TIMOS Yliras - DSpace CEU

590 TIRIOS Y TROYANOS.
Tarará, tararál—¿Otra trompeta?—Sí, mas no es We­
llington aun: son esos maldecidos partidarios que no saben es­
tarse quietos, y algunas de las tropas españolas que dan prin­
cipio á sus escaramuzas. Es Mina que se engresca con Abbé y
le dá una lección en Mendivil, derrotándolo luego en Tievas,
y rindiendo después á Tafalla, y luciéndose luego en Sos, y á
continuación en Lerin, y tras esto en Mendigorría. Es Leguia
que pone en alarma el castillo de Fuenterrabía, sorprendiéndolo
con solos quince hombres, matando al centinela que le guar­
da, atrahillando á los artilleros, clavando un cañón que halla
al paso, arrojando al mar las municiones que no puede lle­
varse al huir, y diciendo ahur al francés prendiendo fuego al
castillo. Es Longa apoderándose del fuerte que tienen los fran­
ceses en Cubo, y cayendo sobre ellos en Poza, auxiliándole
Mendizabal. Son los bravos batallones vascongados metiéndose
dos veces en Bilbao, y escarmentando á los imperiales en Cebe-
ro, Marquina y Guernica. Es el Empecinado cuya lanza se en­
clava ya en las puertas de Madrid. Es Eróles convirtiendo en
escombros los puntos fortificados que aquellos han sembrado
en Cataluña. Es Rovira metiéndose en Francia y ocupando
á Prats de Molo, y Llauder derrotando á Marechal allá por el
valle de Rivas. Es Copons privando á Malhieu de seis cente­
nares de hombres en su vuelta de la espedicion á Tarragona, y
Coll de Balaguer. Son en fin otros cien y cien valientes em­
peñados en reencuentros parciales aquí, allá y acullá y mas
allá, no mas que por probar al francés que son los mismos dís­
colos de siempre.
Tarará, tararál—¿Y esa otra?—¡Ah! lo que es esa no me
suena bien. Es el francés que toma á Castro-Urdiales, á pesar
de la heroica defensa del gobernador del castillo el valiente