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terminadas, pues la madurez se subordina generalmente
á la mayor ó menor precocidad de
las variedades, al clima, y sobre todo á la
constitución del suelo.
Se arrancarán cuando éste se baile lo menos
húmedo posible, pues de otro modo saldrían
las patatas muy llenas de tierra.
Se emplean para arrancarlas la azada alemana
de dos dientes corvos en las pequeñas
explotaciones, y el arado patatero de Desert,
de dos vertederas, en las grandes.
RECOLECCIÓN. — Se puede calcular el producto
medio en 270 hectolitros por hectárea,
ó en 21.000 kilogramos de tubérculos, no obstante
que varía tanto con la naturaleza del
suelo, la clase y proporción de los abonos, las
variedades y el cultivo. Del cuadro de variedades
que hemos expuesto en la página 242,
resulta que la producción mínima representada
por la patata Hier, no ha pasado de 6.225
kilogramos por hectárea, cuando la Blaue
Riesen ha llegado á 35.000. La cantidad de
tubérculos que se emplea para la plantación
suele ser, por término medio, de 2.000 kilogramos
ó 23 hectolitros, suponiendo que se
apliquen patatas medianas.
COMPOSICIÓN.—De los análisis practicados
por el Sr. Sáeuz Diez, resulta que el agua se
encuentra en los tubérculos en la proporción
de 74 á 86 por 100; la fécula, entre 14 y 20, y
el nitrógeno, en 1 por 100 en la substancia
sin desecar.
Nuevecientos gramos de patatas equivalen
en poder alimenticio á 100 de carne fresca de
vaca.
CONSERVACIÓN.—Se emplean diferentes procedimientos.
En muchas localidades se conservan las
patatas en el sitio en que se producen, ó lo
más cerca posible de la casa de campo. Al
efecto, unos abren hoyos muy profundos, que
tapizan con paja eu el fondo y costadoB, y
allí ponen los tubérculos, que cubren en seguida
con paja y tierra. Estos hoyos no son
otra cosa que silos, como los que se acostumbra
abrir en España para encerrar granos.
Pero los silos profundos no valen nada, pues
se calientan con frecuencia los tubérculos y
se declara la putrefacción.
Otros, por el contrario, sólo abren en la
superficie del suelo un hoyo de 32 á 45 centímetros
á lo más, para sentar la pila, que elevan
á cierta altura, y que recubren con tierra,
procurando dejar salir en la parte más
elevada un manojo de paja que favorece la
renovación del aire. Algunos tienen la precaución
de abrir en la base de la pila un foso
más profundo que la primera tongada de tubérculos;
foso que forma el drenaje ó saneamiento,
y que contribuye ciertamente á la
aireación. Este último método es excelente;
vale más conservar las patatas fuera de tierra,
que dentro.
Usos r APLICACIONES.—-Los tubérculos de
esta planta tienen una considerable importancia
en la alimentación de los pueblos; pero
principalmente en Bélgica y en Irlanda se
consumen cantidades extraordinarias, condimentados
de diversos modos.
En las épocas de carestía se mezclan con
frecuencia las patatas cocidas con la masa del
pan en las casas de los pobres, perdiendo mucho
en calidad y ganando poco en volumen.
Todos los animales, caballos, bueyes, puercos,
etc., se acomodan á estos tubérculos, pero
principalmente los ganados vacuno y de cerda
los comen tanto crudos como cocidos. Crudos,
aumentan la secreción de la leche en las vacas
lecheras, y cocidos, convienen bastante á las
aves de corral. Se asegura que 2.000 kilogramos
de tubérculos equivalen á 1.050 de buen
heno.
Las delgadas mondaduras de patatas se dan
á los conejos eu el invierno. En Plandes se
les deja secar en los graneros con este objeto.
No son perdidas las patatas alteradas por
la enfermedad; pero no es prudente someter
á este régimen las vacas y demás animales á
que se destinan.
Las vacas comen muy bien los tallos verdes
de las patatas cuando han alcanzado completa
madurez.
No debe aconsejarse á los consumidores
que compren patatas que no estén maduras
del todo, ni las muy viejas; unas y otras pueden
alterar la salud.
La industria acapara los tubérculos de patata
para fabricar fécula, azúcar de fécula
(glucosa), que se emplea para azucarar los
vinos y las cervezas, y un alcohol muy utilizado
en las artes; pero constituye una detestable
bebida al gusto, y dañosa cuando se ha
descuidado la destilación.
En algunas casas de campo fabrican la fécula
raspando los tubérculos en una vasija con
agua, después de pelados; después, cuando
están raspados del todo, agitan la pulpa en
el agua y la dejan reposar. Formado el aposo,
se vierte el agua con precaución, de manera
que no quede en la vasija más que el
aposo, que es la fécula. Después sólo se trata
de lavarla, de decantarla de nuevo, de lavarla
segunda vez, de dejar que se vuelva k
aposar, de decantarla otra vez y de sacar la
fécula, que debe ser perfectamente blanca. Se
extiende sobre lienzos ú hojas de papel sin
cola; se le expone al sol; se cambia de lienzo
ó de papel de tiempo en tiempo, y se conserva
en sacos después de seca.
En la medicina casera se emplea la patata
rallada para quemaduras con muy buen éxito;
pero en lo que produce efectos admirables
es en las inyecciones de sangre en los ojos por
efecto de insolación, pues basta aplicar la pulpa
raspada entre dos lienzos para que á las pocas
horas desaparezca toda huella sanguínea.
ENEMIGOS.—-La patata está sujeta k diferentes
afecciones, que unas atacan solamente
á los tallos y alguna á toda la planta.
Entre las primeras se cuenta la roña, que
estropea las hojas y las inhabilita para desempeñar
sus funciones vegetativas, oponién-