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más fino en las cámaras que más se alejan del
lugar de combustión.
Si se quieren quemar aceites fijos ó grasas
fluidas, se puede reemplazar el horno por
una especie de lámpara con muchas mechas,
en la cual se conserva el nivel del líquido por
medio de un depósito. La llama de los mecheros
se reúne bajo una cubierta cónica de
palastro, que por un tubo conduce el humo á
las cámaras.
Aparato inglés.—En Inglaterra se hace uso
de un aparato muy ingenioso y muy cómodo
para recoger el negro de humo. Consiste en
una serie de grandes sacos
A (figura 10), de 2 á 2,20
metros de altura y un metro
de diámetro, de los cuales el
primero se halla en comunicación,
por el intermedio
del tubo de cobre B, con
un horno semejante al de la
figura 9. a
Figura 11
Los sacos se comunican alternativamente
por la parte superior y por la inferior
con tubos de cobre Cy D, y una chimenea JE,
colocada á la extremidad del aparato, obliga
al humo á seguir todas las revueltas que se le
Figura 12
presentan por el tiro que la misma establece.
El depósito de negro de humo en los sacos
se verifica tanto más completamente cuanto
más numerosos son, y una especie de embudo
de cobre G, adaptado á la parte inferior de
cada uno de ellos, que se abre por medio de
una cobertera con su asa, hace más fácil la
recolección.
Se notará que el negro de humo se halla en
este aparato, lo mismo que en el anterior,
fraccionado de una manera progresiva, según
su tenuidad, de manera que el más fino y más
puro se encuentra reunido más lejos de la
combustión de la primera materia.
Aparato de vapor.—Los hornos de los aparatos
anteriores se han modificado por algunos
para quemar aceites esenciales obscuros, resinosos
y de poco valor, sirviéndose de una
caldera cilindrica, semejante á la de las máquinas
de vapor. El aceite esencial que se
vaporiza va, por la presión, levantando una
válvula, y pasa por unos tubos, á cuya extremidad
se le enciende. El humo producido
marcha como en los aparatos precedentes, por
el embudo y el tubo que está á continuación,
á las cámaras ó á los sacos, y para evitar que
el aire frío pueda entrar cuando el fuego se
apaga y el vapor cesa de formarse, la caldera
está provista de otra válvula, que se abre en
el sentido contrario de la primera.
Gasómetro.—Sería fácil obtener negro de
humo bastante fino de todas las materias
crasas, resinosas, esenciales y bituminosas,
tratándolas del mismo modo que para producir
el gas del alumbrado. El gasómetro podría
ser poco voluminoso y no servir más que de
regulador, puesto que la combustión se efectuaría
á medida de la producción del gas. Este
método ofrecería ventajas en algunas localidades,
sobre todo si se utilizaba el calor del
combustible para vaporizar soluciones salinas
ó de otra especie. Se podría también obtener
un resultado análogo destilando la hulla para
hacer cok. En fin, sería posible utilizar para
el alumbrado la luz producida por la combustión
incompleta del gas.
NEGRO DE HUMO PURIFICADO.'—-Para
ciertos usos industriales, tales como los
lápices litografieos, las tintas tipográficas
y litográficas, etc., es nociva la proporción
notable de materias oleosas, fijas ó volátiles
que contiene el negro de humo preparado
por los medios que acabamos de describir.
A fin de hacerlas desaparecer se
coloca el negro de humo, apretándolo
fuertemente con un atacador y un mazo,
en pequeños cilindros de palastro A (figura
11), que se abren en dos partes B por
medio de charnelas i), y se cierran con
una especie de brochas ó pasadores C. Cargados
estos cilindros, se colocan dentro de
otro mayor, de fundición / (figura 12),
dispuesto sobre una especie de horno de
reverbero, que se calienta hasta el rojo
cereza por medio del hornillo K. Los productos
de la combustión circulan alrededor
del cilindro hasta la chimenea M, lo. que
hace que los gases formados en el cilindro
vayan á parar al hornillo, donde se requeman
y contribuyen á mantener el calor útil necesario
para esta operación.
Cuando el cilindro no desprende ya gas, lo
que se conoce en que se enfría la parte externa
del tubo O por el cual pasan, la calcinación
está ya terminada. Entonces se suelta el
obturador N, se extraen con un gancho los
cilindros pequeños, y se reemplazan con otros.
Cuando éstos están fríos, se abren, soltando
los pasadores, y se encuentra un pan cilindrico
de negro purificado que basta disolverlo,
bien en agua ó en aceite, para obtener un
color muy intenso y de buena calidad, aplicable
á todos los usos del negro de humo.
Usos.—El negro de humo, preparado por