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valor de reglas prácticas, no sin numerosas
excepciones que las confirmen á la verdad.
Los campesinos se fijan para sus pronósticos
en el aspecto de los astros; eü la temperatura
de la atmósfera; en la dirección de los vientos;
en el ruido de las corrientes de agua; en
el sonido de las campanas; en la marcha, aspecto
y colocación de las nieblas y las nubes;
en los rocíos y escarchas, y aun en el canto
de las aves, de las gallinas y gallos; en los
gritos de ciertos animales; en el canto de los
sapos v grillos, etc., etc.
PROPIEDADES FÍSICAS DE LAS
MADERAS.—De mucho interés es para el
agricultor y el forestal el conocimiento detallado
de las propiedades físicas de las maderas,
por las muchas y variadas aplicaciones
que éstas tienen á la construcción; pero la
naturaleza especial de la presente obra no
permite ni tratar de todas aquéllas, ni exponer
lo que á las mismas se refiere, trabajo más
propio de un tratado especial. Haremos aquí
solamente, por lo tanto, una indicación somera
de las propiedades más importantes, remitiendo
á los lectores que deseen profundizar
la materia, á las obras más acreditadas que se
ocupan de esta materia.
COLOR.—En términos generales, puede decirse
que la madera procedente de árboles
que han vivido aislados ó en terrenos secos,
tiene el color más claro que los de igual especie
botánica criados en espesura ó en terreno
húmedo. Para un mismo árbol, la madera
del tronco es más obscura que la de las raíces,
sucediendo lo mismo con el duramen respecto
de la albura. La transformación de la
albura en madera perfecta se manifiesta por
un cambio de color cuando la lignina está
'acompañada de materias colorantes; si esta
asociación no existe, entonces el color no varía,
como sucede en el carpe, arce, etc. Los
árboles de ribera ó madera blanda no transforman
la albura en madera perfecta, conservando
toda ella el color blanco, de donde
proviene la denominación de árboles de madera
blanca, con que también suele designárseles.
En el concepto del color de la madera puede
hacerse la agrupación siguiente:
Madera blanca.— Carpe, tilo, sauce, chopo,
abeto y pino carrasco (Pinus halepensis,
Mili.).
Madera rojiza.—Aliso, manzano, pinabete,
enebro y pino negro.
Madera amarillenta.—Fresno, cornejo y
-castaño.
Madera azulada.—Alerce, haya, arce campestre
y serbal de cazadores (Sorbus aucuparia,
L.).
Madera verdosa.—Acebo.
; Madera amarilla Bonetero, saúco, agracejo
y acacia.
Madera rojo-amarillenta.— Cerezo, peral,
robley mostellar (Sorbus terminalis, Crantz.).
Madera pardo-rojiza.— Pino albar (Picius
sylvestris, L.), pino rodeno (P. maríti­
ma, Lam.), pino piñonero y pino salgareño
fP. laricio, Poir.).
Excusado es decir que las enfermedades
y defectos que sufren ó tienen las maderas alteran
más ó menos profundamente su color
natural.
ELASTICIDAD.—-Esta propiedad de recobrar
los cuerpos, y por tatito, la madera, la forma
primitiva cuando cesa la fuerza que produjo
la variación, la posee en alto grado el tejo,
siguiendo después, aunque en menor escaía,
cuando son jóvenes, el carpe, el arce y el roble;
cuando son viejos presentan este carácter,
aunque en grado poco notable, el olmo,
el pinabete, los pinos, el alerce, el abeto, eí
fresno y el temblón. Los robles viejos carecen
de elasticidad, contribuyendo el desecamiento
á aumentar su resistencia al indicado
esfuerzo, así como la humedad produce el
efecto contrario. La madera pesada suele ser
la más elástica, sucediendo lo mismo con la
del tronco, respecto ála que procede de ramaje.
Ñordlinger admite la siguiente escala de
elasticidad, cuando las maderas están secas:
Maderas extremadamenteelásticas
Haderas m
elásticas. ...
Maderas elásticas
Maderas bastante
elásticas
Mader as po coi
Ebano 2091
} Acacia de flor 1309
Tilo 1251
Chopo temblón 1215
Abedul 1199
Olmo 1113
Nogal 1108
Roble 1091
Haya 1082
Abeto 1084
Fresno 1028
Arce 1018
Ailanto 990
Alerce 978
Aliso 970
elásticas \ Carpe 931
Pino del lord Weymouth. 921
Pinabete .'. 915
Pino silvestre 855
Maderas muy poco
elásticas
Arce neguhdo 852
Chopo del Canadá 820
Sófora 808
Álamo blanco 801
FLEXIBILIDAD.—Es [la facilidad mayor ó
menor que para encorvarse presentan las maderas,
sin romperse ni perder su cohesión,
lo cual da valor á algunas para ciertas aplicaciones.
Por la acción simultánea del calor y
de la humedad se puede hacer adquirir formas
curvas á varias clases de maderas. Las
ramas de sauce, abedul, avellano, castaño y
pinabete son muy flexibles; los tallos del
olmo, roble joven, fresno, carpe, sauce, pinabete
, abedul y temblón también gozan de
esta propiedad, de que carece la madera de
aliso, y la de las ramas de pino silvestre, muy
rígidas ó inflexibles. Por regla general, puede
decirse que la madera verde, joven y tier-