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vegetación de la planta, cuyos órganos no
pueden desempeñar libremente sus funciones.
También los racimos atacados por la enfermedad
aparecen cubiertos del mismo polvo blanquizco,
el cual deja luego en la superficie manchas
grises primero y negras después en los
puntos que aquél ocupaba. El efecto del polvo
y de las manchas es endurecer la epidermis
de la uva, destruir su elasticidad, y obligarla
á romperse más tarde ó más temprano, á consecuencia
del constante aumento de la pulpa.
Esas eflorescencias blanquizcas, tan nocivas
Figura 23.—Fuelle azufrador de M. Gautier
como se ha indicado, se hallan constituidas
por el aparato vegetativo ó micelio del Erysipke
hickeri, formado por numerosos y delicadí-
Figura 29.—Fuelle azufrador de M. Gautier
simos filamentos, muy resistentes, prolongados
y ramificados, con pocas ó ninguna división,
y que forman en la superficie de las partes
Figura 30.—Fuelle azufrador de M. de la Vergne
atacadas una ligera trama, semejante á la tela
de araña. Los filamentos que componen esa
tela están provistos á trechos de cirros, ó mejor
de chupadores que se introducen en el
tejido, para absorber, en virtud de la endosmosis,
los jugos nutritivos. Una observación
detenida revela que solamente es atacada la
epidermis, y que los tejidos subyacentes se
mantienen intactos. De esos filamentos que
constituyen el micelio del hongo, nace muy
luego el primer sistema de órganos reproductores,
los gonidios, utrículos dispuestos á continuación
unos de otros. Poco después se ve
aparecer también sobre el micelio la segunda
especie de fructificación, es decir, los picni-
dios, especie de vesículas ovoidales que encierran
gran número de corpúsculos reproductores
reniformes, llamados estilósporos.
Esos dos sistemas de reproducción del Erysiphe
tuclieri, gracias á la enorme cantidad de
gérmenes á que dan origen, contribuyen, con
el auxilio de los vientos, á la rápida multiplicación
de la enfermedad en las comarcas vitícolas.
Además la pueden propagar los fragmentos
del micelio. La última y más perfecta
forma de reproducción, los perilecos, solamente
se ha desarrollado en América hasta ahora,
y eso revela el origen exótico
del padecimiento, y explica
que el parásito vaya desapareciendo
constantemente. Una
temperatura elevada y la humedad
de la atmósfera favorecen
el desarrollo y la multiplicación
de la criptógama. En Europa
no se ha presentado aún el Erysiphe
necaior, especie próxima
al anterior, y que en las vides
espontáneas de América presenta todas las fases
de desarrollo y multiplicación.
El Oidium hickeri se desarrolla principalmente
durante el período comprendido
entre los meses de Abril y
Octubre. La figura 27 da idea deí
aspecto que presenta la parte in-
" vadida de un sarmiento.
El azufre pulverizado constituid
ye un remedio excelente, tanto curativo
como preventivo. El azufrado
habrá de practicarse en tres
épocas:
1. a
Cuando los brotes alcanzan una longitud
media de 10 á 15 centímetros.
2. a
Una semana después de aparecer las
primeras flores.
3. a
Cuando las uvas tienen
el tamaño de un guisante, poco
más ó menos.
La operación produce excelentes
resultados si se ejecuta en
días serenos, con sol claro, y si
dura el buen tiempo, veinticuatro
horas por lo menos después
de terminada la operación.
Cuando el oidium haya invadidolos
brotes y las uvas, produce
buenos resultados el polvo de Baudrimont,
que se compone de
Cenizas sin levigar ó no echadas en lejía
y cernidas eu cedazo 50 partes -
Azufre en polvo 40 —
Carbonato de sosa pulverizado 10 —
El azufrado practicado durante la floración
produce los resultados más satisfactorios.
En esa época de la vida alcanzan su energía
máxima las funciones aéreas del vegetal; la
producción del ozono ú oxígeno electrizadoes
más perceptible, y de ahí que el ácidosulfuroso
anhidro, substancia gaseosa eminentemente
desorganizadora, que se obtiene de: