TIMOS Yliras - DSpace CEU

460 TIRIOS T TROYANOS.
pro quo; para el yerro que hubo en adorar un Santo de tan
mala catadura; para el delirio, para la idolatría, para el estasis
con que al rey aclamaba la preocupación popular.
Y no hay que decirme tampoco que esa adición hubiera
sido inútil para evitar la horrible reacción de 1814, porque
aun dado que hubiera sido así, nunca estaba demás en la Carta
idear medios de conciliación por lo que pudiera tronar.
Y por las mismas consideraciones fué grave yerro todo lo
demás en que se desairaba al monarca mas de lo que en buena
política permitían aquellas circunstancias, y de aquí que yo
sienta que las Cortes no capitulasen con estas en lo que arriba
acabo de decir refiriéndome al veto de reforma, y en otra porción
de materias que en los títulos anteriores he tenido ocasión
de notar.
Y es lástima que en ciertos asuntos, debiendo ostentarse
monárquicos, fuesen los Diputados de Cádiz tan ardientemente
demócratas, cuando en otros que era oportuno cierto democrático
ardor, pasaban á veces la raya de su adhesión á la monarquía.
Y con esto anuncio al lector la satisfactoria noticia de hallarse
terminado el examen, autopsia, anatomía, ó lo que sea,
de la Constitución del año 12.
Y ahora vendría bien por conclusión epilogar aquí en cuatro
palabras todo lo que tengo notado sobre sus virtudes y vicios;
pero el lector está cansado ya, y á mí me sucede lo propio,
y así me limito á decir que hago la debida justicia al patriotismo
y á la buena fé de aquellas beneméritas Cortes, y
que á pesar de las observaciones en que creo haber demostrado
que les faltó un poquito de cabeza, me adhiero no obstante á
su obra, ya que no por lo que es en sí misma, al menos com-