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es que las presiones que un líquido ejerce sobre
dos porciones desiguales de las paredes de su
vasija, son proporcionales á las superficies. De
modo que suponiendo dos cilindros desiguales
y comunicantes entre sí por medio de un tubo,
teniendo un émbolo cada cilindro y lleno de
agua el espacio inferior comprendido entre
ellos, si la superficie del émbolo grande es cien
veces mayor que la del pequeño, poniendo
sobre éste un peso de un kilo, podrá equilibrar
á un peso de 100 kilos colocado sobre el otro;
en cambio, mientras el émbolo menor baje un
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Figura 208.—Prensa hidráulica
centímetro, el mayor no podrá subir más que
un diezmilímetro, ó sea la centésima parte,
porque lo que se gana en fuerza se pierde en
velocidad. Tal es el principio de la prensa hidráulica;
en cuanto á su disposición, es la siguiente:
Prescindiendo de las que ejercen la
presión lateralmente ó de arriba abajo, porque
no son las que se usan en la fabricación
del aceite, una prensa consta de dos partes: la
bomba de inyección y la-prensa, reunidas ambas
por el tubo que comunica la presión. En
la figura 208. se ve perfectamente un corte de
-esta segunda parte, que al mismo tiempo da
una idea de la manera de instalarla. El cuerpo
de bomba (ó sea el cilindro mayor) es
muy resistente, y en su interior se mueve el
émbolo macizo, terminado arriba con el plato
de presión; entre éste y el cabezal se comprimen
los objetos.
La bomba de inyección saca el agua de un
depósito situado en su parte inferior, y la impele
hacia el tubo que comunica con el cilindro.
Para mover el émbolo de la bomba no
hay más que dar un movimiento alternativo
al mango de una palanca.
Falta solamente dar á conocer algunos
pequeños accesorios que contribuyen
al buen funcionamiento
del aparato.
En primer lugar, es preciso evitar
las fugas de agua alrededor del
cilindro grande, porque la presión
transmitida no podrá llegar á ser
la calculada; con este objeto se
adapta alrededor del émbolo una
guarnición de cuero en forma de
anillo, cuya sección es una V invertida;
esta guarnición va metida
en una cavidad circular del cilindro,
y el émbolo se mueve rozando
con ella; el agua inyectada se introduce
en dicha cavidad, y cuanto
más crece la presión, más aprieta
contra el émbolo los bordes de la
guarnición. Cuando la presión excede
de cierto límite, además de ser
perjudicial á la buena fabricación,
puede determinar alguna rotura;
esto se remedia de varias maneras,
por ejemplo, con una válvula cargada
que en un momento dado se
levanta y deja salir al exterior el
agua inyectada.
Al final de la operación se abre
otra válvula que da paso al agua
del cilindro, y con esto el émbolo
desciende.
Para calcular la presión que puede
ejercerse con uno [de estos aparatos,
debe tenerse en cuenta que
con ellos se alcanzan dos ventajas:
una hidrostática, que depende de la
relación que haya entre el émbolo
de la bomba y el de la prensa, y
otra mecánica que depende de la
relación de los brazos de la palanca
con que se mueve la bomba.
Prescindiendo de los rozamientos, se obtiene
la presión por medio de la fórmula
P L £> 2
Q es la presión que se busca; P, el esfuerzo
que se ejerce en la palanca; L l, los dos brazos
de la misma; D d, los diámetros respectivos
de los émbolos.
Las prensas de mayores dimensiones tienen
la bomba movida por vapor, es decir, que en
vez de palanca, el vastago del émbolo va pro-