é 3 - citaREA

PAT — 235 — PAT
no hay que contar seriamente con ellos. La
regla responde siempre: ¿hermosas semillas,
buenas recolecciones. Se ha creído también
que había provecho en arrancar los tubérculos
de pataca cada dos años; es también otro
error, como se demostrará al tratar de la re-,
colección.
CUIDADOS QUE SE DEBEN PRESTAR DURANTE
LA VEGETACIÓN.—Consisten en Bélgica en una
escarda quince días después de la plantación,
al empezar á apuntar los tallos; una segunda
escarda cuando han salido todas las plantas;
una entrecava profunda y el aporcamiento
después de alcanzar los tallos de 40 á 50 centímetros
de altura.
En Francia se reduce el cultivo de entretenimiento
á un pase enérgico de grada en el
primer año, cuando aparecen los brotes en la
superficie, y á las entrecavas imprescindibles
y alomado de las líneas.
En el segundo año varía el cultivo de entretenimiento,
según el método de plantación
seguido. Cuando se arrancan por completo
las patacas, y se replantan de nuevo en el
mes de Febrero siguiente, se puede dar una
entrecava á la tierra con azada de caballo,
para corregir la irregularidad de las líneas.
Mas cuando se limita la recolección á las patacas
que deja á descubierto el arado, y las
que quedan eu el suelo son suficientes para
repoblar la tierra de matas al año siguiente,
entonces no están ya eu líneas las plantas, y
no hay necesidad de acometer la entrecava,
pero sí de pasar muchas veces la grada en
Abril, Mayo y Junio. Este método no se distingue
por su perfección, pero ofrece la ventaja
de ser económico, porque se ahorran los
15 ó 20 hectolitros de patacas que se invertirían
en la nueva siembra. Cuando se estercola,
se distribuye el estiércol antes de practicar
la labor plana, que siempre sigue á la
recolección, sea el que quiera el método que
se adopte.
Aunque hoy se considera el procedimiento
mejor, cuando se trata de buenas tierras, el
de plantación anual de tubérculos, M. Heuzé
cita al cultivador M. Villerroy, que cultiva
un prado permanente de patacas, estercoladas
cada tres ó cuatro años. Labra después
de arrancar las raíces tuberculosas, y hace
pasar la grada para volver á recoger todas
las que se dejan ver. Las que todavía quedan
en tierra comienzan en seguida á vegetar, y
cuando alcanzan suficiente altura, las entrecava
y aclara. Desde hace cincuenta años jamás
ha renovado'la plantación con nuevos
tubérculos, y todos los años obtiene una cosecha
igual en cantidad á una mediana de patatas.
El estiércol aumenta mucho el producto,
habiendo conseguido M. Villerroy tallos
de 3 metros de altura eu tierra estercolada.
RECOLECCIÓN DE LAS PATACAS.—No deben
arrancarse las patacas hasta fin de invierno y
á medida de las necesidades. En las cuevas y
sótanos se reblandecen muy pronto los tubérculos,
y están expuestos á la podredum­
bre, mientras que se conservan mejor en el
suelo. En los sótanos temen los hielos; en tierra
no los temen, ó los temen muy poco, sin
que den motivo á la inquietud de los cultivadores.
Las patacas cultivadas por M. Joigneaux
han soportado fríos de 15 á 20° y más,
sin resentirse. Los murciélagos y las ratas les
atacan algunas veces durante la invernada,
pero débilmente, y con más frecuencia en las
inmediaciones de los setos y en los montones
de piedra.
Le habían asegurado que arrancando los
tubérculos de dos en dos años solamente, se
obtenía un rendimiento más considerable que
haciéndolo todos los años. M. Joigueaux ha
dejado sin arrancar una parte de su plantación
, á fin de comparar y juzgar por sí mismo
lo que había de exacto en esta afirmación.
El 21 de Marzo de 1860 hizo arrancar catorce
matas de patacas de dos años, que ocupaban
una superficie de 5 metros cuadrados.
Estas catorce matas dieron 35,500 kilogramos
de tubérculos lavados, es decir, 7 kilogramos,
100 por metro cuadrado, ó 71.000 kilogramos
por hectárea.
Después mandó arrancar patacas de un
año, y reconoció que se necesitaban veinte
matas para producir 35,500 kilogramos, porque
veinte matas de un año igualaron á catorce
de dos años, convenciéndose del interés
manifiesto eu renunciar al cultivo bisanual y
adoptar el anual, que rinde unos 57.000 kilogramos.
No está de ninguna manera de acuerdo
M. Joigneaux con las observaciones de algunos
autores que colocan el rendimiento eu
peso de la patata por encima del de la pataca.
Esto no es exacto, según sus datos; la pataca
ha producido cuatro veces más que la patata,
según el testimonio de la báscula, y garantizando
la exactitud de las pesadas.
Además, aunque la pataca fuese un tercio
inferior á la patata como substancia alimenticia,
no habría tampoco que temer ningún
menoscabo. A mayor abundamiento, la pataca
soporta en su asiento, ó en pie, los fríos
más rudos del invierno.
El peso de los tubérculos de pataca es casi
el mismo que el de los tubérculos de patata.
El hectolitro de unos y otros pesa de 66 á 68
kilogramos. Cien kilogramos de tubérculos
toman del suelo 0,33de nitrógeno, según monsieur
Boussingault.
Este sabio agrónomo indicó que el rendimiento
varía desde 100 hectolitros colmados á
750 por hectárea. Un hectolitro colmado de
patacas pesa de 78 á 80 kilogramos.
Sin embargo, en Dampiérre (Francia),
donde no se cultiva el campo de patacas más
que dos años, porque al segundo resultan pequeños
los tubérculos, se considera buen rendimiento
de cincuenta á sesenta sacos por
hectárea:
Para evitar el lavado de los tubérculos en
la recolección, M. de Béhague emplea el siguiente
procedimiento: Al sacarlos de la tie-