TIMOS Yliras - DSpace CEU

.ÍOU TiniOS Y TRO Y ANOS.
artículo 125. En cuanto á decretarlas, convengo en que lo ha­
gan solo las Corles, pues al cabo es el rey quien las sanciona
y quien las promulga ademas: ¿pero á qué unir con el decretar,
esclusiva atribución del Congreso, la interpretación y deroga­
ción , que exijcn el concurso del monarca, como vosotros mis­
mos confesáis en el artículo 153 hablando de las leyes deroga­
das, aunque nada decís del otro .punto, ó sea de la interpre­
tación? Convenid, Diputados, en que el párrafo está mucho
mejor redactado en la Constitución del 37: « Ademas de la po­
testad legislativa QUE EJERCEN LAS CORTES CON EL REY, les per­
tenecen las, facultades, etc. » Aquí no hay nada ambiguo ni mez­
clado, ni que parezca cosa de acertijo, como en ese párrafo
vuestro. Dejemos empero este punto, y vamos á los que le si­
guen. Las cláusulas 2, 3, i, 5, 6, 7, 8, 10, 12, 13, 15, 16 y
25 (dejando aparte todos los casos y actos de que habla el
párrafo 26), las encuentro muy en su lugar, como que todas
ellas se refieren á atribuciones puramente vuestras; ¿ pero cómo
decir otro tanto de la 9, 11, 14, 17, 18, 19, 20, 21, 22,
y '21! Así debe no obstante inferirse de vuestra manera de
hablar siempre en términos absolutos, y ahora vais á ver como
es yerro, y yerro de larguísima cola, el que en ello habéis co­
metido. ¿Quién podrá disputaros con justicia el derecho pecu­
liar y esclusivo ole recibir el juramento al rey, al principe de
Asturias y á la regencia, el de resolver toda duda relativa á la
sucesión, el de elegir regencia ó regente y marcarles sus atribu­
ciones, el de hacer el reconocimiento del mencionado príncipe de
Asturias, el de nombrar tutor al rey menor cuando la Constitu­
ción lo previene, el de aprobar antes de su ratificación los trata­
dos de alianza ofensiva, los de subsidios y los especiales de co­
mercio, el de conceder ó negar la admisión de tropas estraujeras