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AÑO 1813. 507
engruesamiento del partido contrario á las reformas, aumen­
tándose en la espirante Asamblea los Representantes retrógra­
dos, á medida que libres las provincias del yugo de los inva­
sores, iban enviando á su seno Diputados en propiedad para
reemplazar los suplentes. Una sola medida previsora preva­
leció sobre las demás en aquel estado de cosas, y fué ratifi­
carse el Congreso en no trasladarse á Madrid, cuestión vitalí­
sima entonces, porque la salvación de la Libertad, lo mismo que
la de la Independencia, estaba en el recinto gaditano algo mas
que en el de la corte. Pobre triunfo era, empero, el conseguido
por la Asamblea próxima á cesar, si la que iba á sucederle en
breve pensaba de otra manera, y pobre y pobrísimo fué aun
prescindiendo de esta consideración, puesto que si las Cortes
ordinarias abrieron sus sesiones en Cádiz, no lo alcanzaron
las estraordinarias sino por muy escasa mayoría, por cuatro su­
fragios no mas, y esto después de haber habido empate en la
votación anterior.
Malos eran, pues, los agüeros que acompañaban á la di­
solución; pero como quiera que fuese, no era posible ya retro­
ceder en la resolución adoptada, y así, nombrada el 8 de se­
tiembre la Diputación permanente, que según la Constitución
debia llenar el vacío que mediase de unas Cortes á otras, cele­
bróse seis dias después un Te Deum en la catedral, al cual asis­
tieron en cuerpo todos los individuos del Congreso, dirijiéndose
después al salón en que se celebraban las sesiones. Reunidos
allí los Diputados, abrióse la última de estas leyendo uno de los
Secretarios la siguiente minuta de decreto.
Acercándose el dia en que los diputados de las Cortes ordi­
narias deben reunirse para el examen de sus respectivos poderes,
las Cortes generales y estraordinarias han cerrado sus sesiones