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que entran en la alimentación del hombre.
Si bien en España se van ensayando paulatinamente
alguuas variedades recientes, el tradicionalismo
que domina en nuestras cosas
hace que se adopten por muy limitado número
de cultivadores y á paso muy lento. Así es
que la opinión general se fijó en las antiguas
variedades típicas, que vienen cultivándose
de antiguo, como si fuesen irreemplazables
por las nuevamente experimentadas como de
mayor producción y riqueza en fécula. El reinado
de la, patata manchega y Jiña; el de la ga-
Figura 98.—Patata Marjolin tetard
llega ó basta, y el de la de Añover del Tajo, ó
entrefina, continúa enseñoreándose imperturbable.
Patata manchega ó fina.—A pesar de venir
degenerando desde hace años, y ser la planta
mediana, achaparrada y de tallos bastante ramificados,
y con muchas hojas, sigúese cultivando
más ó menos en la Mancha, por ser
muy estimada. Sus tubérculos son medianos,
limpios, alargados, encarnados ó sonrosados,
jugosos y de gusto dulce. Su piel, ó lo que en
la Mancha llaman mondadura, es tan sumamente
fina, que muchas veces se separa espontáneamente,
formando una especie de es-
-cama levantada. La pulpa es blanca, algo
•sonrosada, y numerosos y profundos sus ojos
•ó yemas.
Patata gallega ó basta.—Su planta es más
crecida que la de la manchega; sus tubérculos
muy globosos, gruesos, blanquecinos, con
cierto tinte amarillento descolorido al exterior
y piel ó mondadura más gruesa que la manchega,
y más adherente y dura. No presenta
protuberancias, bultos ni excrescencias, y sus
yemas son menos numerosas; su pulpa es blanca,
harinosa ó muy rica en fécula.
Patata de Añover ó entrefina.—Planta de
tallo erguido y poco ramoso, pero muy castiza
y resistente; tubérculos gruesos, redon-
, colorados y harinosos; yemas menos
Figura 97.—Patata cuarentena
profundas que las déla fina ó manchega; pulpa
dura, aunque no tanto como la fina, y algo
colorada eu ocasiones; alguna vez se destacan
protuberancias ó bultos.
Entre las patatas amarillas redondas se recomiendan
las variedades Buena Wilhelmine,
una de las castas más antiguas cultivadas
actualmente y una de las mejores. Los tubérculos
son más numerosos que grandes, muy
redondeados regularmente. Su pulpa es de un
hermoso amarillo, apretada, bastante fina,
sumamente harinosa, y que no se deshace fácilmente,
lo que es un mérito para ciertos usos.
Amarilla redonda temprana.—Se distingue
por un poco más de precocidad, y porque sus
tubérculos están redondeados con más regularidad,
y son de un hermoso amarillo dorado.
Sus ojos están marcados, sin ser profundos, y