*)8 TIRIOS Y TRÓVANOS.
tirón de los que entran poquitos.en lilca; y hacer ella en su nom­
ine v en el del rey, y en él dfcl valido ante lodo, alarde de ser los
primevos entre los esclavos de Francia, y todo por salvar á su Ma­
nuel de la suerte fatal que le amenaza. ¿Qué tal, repilo, con la (al
Señora ? Id y decid que no lenia honra la que así la arrojaba á
manos llenas desde la ventana á la calle.
Murat se hizo el tonto unos dias para dar mas valor al benefi­
cio; pero ella rogó tanto y lloró tanto, que el hombre por fin acce­
dió, y exijió de la junta de Madrid abriese en el momento la
jaula, y dejase volar al pajarraco.
Esta ¡unta nombrada por Fernando para dirijir los negocios du­
rante su ausencia , componíanla sus ministros, los cuales se habían
quedado en Madrid con la sola escepcion de Ceballos, que andaba
con el rey de ceca en meca. Gente toda de aquello que no hay, y
lan dispuesta á salvar la patria en caso de peligro ó apuro, como
llena de miedo para hacerlo, si el aprieto era así, medianillo. En
cuanto al presidente, nada digo; pero con perdón del lector, era el
Señor Infante Don Antonio , hombre de tomo y lomo como el pri­
mero, y que para ser elefante, solo le faltaba la trompa. Con lan
linda cabeza y tales pies, figuraos cual marchada aquel cuerpo que
otros llaman corporación, y que yo llamaré como quieran, con
tal que sea cosa corporal, sin maldita la pizca de espíritu, ó de
alusión ninguna á lo 'que es alma. Gil y Lemus que entre lodos
sus individuos era el único que parecía tenerla, no bastaba sin
embargo á inspirarla á los que no la querían tener, y él fué el
solo que se sintió con ánimo para denegar á Murat la entrega que
á la junta exijia. Este entonces la echó de soldado, y se ember­
rinchó hasta no mas. ¿Qué hacer en tal apuro el cuerpo aquel? Lo
que baria cualquier otro cuerpo : soltar el preso y apestar la
gente, como en efecto la apestó la jimia, ó miente el fruncimiento