29.04.2013 Views

é 3 - citaREA

é 3 - citaREA

é 3 - citaREA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

RAB — 549 — RAB<br />

nea está seca y empañada, un moco purulento<br />

se observa entre los párpados, la piel de la<br />

frente presenta muchos pliegues longitudinales,<br />

hay estrabismo, y todo revela el momento<br />

cercano de la muerte.<br />

A la parálisis de los miembros posteriores<br />

acompaña tambi<strong>é</strong>n la de la mandíbula inferior;<br />

accidente que da al animal un aspecto<br />

insólito; la lengua está lívida y seca, pende<br />

fuera de la boca, en la que se ven placas negras<br />

diseminadas; si el animal aulla todavía,<br />

su ladrido es d<strong>é</strong>bil y ronco; pero en el mayor<br />

número de casos permanece en completo silencio;<br />

sin embargo, no pierde el instinto de<br />

morder.<br />

Existe una variedad que se conoce con el<br />

nombre de rabia muda ó de rabia tranquila,<br />

afección que se supone distinta de la rabia ordinaria,<br />

si bien en su esencia no difiere, puesto<br />

que es inoculable como la furiosa; su inoculación<br />

puede dar lugar á fenómenos id<strong>é</strong>nticos<br />

á los de la forma ordinaria, y recíprocamente,<br />

la rabia furiosa puede originar manifestaciones<br />

de la muda; y tanto es así, que en<br />

el último período de la furiosa aparecen los<br />

que corresponden ala muda; es muy frecuente<br />

observar en este mismo período la parálisis<br />

de la mandíbula inferior, y dar á los animales<br />

el aspecto general que tienen cuando se<br />

hallan acometidos de la rabia muda.<br />

No obstaute, existen diferencias notables,<br />

pues el animal no puede morder, aunque tampoco<br />

lo intenta, mientras que en la rabia furiosa<br />

esta acción es completamente libre.<br />

Los síntomas del período inicial en la rabia<br />

muda son los mismos, aunque con algunas<br />

variantes en su intensidad; antes de sobrevenir<br />

la parálisis de la mandíbula, el animal<br />

está inquieto, cambia con frecuencia de lugar<br />

y de posición, permaneciendo otras en una<br />

inmovilidad perfecta y sin preocuparse de los<br />

objetos exteriores.<br />

Cuando la evolución de la rabia es completa,<br />

aparece la parálisis graduada y progresivamente.<br />

Rabia del caballo.—Los primeros signos de<br />

la enfermedad se revelau en estos animales<br />

por un cambio de carácter, acompañado de<br />

abatimiento, tristeza <strong>é</strong> inquietud; la agitación<br />

es tal que de continuo escarban la tierra, esparcen<br />

la paja de la cama, se revuelcan como<br />

si padecieseu de cólicos, ponen rígidas las orejas<br />

<strong>é</strong> inclinadas hacia adelante, y como si<br />

oyesen sonidos extraños; algunas veces fijan<br />

la vista como si tuviesen delante algún objeto<br />

imaginario, relinchan, sacuden la cabeza y<br />

levantan el labio superior, del mismo modo<br />

que lo ejecuta el caballo padre cuando percibe<br />

el olor de una yegua; se encabritau y padecen<br />

temblores; es tal su impresionabilidad, que la<br />

luz y el más pequeño ruido les molesta, por<br />

lo cual procuran buscar la obscuridad; en este<br />

primer período no aparecen agresivos contra<br />

el hombre en general, ni contra los encargados<br />

de cuidarlos, demostrando obediencia á la<br />

voz y dejándose enjaezar y tocar sin la menor<br />

resistencia; tan sólo la presencia de un perro<br />

los irrita, al cual persiguen para morderle, así<br />

como tambi<strong>é</strong>n á otros animales y á los de su<br />

misma raza, antes de hacerlo contra el hombre.<br />

Los síntomas de la constricción faríngea<br />

sobrevienen despu<strong>é</strong>s, pero pasan muchas veces<br />

inadvertidos por la analogía que tienen<br />

con los de la angina; en efecto, la dificultad<br />

para la deglución es tal, que los alimentos y<br />

bebidas son expulsados por las fosas nasales;<br />

á la compresión de las fauces manifiestan gran<br />

dolor, y por último, la boca está llena de una<br />

baba espumosa, moviendo la lengua y los labios<br />

continuamente.<br />

Disminuido el apetito, no sólo por la dificultad<br />

de deglutir, sino por la perversión del<br />

órgano del gusto, no se observa lo mismo con<br />

la presencia del agua, que se complace en<br />

agitar con los labios, y en ningún período de<br />

la enfermedad puede justificarse el nombre<br />

de hidrofobia, supuesto que el animal bebe el<br />

agua sin repugnancia. Poco puede decirse<br />

respecto á la alteración del tono del relincho<br />

del caballo rabioso, si bien los destinados á la<br />

monta parece que lo tienen más ronco. Las<br />

frecuentes erecciones del miembro demuestran<br />

existir una excitación ven<strong>é</strong>rea que no se<br />

puede considerar como fisiológica. A este primer<br />

período sigue un estado de inquietud y<br />

de irascibilidad, caracterizado por el extraordinario<br />

brillo de los ojos y por una expresión<br />

fiera muy particular; las pupilas, sumamente<br />

dilatadas, y un movimiento convulsivo y rotatorio<br />

del globo del ojo, son tambi<strong>é</strong>n síntomas<br />

de la enfermedad. La baba espumosa que<br />

sale de la boca, es algunas veces sanguinolenta;<br />

los labios contraídos dejan ver los dientes<br />

incisivos, oy<strong>é</strong>ndose rechinar en consecuencia<br />

del estado espasmódico de los músculos<br />

que mueven las mandíbulas, hasta el extremo<br />

de que muchas veces se rompen. El relincho<br />

se modifica hasta el punto de haberlo<br />

comparado con el que deja el caballo cuando<br />

muere á consecuencia de un aneurisma, cuyo<br />

timbre ronco y angustioso es indefinible. El<br />

caballo rabioso muerde cuantos cuerpos halla<br />

á su alcance, como el pesebre, las vallas y las<br />

cadenas que le sujetan; en su afán de morder,<br />

lo hace, no sólo á los animales que tiene á su<br />

alcance, sino <strong>é</strong>l mismo se destroza con los<br />

dieutes la piel y los músculos de la espalda,<br />

pecho y miembros, apareciendo como insensible<br />

á las heridas. Se citan casos de haberse<br />

mordido caballos enteros los testículos, hasta<br />

el punto de producirse la castración; pero su<br />

inteligencia conserva cierta integridad, supuesto<br />

que en sus accesos de furor ataca con<br />

preferencia á las personas extrañas, sin hacer<br />

daño á los que le cuidan y á su amo.<br />

La energía y fuerza del caballo acometido<br />

de la rabia decaen en poco tiempo, pues aunque<br />

su excitación es pasajera, al cabo de algunas<br />

horas sobreviene una debilidad que les<br />

obliga á echarse en tierra, doblándoseles los<br />

corvejones y las rodillas, como síntomas precursores<br />

de la parálisis.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!