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RÍE — 641 — RÍE<br />

lleve la cacera maestra y se deriven por la<br />

cacera de sangría mientras sea necesario regar<br />

un predio; terminado el riego, se cierra<br />

con el tablacho la entrada de la cacera de derivación<br />

, y el agua sigue su curso por la cacera<br />

principal, para ir á dar riego en otras fincas<br />

ó parcelas.<br />

Una vez el agua dentro del terreno que<br />

haya de regarse, puede procederse á este trabajo<br />

de maneras muy diversas, según el g<strong>é</strong>nero<br />

de cultivo y la disposición topográfica<br />

del suelo; estos m<strong>é</strong>todos de riego se clasifican<br />

en tres tipos generales, que son: el de submersion,<br />

ó á manta, empleado especialmente en<br />

los terrenos casi horizontales; el de arriates<br />

para los terrenos poco pendientes, y el de de­<br />

rrames por surcos, para los terrenos de fuerte<br />

inclinación y que ordinariamente se destinan<br />

á prados.<br />

Sea el que quiera el m<strong>é</strong>todo adoptado para<br />

el riego, es preciso tener siempre presente<br />

que en un buen sistema de riegos el agua<br />

debe circular libremente por todas partes y<br />

no estancarse en ningún punto; esto obliga á<br />

establecer un sistema de saneamiento, formado<br />

por zanjas llamadas escurridores ó azarbes,<br />

cuando la disposición natural del terreno<br />

no permite libre salida á las aguas que escurren<br />

de las tierras regadas.<br />

Estas zanjas tienen gran importancia, y<br />

forman á veces una red tan extensa como la<br />

de los riegos, formando al reunirse verdaderos<br />

cauales de saneamiento, cuyas pendientes<br />

y secciones deben tener dimensiones sobradas<br />

para la libre salida de las aguas.<br />

La distribución de las aguas en una superficie<br />

regable se encuentra limitada por los<br />

accidentes y la forma del terreno, y no es posible<br />

dar reglas fijas para la disposición de la<br />

cacera principal, pudiendo solamente recomendar<br />

como principio general que el agua llegue<br />

á todas partes sin formar remansos y por<br />

el camino más corto posible.<br />

Si el terreno tiene poca pendiente, se llevará<br />

la cacera por la parte más alta, y de ella<br />

se harán partir las derivaciones en el sentido<br />

de la mayor pendiente; <strong>é</strong>stas dividirán el terreno<br />

en fajas longitudinales, que se fraccionan<br />

á su vez por otros ramales de tercer orden<br />

, destinados á llevar el agua á todos los<br />

puntos intermedios. Las aguas sobrantes del<br />

riego se recogen en los escurridores inferiores^<br />

que las devuelven á la cacera maestra en puntos<br />

más bajos, y sirven para regar otros terrenos<br />

que tengan el nivel más bajo.<br />

Si las pendientes del terreno son más considerables,<br />

en vez de correr las caceras por<br />

la máxima pendiente, se llevan en dirección<br />

oblicua á las curvas de nivel, y la distribución<br />

del agua se hace por ramales que tienen una<br />

ligera inclinación.<br />

Cuando el terreno es muy accidentado exige<br />

la distribución del agua un largo desarrollo<br />

en las caceras, si no se establecen saltos; el<br />

terreno en este caso se prepara formando pía*<br />

nos horizontales escalonados, que reciben el<br />

nombre de bancales ó albitanas. De todos<br />

modos,.es conveniente, cuando se trata de establecer<br />

el riego en un terreno, formar un<br />

proyecto que abarque todos los trabajos, y<br />

determinar un plan de ejecución de ellos, á<br />

fin de proceder con un m<strong>é</strong>todo ordenado.<br />

Determinado el plan de la distribución de<br />

las aguas, se dividen las parcelas en trozos de<br />

forma-regular, de largo variable y ancho que<br />

no exceda de 30 metros en los terrenos más<br />

suaves; estos trozos están separados entre sí<br />

por caceras de derivación, que reciben los<br />

nombres de regueras, de las que se desprende<br />

el agua que va á regar directamente los tablares<br />

ó pequeñas divisiones del terreno, que<br />

tambi<strong>é</strong>n suelen llamarse cuarteles ó tajones;<br />

estas fracciones de terreno están separadas<br />

unas de otras por caballetes de tierra mayores<br />

que los ordinarios', y á su vez tienen en<br />

ellas otras divisiones pequeñas hechas con caballetes<br />

pequeños de tierra, que se llaman eras<br />

ó vesanas, que forman superficies planas y<br />

Figura 259<br />

horizontales que se recubren de agua cuando<br />

se practica el riego.<br />

Si el terreno afecta una pendiente fuerte, se<br />

dispone la superficie en gradería, recibiendo<br />

los escalones horizontales el nombre de albitanas,<br />

ó bancales, separados unos de otros por<br />

caballones, por taludes de tierra ó por muros<br />

de piedra, según la mayor ó menor altura.<br />

El sistema de riego llamado por submersion<br />

y sus similares, se practica en los terrenos<br />

más horizontales, y está reducido á cubrir<br />

el suelo de una capa de agua más ó.menos<br />

alta, que se renueva por determinados<br />

períodos; los caballetes que separan las diferentes<br />

parcelas tienen de 20 á 25 centímetros<br />

d<strong>é</strong> altura, y se forman horizontalmente con<br />

las tierras sacadas de fosos ó regueras abiertas<br />

á su pie, que sirven de escurridores para<br />

recoger el agua sobrante.

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