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¡ante. Conviene mucho que los palomos que
se adquieren para poblar, vengan de un palomar
distante por lo menos tres leguas, porque
si aquel de donde se tomaron estuviere
más cerca, se arriesga mucho que vuelvan á él
en sus primeras salidas. Aunque el color no parezca
influir sobre el carácter y cualidades de
las palomas, conviene, sin embargo, posponerlos
blancos, por hallarse más expuestos á ser
perseguidos por las aves de rapiña.
' El segundo medio se reduce á apartar de
sus madres los palominos de quince ó veinte
días, y á encerrarlos en el palomar, dándoles
de comer en el pico mismo, hasta que puedan
hacerlo por sí mismos. Entonces se les permite
la salida del palomar, abriéndoles la ventana
por la primera vez á las cuatro de la tarde
de un día nublado, para que, temiendo la
proximidad de la noche, no se aparten mucho,
y se ocupen en reconocer sus inmediaciones.
Durante algún tiempo deben, sin embargo,
alimentarse con abundancia en el palomar
mismo, para que conserven la inclinación de
volver.
De cualquier modo que se pueble un palomar,
es indispensable el no tocar las crías de
los dos años primeros, si se quiere ver poblado
abundantemente, para sacar después mayores
provechos.
Cuidados que requieren las palomas.—Las
palomas ponen cada vez dos huevos, de los
que, á los diez y ocho días, nacen regularmente
un macho y una hembra, que reciben
desde el momento los más tiernos y afectuosos
cuidados de sus padres, á más de un alimento
conveniente y proporcionado al estado de sus
fuerzas, comenzando por una especie de caldo
medio digerido en el estómago de sus padres,
y acabando por un alimento en su estado natural,
sin ninguna elaboración; hasta que, bastándose
á sí mismos, son abandonados de sus
padres, quienes se ocupan de la procreación
de otros hijos.
A los seis meses empiezan los palominos á
arrullar, y á servir para la multiplicación de
su especie; á los dos años llegan á su mayor
vigor, que conservan hasta los siete, desde
cuya edad van disminuyendo sus productos;
pero, por regla general, no pueden conservarse
como reproductores más de cuatro años.
Durante el invierno y en los días lluviosos
y de tempestad, las palomas deben recibir el
alimento cerca del palomar, porque no lo encontrarían
eu los campos durante la estación
del frío, ni tampoco salen fuera, aunque el
hambre las hostigue, cuando domina el mal
tiempo; toda especie de grano les conviene
más que el trigo; los suelos y cribaduras de
los graneros suelen bastar para mantenerlas.
La postura, la incubación y la alimentación
de los polluelos es un trabajo que las palomas
hacen simultáneamente y sin interrupción,
con tal que sean de buena raza y se hallen
bien alimentadas, y pueda disponer cada par
de dos nidos, uno para la postura y la incubación
, y el otro para los palominos.
Cuando se desea comer los palominos bien
sabrosos, es preciso hacerlo tres semanas después
de haber nacido, ó sea de ocho á diez
días antes de salir del nido; pasada esta época
pierden algo, porque los padres los alimentan
menos para que aprendan á comer solos.
Los palominos suelen padecer muchas enfermedades;
los que nacen ínterin sus padres
mudan la pluma, rara vez adquieren el tamaño
que les corresponde. Los palominos de invierno
tampoco medran tanto; pero lo más
perjudicial es una enfermedad que les suele
atacar casi siempre mortal. Se anuncia por un
enardecimiento interior que se reconoce por
lo rojo de la base de la mandíbula superior
del pico, por los ojos inflamados y lacrimosos,
y por el pus amarillento y viscoso que tapiza
las narices y la parte superior del pico. El
único remedio consiste en limpiar, con auxilio
de un pincel ó pluma, el interior del pico
del ave, dos ó tres veces por día, con agua
mezclada con vinagre y un poquito de alumbre
pulverizado. Este remedio casi siempre es
infalible si se aplica á tiempo.
Para reconocer la edad de las palomas que
componen el palomar, se visita cada año eu
día fijo, y se corta una uña á cada una de
ellas.
Durante la incubación se mirarán los huevos
del modo indicado para los de gallina,
se suprimirán todos los que sean claros, y por
ayuntamientos nuevos y juiciosos puede remediarse
la esterilidad de ciertos pares de palomas.
Las palomas, como todas las aves domésticas,
se hallan expuestas á diferentes enfermedades
que disminuyen mucho los productos
que se pueden obtener, pero generalmente es
preferible matar las que se hallan débiles y
enfermizas, que no procurar combatir la enfermedad,
á riesgo de dejar que el tiempo
haga otras víctimas. Por otra parte, con esta
especie, lo mismo que en las otras, la salud
está en razón de los cuidados que se les da.
PALOMILLA.—Nombre que se da vulgarmente
á la grupa, y se usa para designar
la parte anterior 3' más elevada de la región
sacra; los caballos que tienen esta parte mny
elevada, se les denomina altos de palomilla;
carácter que, según los aficionados y ganaderos,
suele ser signo de energía y fuerza en los
animales que tienen esa disposición.
PALOMINA (Economía rural).—Nombre
dado al estiércol que se recoge en los palomares,
es decir, al excremento de las palomas,
así como se llama gallinaza al estiércol
de las gallinas. A menudo se designa con la
primera denominación el conjunto de los excrementos
de todas las aves de corral, á pesar
de que realmente no deben confundirse
los de unas aves con los de otras, porque
realmente no tienen la misma composición y
propiedades. Los excrementos de las palomas
son superiores como abono á los de las gallinas
y pavos, y los de estas aves son preferibles
á los. de los gansos y patos. Esa diferen-