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262 TIRIOS Y TRÓVANOS.
quedóla victoria indecisa, y aunque nadie ganó ni perdió, consi­
guióse al fin una cosa, y fue que los franceses no pudieron socor­
rer la plaza de Almeida sitiada por los ingleses, y con esto queda­
ron los ingleses dueños de la plaza de Almeida.
Y Massena á los pocos dias dejó el mando del ejército francés,
y sucedióle el mariscal Marmont, y él tomó la via de Francia, y
llevó consigo un convoy de 150 coches y carros, y escoltaba al
convoy una columna de 1200 hombres de infantería y caballería,
y acechábalo Mina el tio apostado en el puerto de Arlaban , y des­
pués de nueve horas de combate, apoderóse el bravo guerrillero de
lodo aquel inmenso bagaje, y aprisionó peones y ginetes, y no
echó los cinco á Massena porque este en aquella ocasión se habia
detenido en Vitoria, y fue su salvación detenerse, que si no, á
Dios laureles de Saorgio, Loano, Montenote, Millésimo, etc.
etc. etc. 1
Y volviendo al occidente de España, Wellinglon al tocar
sus fronteras quiso por la centésima vez ver si conseguía calzarse
con el mando de nuestros ejércitos, ó ya que eso no fuese posible,
con el de las provincias españolas fronterizas á Portugal. Y el go­
bierno rehusó concedérselo, y las Cortes hicieron lo propio adhi­
riéndose al voto del gobierno, y fue resolución acertada negarse
cómo se negaron á poner á los pies de un eslrangero el lustre
del nombre español.
Y Welüngton sintió la negativa como la sintió el año 8, V
como la sintió el año 9 , y como la sintió el año 10, y no em­
bargante eso se aguantó, y disimuló cuanto pudo, como disi­
muló el año 10, y como disimuló el año 9, y como disimuló el año
8. Y estábamos á mediados de mayo, y la Estremadura de en­
tonces estaba un poquito mejor que la Estremadura de enero, y b
de febrero y de marzo. Y eso le pareció mal á Soult, y volvió á