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leza es siempre consecuente consigo misma,
ha hecho graneles ó pequeñas esas aberturas,
según que sea mayor ó menor la masa de aire
á que han de dar paso. De ahí que si el pecho
es ancho y está provisto de amplios pulmones,
recibirá una gran cantidad de aire
para realizar la hematosis de toda la sangre
que atraviesa por él, siendo necesarias unas
narices amplias, para que permitan la entrada
al aire indispensable. La consecuencia de ese
principio es que las narices amplias y dilatadas
deben ser uno de los caracteres que revelan
la anchura del pecho y viceversa. Por el
principio enunciado se comprende el hecho
de que se atribuya gran importancia al examen
de las narices en todos los animales en
general y en los de trabajo especialmente. Si
esa relación entre las dimensiones de las narices
y las del pecho y los pulmones es innegable
para todo naturalista serio, su exactitud
es más rigurosa aún respecto del género caballo.
Los animales de ese género, tales como
el caballo, el asno, lahemiona, etc., tienen organizados
de una manera característica el velo
del paladar y la epiglotis, impidiendo el
paso del aire por la boca, es decir, que tanto
en la inspiración como en la espiración, el
aire pasa siempre por las narices. La boca no
puede sustituir á esa entrada, como se observa
en los demás animales, sobre todo en tiempo
de calores. Esa organización especial exige
por lo tanto, en el caballo la mayor amplitud
posible en los orificios nasales, á fin de
que pase la masa de aire necesaria para que
se realicen bien las funciones de la respiración.
Cuando disminuyen las dimensiones de
esas cavidades á consecuencia de una enfermedad
ó de un accidente, el animal respira
con dificultad, porque no puede suplir la falta
aspirando por la boca, y si las narices se
obstruyen solamente, se podrá evitar la asfixia
practicando la operación de la traqueoiomía.
NARIZ CORTADA.—Los jardineros suelen
dar este nombre al arbusto europeo Staphylea
pinnatalj., de la familia de las Celastríneas.
Adquiere una altura de 3 á 6 metros,
y tiene la corteza blanca y rayada; las hojas
están formadas por cinco ó siete hojuelas
oblongo-lanceoladas, puntiagudas, finamente
dentadas y lampiñas. Las flores aparecen de
Abril á Junio, y son blancas, estando dispuestas
en racimos colgantes,axilares ó terminales,
de igual longitud que las hojas. El fruto
es una cápsula membranosa, que encierra
dos ó tres semillas duras, que sirven para
cuentas de rosario, aceitosas, comestibles,
aunque ligeramente purgantes. La cicatriz
que en ellas se forma en el punto de inserción,
ha dado origen al nombre vulgar que recibe
la planta. Sirve de adorno ésta en los
jardines, pero su madera carece de interés.
Se cultivan además con igual objeto las dos
especies siguientes:
Staphylea trifolio, L.—Arbusto de la América
septentrional, de la misma talla que el
anterior; las ramas son menos flexibles, y la
corteza es gris-cenicienta, y las ramas jóvenes
amarillentas; hojas con tres hojuelas ova-,
les, acuminadas, con dientes iguales, lampiñas,
y luego pubescentes en el envés cuando
adquieren todo su desarrollo, las dos laterales
casi sentadas. Flores blancas; en racimos
numerosos, colgantes, más cortos que las hojas;
pedúnculos con brácteas setáceas en la
base; pétalos pestañosos inferiormente; fruto
cápsula vesicular con tres lóbulos. Florece de
Mayo á Junio.
Staphylea lumalda, D. C.—Procede del Japón.
Tiene las hojas compuestas de tres hojuelas
acuminadas, un poco ásperas y dientes
aristados. Florece de Junio á Septiembre; las
flores son blancas y forman racimos; el fruto
es una cápsula con dos lóbulos puntiagudos.
Las dos primeras especies resisten bien el
aire libre, y se dan bien todas en cualquiera
clase de terreno, multiplicándose por semillas
y brotes. Estos arbustos se casan bien en los
bosquetes con los falsos ébanos, porque todos
florecen á un tiempo, y los racimos de flores
amarillas de éstas forman un lindo contraste
con los blancos de las Slaphyleas.
NARRA—(V. Pterocarpus.)
NARVAZO.— En algunas provincias llaman
así á la caña del maíz con su follaje, que
en grandes manojos se conserva seca para ser^
vir de alimento al ganado vacuno por el in-^
vierno, mezclada con hojas de hiedra, aliaga
verde picada, etc.
NASA.—Arte de pesca ó especie de red
de hilo y aun de mimbres. Esos artificios, de
boca estrecha, y que se ensanchan después á
manera de manga invertida, están dispuestos
de manera que dejan penetrar la pesca y no
la dejan salir. Se emplean con frecuencia las
nasas en las costas del Mediterráneo, y tam T
bien en muchas comarcas del interior, porqué
no ocasionan gran pérdida de tiempo, puesto
que se las abandona, una vez colocadas, hasta
el momento de extraer los peces que hayan
caído en ellas. Se instalan al anochecer, y al
amanecer se va á recoger la pesca que se haya
introducido en el artificio. También se llaman
nasas los recipientes en que se recoge la pesca,
y una especie de tinajas de paja ó de mimbre
que utilizan muchos labriegos para guardar el
pan ó la harina.
NASAL.—Lo referente á la nariz; se aplica
ese calificativo á las fosas ó cavidades y á la
pared ó tabique de ese órgano. En este tabique,
que separa ambas cavidades, se presentan
á veces ulceraciones y erosiones que adquieren
frecuentemente gran desarrollo en los caballos.
Esas ulceraciones son sintomáticas de
muchas enfermedades denominadas genérica^mente
muermo.
NATA.—Substancia espesa, untuosa, blan^
ca, un tanto amarillenta, que forma una capa
sobre la leche dejada en reposo. Batida,
produce la manteca. (V. Leche, Manteca.)
NATIVO.—Calificación con que se designan
los metales que se encuentran puros en el