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milímetros de diámetro, y apenas 2 de elevación;
la bellota, unos 20 de grueso y 18 de
altura; el pedúnculo, 12 milímetros de largo.
El Sr. Laguna, en el folleto que eu 1875
publicó sobre la especie de que se trata (El
roble, QUERCUS JORDAKÍE, de la flora de Filipinas.
Madrid, 8 pégiuas en 4.°, con una
lámina iconográfica), cuyo estudio recomendamos
á nuestros lectores, dice, entre otras
cosas, lo siguiente: «Nada tiene en verdad
de extraño que se bailen, no sólo ésta, sino
algunas especies más de robles, ya nuevas
para la ciencia, ya nuevas á lo menos para
aquellas localidades, si se reflexiona en que
hasta hoy sólo hay descritas siete especies
como habitantes de Filipinas, cuando del Japón
por un lado, y de Java y Sumatra por
otro, se conocen ya en cada uno de esos tres
países más de veinte especies, casi todas propias
y exclusivas de cada uno de ellos, y
seguramente por lo que ya se sabe respecto á
las condiciones del clima de las Islas Filipinas
y á la espléndida representación que muy
diversas familias vegetales tienen en ellas, no
es probable que su pobreza en robles sea tan
grande como aparece al compararlas con los
países citados.
«Sospecho que á manos del P. Blanco llegaron
quizá ejemplares de esta nueva especie
ó de alguna muy parecida á ella; pero ni él la
describió en su Flora, ni dejó hecha otra
mención que la siguiente, que ha servido para
despertar mis sospechas: en la edición segunda
de su libro, página 502, después de la descripción
del Q. concéntrica, se lee: «He visto
otra especie cuyo cáliz es tan corto que solamente
cubre la base de la glande; se da en
Augat». Aquí, según se ve, está indicado uno
de los caracteres más sobresalientes de esta
especie, á saber: la notable brevedad de la
cúpula ó cascabillo del fruto.»
Por lo demás, añadiremos que el palayen
adquiere grandes proporciones, y que su madera
es excelente para construcción, aun
cuando no se explote aún en gran escala, por
lo inaccesible de algunos montes, y por no
estar todavía reducidas á la dominación española
algunas tribus de indios que habitan
los lugares en que hay selvas donde el palayé?i
abunda.
Debe consignarse también en este breve
artículo que el reputado micrógrafo é ingeniero
jefe del Cuerpo de Montes D. Joaquín
M. de Castellarnau, publicó eu 1885 un excelente
trabajo anatómico de la madera del palay
én, que comprende 16 páginas en 4.°, y
va acompañado de una lámina muy bien hecha,
cromo-litográfica, que reproduce las fotomicrografías
por él obtenidas de las preparaciones
microscópicas que hizo de dicha madera.
Se publicó el trabajo en cuestión con el
título siguiente: Descripción microscópica de
la madera del Quercus Jordana, Lagun. (vul.
Palayén), de las Islas Filipinas, de cuya
lectura sacarán mucho provecho los que deseen
penetrar los misterios de la anatomía
vegetal moderna, que tantos adelantos ha
hecho con el auxilio del microscopio, y en
cuyo ramo es el Sr. Castellarnau un consumado
profesor.
PAL ENCÍA (Geografía agrícola).—
Provincia española , situada entre los 41° 49'
y los 43° 2' de latitud Norte, y los 0 o
20'26"y
I o
18' 15" de longitud occidental del meridia­
no de Madrid. Ocupa una extensión superficial
de 8.097 kilómetros cuadrados, que pueblan
180.785 habitantes, distribuidos en 455
poblaciones, de manera que corresponden 22,3
habitantes á cada kilómetro cuadrado,y por la
densidad de población ocupa el trigésimo sexto
lugar entre las provincias españolas. La de
Paleucia, cuyo territorio perteneció en gran
parte al antiguo reino de León, y en parte al
de Castilla la Vieja, confina al Norte con la
de Santander, de la cual está separada por la
cordillera cantábrica; al Este con la de Burgos,
cuyo límite occidental señala en gran
parte el río Pisuerga; al Sur y parte del Oeste
con la de Valladolid, y el resto del Oeste
con la de León, hasta tocar nuevamente en
los confines de la de Santander. Como es fácil
ver echando una ojeada á un buen mapa
de la provincia que nos ocupa, sus límites comienzan
, partiendo del punto más occidental
del Norte, en la peña de Espigueta; sube hacia
la Peña Prieta, pasando por ella; sigue por
cima de Casavegas y Piedras Luengas, hasta
la Peña Labra, y formando desde aquí una ligera
curva hacia el Mediodía, baja al Alto de
Labra, y desde allí, siguiendo la dirección meridional
y formando el límite oriental de la
provincia, va por el Este de Valberzoso y
Cordobilla, hasta Báscones de Ebro, no sin
formar antes numerosas sinuosidades en la inmediación
de la provincia de Santander y pasar
por el cerro de Fontibre, acercándose á
Orbó. En Báscones comienza el confín oriental
, y un poco más al Sur se halla la divisoria
entre Santander y Burgos. Desde ella, y en
dirección Sudoeste, sigue la linde de la provincia
de Palencia por los términos de Villaescobado,
Gama y Mave, hasta encontrar el
Pisuerga por más arriba de Nogales, y de allí
continuar por el valle del río, el cual penetra
algunas veces en la provincia de Burgos, pero
sin separarse nunca más de 3 kilómetros
de la línea divisoria, hasta Villodre y San Cebrián.
Desde este punto penetra de Heno el
Pisuerga en la provincia de Palencia, y el límite
de ésta sigue la dirección Sudeste hasta
el río Arlanzón, frente á Palenzuela, donde
se prolonga un poco hacia el Nordeste, y des -
ciende trazando curvas y cortando el Arlanza
dos veces hasta Espinosa de Cerrato y Castri-
11o de Don Juan, cerca de la división de las
provincias de Valladolid y Burgos. En ese
punto comienza el límite meridional de Palencia,
cerca de las fuentes del Esgueva, siguiendo
el curso de este río en corto trecho
hasta Hermedes; luego por el Mediodía de
ese término municipal, Alba, Población y Cubillas
de Cerrato, para cortar el Pisuerga en