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sin peligro alguno. La madera es muy variable
en sus caracteres.
Las especies que se cultivan para adorno
de los jardines y bosquetes son muchas. Nosotros
reseñaremos aquí las más importantes
bajo todos los aspectos.
Rhus coriaria, L.—Nombre vulgar, Zumaque.—Arbusto
espontáneo en varios montes
Se Castilla, Andalucía, Extremadura, Cataluña
y Navarra principalmente. Tiene las
hojas alternas, caducas, pecioladas, opuestoimparipinadas,
de 7 á 15 hojuelas sentadas,
ovales, lanceoladas, con la base entera con
frecuencia, pero muy dentada en el resto del
contorno y vellosas, así como el pecíolo común,
los ejes de las inflorescencias y las ramillas,
mates y más pálidas debajo que por
encima, tomando el color rojo vivo en otoño;
pecíolo alado, aveces entre las hojuelas superiores.
Flores dioicas 6 polígamas, en tirsos
terminales estrechos, alargados, derechos; pedúnculos
cortos, con tres bracteillas en cada
flor; cáliz con los segmentos ovales obtusos;
pétalos oblongos y blancos, más largos que
las divisiones del cáliz. Drupa subglobosa,
comprimida, con lana muy densa, de color
pardo purpurado en la madurez, que tiene
lugar en Diciembre. Las flores aparecen de
Junio á Julio. Es arbolillo derecho, de 3 á 4
metros de alto, con una circunferencia de 20 á
30 centímetros; su ramificación es poca, consistiendo
en algunos gruesos brotes vellosos,
que tienen un canal medular muy desarrollado
y circular. Los jugos son lechosos, y las
yemas globosas, muy cubiertas de pelo lanoso.
Especie muy robusta y de singular sobriedad;
pasa por ser propia de los terrenos calizos,
dándose mal en los silíceos, y sobre todo
en los húmedos. Brota de cepa con vigor, y
puede emplearse para vestir las pendientes
áridas y meridionales de las sierras.
Se multiplica el zumaque por semilla, de
raíz, por estaca y por acodo. Las semillas
germinan al segundo año, y deben ser enterradas
después de la madurez, previa una labor
somera dada al suelo. La plantación debe
efectuarse en otoño, y siempre que se opte
por eáte medio de reproducción, las estaquillas
deberán colocarse á la distancia de 60 centímetros,
introduciéndolas en el suelo 50 centímetros.
Para zuma.cales (dice el Si'. García Maceira,
á quien copiamos en lo substancial de este
trabajo.—Noticia sobre el zumaque.—-Revista
forestal, tomo VIII, 1875) deben elegirse preferentemente
los terrenos sueltos, pedregosos
y sin provecho para otro cultivo. Sólo así,
viviendo perfectamente el zumaque en los
suelos más secos y áridos, viene á ser planta
éu alto grado estimadísima, pues da valor á
tierras de otro modo improductivas.
Es conveniente dar al zumacal dos labores
por año; la primera en primavera, y la segunda
en otoño, después de la recolección. Con
esta sencilla diligencia se destruyen los numerosos
barbados que, brotando de la raíz
demasiadamente, dañan y ahogan á los pies
jóvenes. La planta de tres años dispensa ya al
agricultor de toda atención y cuidado, y á
dicha edad puede empezar sin inconveniente
el corte de ramas, cuidando de efectuarlo en
Agosto y á unos 8 centímetros del suelo.
En Sicilia y en algunos puntos del Mediodía
de Francia las ramas del zumaque sécanse
cuidadosameute y se varean después para separar
de ellas las hojas, que se muelen á seguida
bajo una piedra vertical y giratoria,
parecida á la que se usa para la extracción
del aceite. El polvo de la hoja y el de la rama
(que mandan en los referidos países con separación
al comercio y que emplean las artes
en el curtido y en el tinte respectivamente)
se tamiza después con cuidado, introduciéndolo,
por último, para el transporte en grandes
sacos de lona.
En España, al menos en Castilla, chiquillos
y mujeres cortan el zumaque y lo tienden
sobre el suelo de las eras y corralizas, trillándolo,
una vez seco, cual si fuera una gramínea.
Así van al comercio nuestros ricos zumaques
de Abedillo (Zamora), de Geria (Valladolid)
y de Moriscos (Salamanca) en gruesos
pedazos, mezclados y revueltos con substancias
vegetales extrañas, con piedra, arena y
tierra, que tal negligencia y descuido revisten
por lo común las faenas de nuestros labradores.
Cada hectárea de zumacal, bien plantado,
puede producir de 1.000 á 1.200 kilogramos
de hoja. Algunos autores franceses hacen subir
esta producción á 4.000 kilogramos. El
zumaque de Sicilia es el mejor que corre en
el comercio de Europa; es verde claro, de olor
agradable y penetrante, recolectándose principalmente
en el Val de Mazara y en los alrededores
de Casini.
Efecto del insignificante gasto que lleva
consigo el entretenimiento y cultivo del zumaque,
es esta planta propia y adecuada á
ciertas comarcas españolas de suelo pobre,
sembradas hoy á largos plazos, de centeno,
que nace tarde, vive desmedrado y apenas
compensa, al cosecharse, el trabajo del agricultor.
Estos terrenos, casi eriales, abundan
en la Península.
Tres hectáreas de zumacal pueden producir
en España 350 pesetas anuales. ¿Y no es
este rendimiento grande, dada la pobre condición
de los suelos donde puede vivir y desarrollarse
el zumaque?
Efecto de su valor tánico, el zumaque viene
empleándose desde muy antiguo para el
adobo de las pieles finas (cabra, oveja, etc.),
á las cuales deja con grandísima flexibilidad,
librándolas del resquebrajamiento á que las
exponen otros curtientes más ricos.
La corteza del zumaque sirve para teñir de
pardo y negro el algodón, la seda y la lana.
Precipitando de la infusión el tanino mediante
la gelatina, se obtienen colores amarillos
bastante hermosos. Los frutos de esta plan-
I ta son acídulos, y conservados en vinagre,