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NAB — 9 — NAB
CULTIVO. —Están expuestas las siembras de
nabo á ser destruidas por el pulgón en los
primeros días que asoman por la tierra, acometiendo
á las dos primeras hojas ó palas que
produce la planta. Como la sequedad viene en
favor del aumento del pulgón, el mejor medio
de oponerse á sus estragos es sostener una
humedad constante en el terreno por medio
de riegos durante la fuerza del sol, imprimiéndole
alguna velocidad para destruirlo.
El pulgón sólo ataca las plantas de nabo cuando
están tiernas; más tarde las abandona.
Cuando presentan cinco hojas, ó antes si
nacen muy espesas y se estorban, se les dará
la primer labor de azadilla ó almocafre, con
la cual se matará toda hierba extraña, y se
aclararán y acuchillarán los rodales espesos
para que queden los nabos largos á 6 centímetros
entre sí, y los redondos ó chatos á 20
ó 25. Al mes se repetirá la labor, entresacando
las plantas en los puntos en que aún estuviesen
espesas. El tiempo blando es el mejor
para estas labores; pero si siguiese calurosa y
seca la estación, convendrá suministrar riegos
de pie algunos días antes de ejecutarlas.
RECOLECCIÓN.—Deben cogerse tiernos los
nabos, porque no sirven para el consumo de
la cocina cuando se ponen duros y fibrosos, y
se ahuecan é inutilizan si se les deja engruesar
en la tierra. En los países fríos se arrancan
antes del invierno; pero en nuestros climas
es más común irlos sacando de la tierra á medida
que se van necesitando.
En las inmediaciones de París se libran á
la venta arrancándolos desde que tienen formada
la raíz. El arranque se verifica á mauo
para los nabos de largas raíces, aunque auxiliándose
con un almocafre. Se ponen los nabos
en manojos de 12 á 15, según el grosor, atándolos
con las hojas que le han quedado por
no ser tiernas. Se lavan en seguida las raíces
con mucha agua antes de llevarlas á los mercados,
pero sin emplear brochas demasiado
ásperas que las rayen. Se obtienen de 400 á
450 manojos por área, que suelen valer de 40
á 50 céntimos de franco el manojo, aunque se
reduce el precio á la mitad en el otoño.
La venta de los nabos de invierno se hace
también en manojos; pero como no tienen
hojas, hay que abrirles un agujero en la parte
superior para hacer pasar por él una ó dos
pajas de centeno, con las que se les ata.
RECOLECCIÓN DE LA SEMILLA.—Para obtener
semilla castiza y buena deben cultivarse las
variedades por separado, alejándolas de las
berzas que den la flor al mismo tiempo, á fin
de evitar la mezcla de polvillos fecundantes,
que bastardearían las de nabo. La práctica
más común es dejar en los canteros en que se
hizo la siembra, número suficiente de plantas
escogidas para recoger semilla. En algunos
países acostumbran hacer plantaciones en lomos
ó camellones como se ve en la figura 3. A
, Otros las transplautan en otoño ó primavera
á tierra muy fértil, aunque es preferible
lo primero, á la que adicionan cenizas de
leña, plantando á 60 centímetros uno de otro
el tercio superior de los nabos, después de
recortarles las hojas. Cuando son muy frecuentes
los hielos, se les abriga con hojas secas.
Estos trozos de nabo arrojan en la primavera
nuevas hojas y numerosas raíces fibrosas,
y más tarde robustos tallos florales, que
se despuntan con la uña para que arrojen
muchos brazos, quedando así en las mejores
condiciones para granar. Después se sostienen
los tallos con tutores, á fin de que no se depriman.
La semilla madura en Julio ó Agosto
, en cuya época se arrancan las plantas por
la madrugada, tendiéndolas á la sombra durante
tres ó cuatro días sobre una tela de
lienzo gruesa, para que se sequen y suelten
con facilidad las semillas. Entonces se les
apalea y se guarda la semilla hasta la siem-
Figura 3. a
—Cultivo de los nabos en lomos ó camellones
bra. Aunque la del nabo conserva su poder
germinativo durante cinco años, en España
no se acostumbra emplear más que la de uno
ó dos años. Un pie puede dar cerca de 100
gramos de buena semilla.
' ENEMIGOS.—El pulgón es el principal; éste
se evita y destruye por medio de los riegos, ó
esparcieudo al principio una ligera capa de ceniza,
cal pulverizada ó excremento de caballo.
La oruga causa también estragos, y hay que
quitarla á mano si no la extirpan los riegos.
COMPOSICIÓN.—-Analizados los nabos pequeños
por el Sr. Sáenz Diez, catedrático de química
de la Facultad de Ciencias, obtuvo:
Asma 83,13
Substancias proteicas 1,6!)
Cenizas 0,88
Substancias no nitrogenadas 14,S)0
100,00
Nitrógeno en la materia fresca • 0,26
ídem id. en la seca 1,65
1.154 gramos de nabos equivalen en poder
alimenticio á 100 de carne fresca de vaca.
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