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pero á Teces hasta cinco ó seis. Las flores masculinas
están en amentos numerosos, pequeños
, pero algo mayores que los del pino silvestre,
de color amarillo claro, amontonados en
espiga cilindrica ú oblonga; anteras con su
laminilla grande, redondeada y dentada en
el borde. Las flores femeninas se presentan en
amentos del tamaño próximamente de los
masculinos, derechos, solitarios ó verticilados,
casi sentados, de color rojo-violado, con
las bracteillas salientes y más largas que las
escamas. Las pifias están solitarias ó verticiladas,
casi sentadas, derechas al principio,
después extendidas ú horizontales, y al fin,
frecuentemente, péndulas y como adheridas
á las ramas, aovadas ó aovado-cónicas , obtusas,
lustrosas, de un color pardo-verdoso ó
algo rojizo, y del largo de las hojas, con corta
diferencia; las escamas tienen la apófisis bastante
desarrollada, revuelta, con ombligo
mocho ó pinchudo, rodeado en la base de un
anillo negruzco más ó menos marcado. En
éste, como en todos los pinos cuyos frutos se
presentan revueltos hacia abajo, las pinas son
por lo general bastante asimétricas, desarrollándose
mucho mejor el lado expuesto á la
luz que el lado arrimado á la rama. Los piñones
son pardos ó negruzcos, de 4 á 5 milímetros
de largo, con ala blanquecina, como
ahumada, de 10 á 14 milímetros de largo y
de 4 á 6 de ancho. Florece el pino negro de
Junio á Julio; maduran sus frutos á fines del
segundo verano, y diseminan en la primavera
del tercer año, á los veinticuatro meses de
haber florecido.
ÁREA.—Vegeta el pino negro en las grandes
montañas de la Europa media y meridional,
extendiéndose desde Sudoeste al Noroeste
por las cordilleras de los Pirineos, Jura,
Alpes y Carpacios, subiendo hacia el Norte
hasta las montañas que separan la Bohemia
de la Sajouia (Erzgebirge) y bajando hacia
el Sur por los Apeninos hasta la Calabria.
HABITACIÓN EN ESPAÑA.—Vive aislado ó en
rodales en los Pirineos aragoneses y catalanes,
y asociado al pino silvestre y al abeto,
pero también sube á puntos en que aquéllos
le abandonan, y queda sólo formando el límite
superior de la vegetación arbórea. Según
Willkomm, se encuentra también en la
serranía de Cuenca, pero en todo caso será
únicamente en ejemplares aislados, lo cual le
quita toda importancia forestal en dicha localidad,
por masque la importancia botánica
sería grande, porque aquéllos marcarían entonces
el límite austro-occidental del área de
la especie.
LOCALIDAD. — Es árbol esencialmente de
montaña, que llega á altitudes de 2.400 metros,
y que no se acomoda á vivir en los llanos.
No sufre bien las altas temperaturas y
largos veranos, y en cambio resiste mejor que
el pino silvestre los extremados inviernos de
las altas cordilleras. Es frugal, y prospera
bien en terrenos de muy diversa constitución
geognóstica y mineralógica, como lo demues­
tra su existencia lo mismo sobre antiguas rocas
plutónicas que sobre modernas rocas calizas.
Respecto á las condiciones físicas y al
estado de agregación del suelo, parece convenirle
sobre todos el que es algo húmedo y
no compacto. Prefiere también, aun en las
grandes altitudes en que suele vegetar, las
frescas exposiciones al Norte y al Este, á las
más secas del Sur y del Oeste.
CULTIVO Y APROVECHAMIENTO.—Poco se
sabe del cultivo del pino negro, á causa, sin
duda, de sus especiales condiciones de localidad.
Sin embargo, la conservación de los
montes de esta especie es muy interesante,
porque situados casi siempre en grandes alturas
y en casi inaccesibles pendientes, sirven
en muchos casos de monte protector, de abrigo
indispensable contra aludes y derrumbamientos,
á los situados inferiormente y aun á
las bordas y aldehuelas de las montañas. En
tales sitios sólo debe beneficiarse por entresacas
regularizadas, ó á lo más estableciendo
las cortas por fajas de poca anchura, y sólo
con el fin de facilitar algo la saca de los productos,
penosa siempre en demasía en semejantes
montes; de ese modo es también más
seguro el repoblado por diseminación, sin
necesidad de recurrir á cultivos artificiales,
tan costosos y arraigados en esos sitios. El
turno puede ser largo, dada la lentitud de
crecimiento de estos árboles, y los rodales
jóvenes deben aclararse lenta y cautamente,
para que no falte amparo al suelo y al rodal
mismo.
La madera, compacta y de grano fino, es
muy estimada por lo bien que se hiende y se
trabaja, y excelente para obras de tornería y
para objetos que exigen pulimento, siendo
útilísima eu las poblaciones montañosas, no
sólo como madera para construcciones y utensilios
de todas clases, sino también como combustible.
Pinus laricio, Poiret.—Recibe los nombres
de pino salgareño, en Jaén; pino blanco, en la
Sagra de Huáscar; pino maderero, en Baza;
pino negral, en Cuenca, Guadalajara, Teruel
y Castellón; pinopudio y ampudio, en la sierra
de Guadarrama y Soria; pino cascalbo, en
Avila; pino albar ó blanco, en Huesca (Anzánigo,
Bernés); pino nasarre, nasarro ó nazarrón,
en el Pirineo aragonés; pino gargalla,
en Lérida; Pi samet, en Tarragona (La Espluga);
Pi bord, en Cataluña (según Vayreda).
DESCRIPCIÓN.—En su sistema radical predominan
las raíces laterales ó secundarias, las
cuales, sin profundizar mucho, se extienden
bastante, y penetran hasta eu las grietas de
las rocas, adhiriéndose á ellas fuertemente.
El tronco es derecho, de forma bastante regular,
y adquiere una altura de 30, 40 y aun
más metros, presentándose limpio de ramas
hasta más arriba de la mitad de su altura, con
la corteza blanco-cenizosa y á veces como plateada
y bastante lisa en los árboles jóvenes,
más obscura y resquebrajada en los viejos. En