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seguida á la era un riego abundante y repitiéndolo
á los tres días. Las eras necesitan
oportunos riegos durante la estación de los
calores, y que se les apliquen de vez en cuando
algunas labores muy superficiales, con el
fin de destruirlas plantas extrañas, y sobre
todo, con el de cerrar las grietas que acaso se
abran después de los riegos. Con sólo estos
cuidados, á los treinta días, poco más ó menos,
principiarán á producir pimientos tiernos,
que es conveniente ir quitando para comerlos
fritos. Sobre todo, es preciso tener
gran cuidado de quitar los pimientos de las
horquillas, para que se desarrolle mejor la
planta y produzca más. Cuantos más pimientos
tiernos se quiten durante el primer mes,
más produce la planta; pasado este tiempo
deben dejarse para que maduren, cogiéndolos
á medida que se vayan poniendo encarnados.
Hay que quitar de las plantas, en el estado
en que se encuentren, los pimientos que no
han tomado este color poco antes de las heladas
ó escarchas de Octubre; amontonados en
un cuarto los mayores y más duros, y cubiertos
con una manta, van tomando en pocos
días el color encarnado que debieron haber
adquirido en la planta con un tiempo más
apacible. Los pimientos pequeños y tiernos se
consumen en el mercado, para lo que los riojanos
llaman fritadilla, que no es otra cosa
que el pimiento hecho trozos pequeños y frito
con tomates.
Los pimientos encarnados cogidos de las
plantas, son los mejores para las conservas;
pero si no se destinan á este uso ni á la venta,
se ensartan ó se enristran por los pezones,
se cuelgan en cuartos secos y ventilados,
ó al aire libre en puntos donde no les alcancen
las,lluvias, porque se conservan mejor los
que no se mojan y tienen buena ventilación.
Llama la atención á muchos horticultores
un fenómeno que se observa en los pimientos,
sin que hayan sabido darse cuenta de él. De
una semilla robusta, escogida con todas las
buenas condiciones, suelen salir pimientos picantes
y casi degenerados en su forma y basta
en su gusto. Cuando se planta la pimienta
eu un terreno inferior y poco abonado, por
más que se escoja la mejor semilla, es muy
común que sean picantes los pimientos. De
aquí se deduce, que para que no degenere la
casta en ningún sentido, es preciso tener muy
piesente: 1.°, que la pimienta requiere buena
tiena de hortalizas y bien acondicionada;
2.°, que desde que se planta hasta que se cosecha
el fruto, ha de recibir los riegos necesarios,
sin permitir que se marchiten las hojas,
que es la primera señal de faltarles el agua.
RECOLECCIÓN DE LA SEMILLA.—Deben escogerte
para simiente los pimientos más gordos
y mejor configurados de cada, especie, no extrayendo
las semillas hasta que comiencen
á podrirse las bayas ó frutos; y si se consigue
que no se pudran, porque han estado en paraje
conveniente para secarse al aire libre, es
mejor dejarlas sin tocar hasta que empiecen á
1 gastarse los pimientos secos, en cuyo caso secomienza
por sacarles las semillas. De esta
manera embeben las semillas las substancias
del pimiento, salen más nutridas y se conservan
más frescas y fértiles para las siguientes
cosechas.
Se ha observado que las simientes que se
siembran al segundo año de recogidas, son
mejores que sembradas el primero; al tercer
año baja un poco su buena vegetación, perotodavía
sirven bien; no deben emplearse al
cuarto.
ENEMIGOS.—Los ratones y ratas acuden á
los pimientos, principalmente á los de morrode
vaca y al morrón, y con más ahinco y gana
luego que principian á ponerse colorados.
Los caracoles y limazas, llamados en Rioja
limacos, causan igualmente grandes daños á
estas plantas, cuando tiernas y pequeñas.
El difunto agricultor de Alfaro, Sr. D. Teodoro
J. Ramírez, uno de los más entendidos
de Rioja, calculaba en unos 40 millones la
producción de pimientos en la provincia de
Logroño en 1873 y su producto bruto en
2.500.000 reales; pero después han aumentado
considerablemente conforme se han ido
extendiendo los establecimientos para la preparación
de conservas.
CULTIVO EN LA HUERTA DE GANDÍA.—En
esta comarca se saca mucho partido de la
plantación de pimientos tempranos, que se
cultivan con gran esmero y haciendo uso en
algunos casos de respaldos para preservar las
plantas del frío.
Se empieza por formar semilleros planos en
Octubre, colocando primeramente una cama
de estiércol á medio podrir, mezclada con algún
forraje verde para desarrollar mucho calor.
Esta cama alcanza generalmente la altura
de 30 centímetros, y sobre ella se extiende
otra de mantillo de 10 centímetros de espesor.
Se verifica la siembra en cuanto la cama
desfoga su gran calor, abriendo en el mantillo
unos pequeños surcos á la distancia de 15
centímetros unos de otros. En este estado no
exigen los semilleros otras atenciones que algún
riego de lluvia con la alcachofa de la regadera,
extirpar malas hierbas é ir aclarandolas
matas que resulten muy espesas.
Cuando las plantitas ofrecen una altura de
15 centímetros, se arrancan á tirón ó á repelón
, y se transponen á criadero ó nuevo vivero,
en cama caliente, para poderlas sacar
más tarde con cepellón y transplantarlas á las
eras en donde han de quedar de asiento. La
operación de transponer desde el semillero al
criadero se verifica en el mes de Diciembre.
Los criaderos preparados para transplante
de las matitas de pimiento deben estar másabrigados
que los semilleros en que se siembran,
para lo cual se emplean respaldos de paja
de arroz en los terrenos más frescos, suprimiéndolos
en los más cálidos. En ellos permanece
la planta hasta que arroja las primeras
flores, en cuya época (Marzo) se transpone de
asiento. También se hacen plantaciones defi-