é 3 - citaREA

PIS — 368 — ris
lanzarse á mar abierta. (Véase Langosta de
mar.) Respecto de la cría de otras especies,
aún no se han hecho las observaciones y estudios
necesarios. En ese caso se hallan el Píaty
caruras pagurus, muy común en los mares
septentrionales; la Maia Squinado, que tal
vez pudiera sustituirle en nuestras regiones,
y el Carcinus mamas, que se multiplica con
una rapidez extraordinaria. Tampoco se somete
á cultivo la Telphusa.
Para el transporte de los lobagantes y langostas
de mar, los ingleses y escoceses tienen
la costumbre de recoger esos crustáceos en
cestas, y depositar éstas en la bodega de los
barcos, conservando el ambiente fresco y húmedo,
ó se valen de barcos-viveras, en los
cuales conducen 10 ó 12.000 lobagantes ó
langostas. Para conservar esos crustáceos sirven
los estanques de agua salada ó los de
agua dulce, según la especie, con tal de que
se mantenga el líquido aireado. También sir-
HH
i
Figura 133.—Escala salmonera
ven las cajas-viveras y los cestos sumergidos
en agua, usados en Cerdefia y en la Spezia
(Italia) para las langostas de mar. En el establecimiento
del Sr.' Kuffer (Munich) se
crían y conservan gran DÚmero de cangrejos
de río en pilas de piedra, que miden 2,50 metros
de longitud por 1,50 de anchura, siendo
renovada el agua constantemente por medio
de corrientes naturales. En cada pila hay de
5 á 6.000 cangrejos, cuyo peso medio es
de 250 gramos. Se mantienen los machos separados
de las hembras, y éstas son alimentadas
por el estilo que los salmonídeos. En las
cercanías de Florencia se cultiva de una manera
especial y en grande escala la Telphusa
Jtuviatilis, recogiendo los cangrejos en otoño,
colocándolos uno por uno en una pequeña
vasija de tierra, abierta por la parte superior
y agujereada en el fondo, y formando con esas
vasijas y los prisioneros en ellas encerrados,
jilas verticales, en las cuales cada recipiente
sirve de tapa al que se halla debajo de é!. AI
superior se dirige un chorro de agua, y aldescender
el líquido, va cayendo gota á gota
en los \asos inferiores, del último de los cuales
sale definitivamente. El cangrejo, sometido
á esa clausura, pierde su antigua cubierta
dermóica; la nueva no se llega á endurecer, y
el cangrejo es muy estimado al ser puesto ála
venta durante el mes de Agosto. También
halla fácil salida en Venecia el Carcinus mainas
en la época de la muda.
CRÍA DE LAS OSTEAS.—(V. Ostra.)
CRÍA DE LOS MEJILLONES.— (V. Mejillón.)
CRÍA DEL LUCIO.—(V. Lticio.)
CRIA DE LOS CIPRÍNIDOS.—(V. Carpa.)
CRIA DE LOS SALMONÍDEOS.—Entre los peces
más estimados ocupa el salmón uno de
los primeros lugares sin duda alguna. Para,
conservar y criar los peces de ese género hay
que comenzar por hacer desaparecer las causas
de destrucción, que dependen de la natu- .
raleza ó de la acción del hombre.
Las primeras, ó sean las
*9 intemperies, las inundaciones
súbitas, la escasez de agua y la
presencia de los animales voraces,
son especialmente fatales
para los huevos y para los salmonídeos
jóvenes. Las causas
artificiales son muy variadas,
comenzando por los trabajos
agrarios, que desvían las corrientes
de agua y restringen
las fuentes y arrebatan á los ríos
ó á los depósitos la vegetación
natural, dificultando por consiguiente
la producción de los
animales necesarios para que los
otros se nutran.
En los ríos y arroyos que
están en comunicación con el
mar, de donde suben los salmonídeos
á criar, se procurará á
toda costa desembarazar, las corrientes
de todos los obstáculos
naturales. Ocurre algunas veces que la corriente
del río está interrumpida por pozas,
canales, paradas, etc., que impiden trepar al
salmonídeo, y en este caso se acude á la llamada
escala salmonera (figura 133), que en
último término no es otra cosa que una verdadera
escalera, cuyos peldaños forman otrostantos
depósitos de madera ó fábrica; el más
alto recibe el agua de la parte superior de la
presa, ó de lo que sea el obstáculo, mientras
que el último se encuentra al nivel de su pie
ó base. Estas escaleras están construidas de
tal modo que el agua recibida por el peldaño
superior, se lanza en ángulo recto sobre la.
pared de enfrente del inmediato inferior, y
debe correr por una abertura ancha, abierta
en el costado; de este modo es recibida por el
segundo peldaño, después por el tercero, etc.,.
describiendo en línea ondulada una serie de:
pequeñas cascadas. Por lo demás, la disposición
de estas escaleras suele variar bastante-