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OCT — 75 — OFT
recolectado los forrajes precisos para nutrir
el ganado durante la estación invernal, es
preciso optar entre el recurso de deshacerse
de algunas reses y el de comprar forrajes, ya
que en todos conceptos es preferible alimentar
bien á los animales, para obtener en abundancia
leche, lana, carne y abonos, á correr el
riesgo de que enfermen ó perezcan por la deficiencia
del pienso. Sin embargo, también
esa regla tiene sus excepciones, y hay comarcas
en que es ventajoso limitarse á proporcionar
á los ganados el pienso indispensable para
que no se mueran de hambre, porque el valor
de los productos obtenidos no compensa los
gastos que una buena nutrición reclama.
No deberá pasarse tampoco bruscamente
del régimen de verano al de invierno; se comenzará
por mezclar los piensos secos con los
verdes, picándolos juntos, si ser puede, y se
aumentará la cantidad de los primeros progresivamente.
Los piensos de invierno, compuestos
de gran variedad de substancias, donde
los ganados son alimentados en la forma
que la ciencia y la práctica aconsejan, exigen
mayor cuidado y discreción que los de estío.
Para sacar de ellos todo el partido posible,
aconseja un agrónomo que se observen las
siguientes reglas: 1. a
Suministrar á cada especie
de reses las substancias alimenticias más
apropiadas á la naturaleza del animal y á los
fines á que se destina.—2." Guardar la debida
proporción entre el volumen y el poder nutritivo
de los alimentos; aquellos que, como
los granos, las tortas, en pequeño volumen
contienen gran cantidad de elementos nutritivos,
ó los que, como la paja, encierran sólo
una reducida proporción en grandes masas,
no se deberán administrar solos. ;
—3. a
Es preciso
guardar la debida relación entre la substancia
seca y el agua que los piensos contienen.—4.
a
Siempre que sea factible, se aumentará
el valor nutritivo y el buen efecto de los
alimentos, preparándolos y mezclándolos en
forma conveniente, y cuidando de que sean
variados.—5. a
ODONTALGIA (Patología veterinaria).
Dolor más ó menos agudo de los nervios dentario.
Generalmente la afección es sintomática
de la caries, producida por la acción del
aire, que al penetrar hasta la raíz, irrita la
pulpa y produce dolor. Cuando padecen la
odontalgia los animales, se manifiestan intranquilos
, manotean, no pueden comer y extienden
la cabeza. Examinando la cavidad bucal,
se observará la caries de algún diente, y en
ocasiones alguna tumefacción de los tejidos
de la encía. Para combatir ese desarreglo,
puede emplearse la medicación narcótica local,
y mejor la cauterización enérgica de los
puntos atacados por la caires.
ODONTITIS (Patología veterinaria).—
Inflamación de la pulpa dentaria. Entre las
numerosas causas que pueden producirla,
figura como principal la caries del diente, y
aun la propagación de otra flegmasía en regiones
próximas, ya provenga de contusiones
, ya de abscesos, etc., etc. Los síntomas de
la odontitis son iguales á los de la odontalgia,
pero más acentuados. Para combatirla, en el
caso de ser sintomática, se cuidará ante todo
de que desaparezca la enfermedad principal,
y si fuere primitiva, se aplicarán los medicamentos
antiflogísticos locales y los narcóticos.
ODRE.—Cuero de cabra ó de otro animal
que, cosido por todas partes y dejándole arriba
una boca, sirve para echar en él vino,
aceite y otros licores.
OFTALMÍA (Patología veterinaria).—
Nombre genérico con que se designan todas
las enfermedades inflamatorias de los ojos de
los animales. Generalmente se dividen en oftalmía
externa ó conjuntivitis (véase esta palabra),
y oftalmía interna, subdividida á su vez
en continua ó intermitente, esta última llamada
también fluxión periódica.
La oftalmía interna continua es una inflamación
de los órganos interiores del ojo, debida
á golpes y caídas, ó consecutiva á las
afecciones intestinales y á las enfermedades
Los cambios en la clase y cantidad
del pienso se harán progresivamente,
no debiendo nunca ser bruscos, porque la
vida de las reses corre grandes peligros cuando
se pasa del régimen de la abundancia al de
la escasez, y viceversa, ó cuando no son constantemente
iguales ó casi iguales las raciones,
es decir, que se han de regular éstas debidamente
, y no cometer la imprudencia de echar
mucho pienso cuando abundan los forrajes;
práctica que siguen muchos ganaderos irreflexivos,
para reducirle después exageradamente
en cuanto notan que las provisiones
van escaseando. Lo más conveniente sería
aprovechar los días de ocio para formar las
raciones de toda la temporada. Debe tenerse
presente que, exceptuando el heno y el retoño
seco de la hierba, ningún pienso se debe ad­
eruptivas. Sus síntomas son: dolor, insensibilidad
del órgano, rubicundez de la conjuntiva
y lagrimeo abundante. A las veinticuatro,
treinta y seis ó cuarenta y ocho horas la córnea
se vuelve opaca; los líquidos interiores
se enturbian y aun toman aspecto sanguinolento;
se forma en la parte interior un depósito
(hypopion), y el iris avanza hacia [adelante.
El dolor es vivo, la inapetencia muy
pronunciada, y si no se logra la resolución,
puede resultar la hidropesía del globo, la
ulceración de la córnea, la amaurosisy la opacidad
del humor cristalino. Se combate el padecimiento
con sangrías, lociones emolientes,
los purgantes drásticos y los vejigatorios ambulantes
sobre las mejillas. Es preciso evitar
la acción de la luz, y á veces practicar la paracentesis
y aún la extirpación del ojo.
ministrar constantemente á las reses. Para
mayores detalles véanse los artículos Alimen­
La oftalmía interna intermitente se observa
en los equídeos. Es una enfermedad grave,
tación, Forraje, Ganado, Heno, etc.
que se manifiesta por accesos que pueden lle­
M. V. gar desde una ligera exudación de la cámara