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TIMOS Yliras - DSpace CEU

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240 <strong>TIMOS</strong> Y TUOYAMOS.<br />

inmunidad de la Iglesia.* La Asamblea, pues, insistió en que el<br />

muy remolón del Obispo jurase lisa y paladinamente, sin meterse,<br />

como deseaba, en libros de caballerías; pero cometió la flaqueza<br />

(y con esta y con la de la Magestad van ya dos, si no me equivo­<br />

co) de mandarle ¡parece increíble en Corporación como aque­<br />

lla! «que se abstuviese de hablar ó escribir de manera alguna sobre<br />

su modo de pensar en cuanto al reconocimiento que se debia á las<br />

Corles.» Tristes restos, como dije otra vez, de la tiranía pasad i,<br />

teniendo solo asi esplicacion un mandato tan absolutista y tan dia-<br />

metralmente opuesto á lo que el liberalismo reconoce como el mas<br />

indispensable derecho que debe al ciudadano asistir en los gobier­<br />

nos representativos: el que atañe á la libertad de pensar, hablar<br />

y escribir.<br />

Engrescada la cosa en estos términos, y siguiendo tenaz Su<br />

Ilustrísima en que habian de ser tijeretas, acabó la Asamblea por<br />

nombrar una junta, la cual terminase el escándalo, formando pro­<br />

ceso al Obispo. Este entonces empezó á conocer ser aquel negocio<br />

mas serio de lo que él habia creído, y cansado de tanto luchar, y<br />

desalentados con él los que de su partido le instigaban á servir de<br />

instrumento á la discordia , tales como Paquilo Calomarde y el mi­<br />

nistro Sierra y comparsa, prestó el dia 3 de febrero de 1811 el<br />

juramento que se le exigia, sin meterse en mas trapisondas. He­<br />

cho esto, levantóse el proceso que habia comenzado á formárse­<br />

le , y tomando pasaporte en seguida, largóse el Obispo á su dió­<br />

cesi.<br />

Tal fué el término del ruidoso incidente promovido por la<br />

ceguedad del bando anti-reformista, y en el cual, salvo aquello<br />

que dijimos, conservaron las Cortes su puesto, como á su dignidad<br />

correspondía. Los serviles (que tal fué desde entonces el título q» e<br />

se les dio, merced á una maldita ocurrencia del poeta Don Eligen' 0

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