29.04.2013 Views

é 3 - citaREA

é 3 - citaREA

é 3 - citaREA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

OST — 130 — OST<br />

tingan tres clases de ostras de la especie co- •<br />

miín, á saber: 1. a<br />

, las ostras de draga, así<br />

llamadas por el instrumento con que son arrancadas;<br />

2. a<br />

, las ostras comunes, que resisten con<br />

facilidad el transporte, porque se recogen en<br />

sitios de que desaparece el agua del mar durante<br />

el reflujo, y tienen el hábito de retener<br />

el agua dentro de la concha; y 3. a<br />

, las ostras<br />

estancadas ú ostras verdes, así llamadas por el<br />

color que adquieren mediante especiales procedimientos<br />

de cría, empleados especialmente<br />

en Marennes, villa francesa del departamento<br />

del Charenta inferior, en Etr<strong>é</strong>tat, en la isla<br />

de Oleron y en otros puntos.<br />

La ostra se pesca por el primer procedimiento<br />

ú otro análogo en las costas de Andalucía,<br />

de Portugal, de Galicia, de Inglaterra,<br />

y en todas las bahías de la costa occidental de<br />

Francia. Pero en ningún punto de esa costa<br />

abunda tanto como en las cercanías de Cancale,<br />

el monte Saint Michel, Granville, Saint<br />

Servan, Beauvoir y Noirmoutiers. A esas localidades<br />

acuden á hacer su provisión los<br />

pescadores de la Mancha y de la Vend<strong>é</strong>e, ex-<br />

cepto durante los meses de Mayo, Junio, Julio<br />

y Agosto, <strong>é</strong>poca en que freza la ostra y<br />

la pesca está severamente prohibida. La operación<br />

de pescar el molusco es verdaderamente<br />

sencilla, y se ejecuta con la draga, instrumento<br />

de hierro que mide 2 metros de longitud<br />

y poco más de medio de ancho; tiene la<br />

forma de una pala encorvada, y arrastra una<br />

red, ordinariamente de correas, y dispuesta á<br />

la manera de una bolsa. Un barco, impelido<br />

por el viento, arrastra la draga. Esta, al pasar<br />

sobre los objetos del fondo de las aguas, arranca<br />

y recoge las ostras de los bancos en que<br />

descansan, considerándose como buenos los<br />

golpes de draga que sacan de 800 á 1.000<br />

ostras. La explotación de los bancos, lejos de<br />

perjudicar, favorece el desarrollo de los moluscos,<br />

según se advirtió ya en el siglo pasado,<br />

cuando los ingleses recogían ostras en las costas<br />

de Francia para sembrarlas en las suyas.<br />

Ese hecho se ha observado en otras localidades,<br />

de manera que hoy no se juzga destrozado<br />

un banco de ostras en tanto que queden<br />

en <strong>é</strong>l algunas para repoblarle. Los barcos<br />

empleados en las costas para la pesca carecen<br />

de puente, y son de 10 á 20 toneladas; en alta<br />

Figura 64.—Bancos de ostras<br />

mar son de 40 toneladas, y cada uno de ellos<br />

puede recoger 300.000 moluscos por t<strong>é</strong>rmino<br />

medio. Eu las costas españolas se pescan buceando,<br />

es decir, que despu<strong>é</strong>s de arrancar las<br />

conchas de los bancos y depositarlas en una<br />

canasta, las sube el mismo pescador á la superficie.<br />

Generalmente la ostra recogida en fondos<br />

cenagosos es poco agradable; pierde su acritud,<br />

y llega á ser exquisita despu<strong>é</strong>s de permanecer<br />

durante más ó menos tiempo en los<br />

estanques llamados parques, ó en ciertos lagos<br />

y lagunas; de ahí precisamente la industria<br />

de la ostricultura. Esta no es una invención<br />

moderna, según queda apuntado; se debe acaso<br />

á Sergius Orata, aquel romano rico, elegante<br />

y de afable trato que organizó parques<br />

de ostras y creó las prácticas, base de la<br />

industria que nos ocupa. «En el fondo del golfo<br />

de Bahía, entre el río y las ruinas de la<br />

ciudad de Cumas, dice un escritor, se ven<br />

todavía en el interior de las tierras los restos<br />

de dos antiguos lagos, el Lucrino y el Averno,<br />

al primero de los cuales tenían acceso las<br />

olas del mar, á trav<strong>é</strong>s de un dique, por el<br />

cual pasaba la vía Herculánea, hondonadas<br />

tranquilas que un levantamiento de aquel suelo<br />

volcánico ha colmado casi por completo, y<br />

donde el mar parecía ir á descansar, como<br />

dicen los poetas.» Una corona de colinas, erizada<br />

de bosques silvestres, proyectaba sus<br />

sombras sobre las aguas, y las había convertido<br />

en un retiro inaccesible que la superstición<br />

consagró á los dioses de los infiernos, y donde<br />

Virgilio supuso haber estado Eneas. Posteriormente,<br />

cuando Agripa fu<strong>é</strong> dueño de aquella<br />

gigantesca vegetación y descuajó los bosques<br />

, abriendo la vía subterránea que conducía<br />

desde el Averno á la ciudad de Cumas, se<br />

desvaneció el mito ante los trabajos de la civilización,<br />

y las quintas levantadas en aquellos<br />

sitios fueron los puntos de cita para las<br />

gentes ricas y elegantes de Boma. La afición<br />

de <strong>é</strong>stas á las ostras fomentó la cría del molusco,<br />

y llegó á ser considerado como artículo<br />

indispensable para toda mesa la ostra de<br />

Brindis criada en el Lucrino. Todos los contornos<br />

del lago fueron cubiertos de construcciones<br />

destinadas á la explotación de esa industria,<br />

y el público llegó á afirmar que si el

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!