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los primeros, las ramas, regularmente verticiladas,
forman una copa piramidal, y en los
segundos, no tan regularmente dispuestas,
forman una copa algo redondeada y aplanada.
Las yemas son cilindricas, alargadas, terminadas
en punta aguzada, cou escamas blancoplateadas,
lustrosas, rodeadas en la base por
otras escamillas más delgadas, blanquecinas,
con venas parduzcas, franjeadas en sus bordes
y revueltas. La madera de este piuo es abundante
en resina, blanco rosada ó algo rojiza
en el duramen, muy elástica y duradera cuaudo
procede de pinos criados eu localidad conveniente.
Las hojas son fuertes, rígidas, más
ó menos punzantes, rectas ó algo encorvadas,
de 10 á 14 centímetros de largo y de 1,50
milímetros de ancho;-su color es verde intenso
, á veces algo obscuro, y se presentan aserraditas
en los bordes (vistas con lente), y
con punta córnea y amarillenta (como en la
mayoría de los pinos), amontonadas con frecuencia
al extremo de los ramillos, que se
presentan desnudos en casi toda su longitud,
rodeadas en la base de una vainilla corta,
pardo-blanquecina, persistentes de tres á seis
años. Los amentos masculinos son graudecitos,
de 15 á 20 milímetros de largo y de 5 á
7 milímetros de grueso, cilindrico-oblongos,
obtusos, casi sentados, rectos ó algo encorvados,
amarillos; los estambres con pedicelo
breve y laminita redondeada, escotada ó roido-denticulada.
Los amentos femeninos son
pequeños, solitarios ó verticilados, rojos, erectos,
cou breve pedúnculo; brácteas más cortas
que las escamas. Las pinas se presentan solitarias
ó verticiladas en número de dos ó tres,
de forma aovado globosa, peduuculadas y
erectas cuando jóvenes y después aovado-cónicas
ó aovado-oblongas, casi sentadas ó sentadas
y patentes, horizontales ó algo inclinadas
hacia abajo; su tamaño es algo variable, pero
por lo común son un poco mayores que las del
pino silvestre; el color, cuando están maduras,
es de barro cocido; las escamas tienen sus
apófisis lustrosas, romboidales ó pentagonales,
bastante convexas en su mitad superior, y el
ombligo deprimido en su centro, de color más
subido (rojo de carne) que el de la apófisis
(aunque agrisado ó blanqueado en las pinas
viejas), y mocho ó con un mucroncito ó espinilla,
principalmente en la mitad superior
de la pina. El piñón es pequeño (5 á 7 milímetros
de largo y 3 á 4 milímetros de grueso),
agrisado-obscuro, con ala semi-aovada ó semilanceolada,
blanquecina ó parduzca, y unas
tres veces más larga que él. Florece el pino
laricio en España de Marzo á Mayo, según
las localidades; madurau sus frutos en el segundo
otoño, diez y ocho meses' después de
la floración, y diseminan en la primavera siguiente.
ÁREA.—El pino laricio, incluyendo como
forma suya la variedad austríaca, se extiende
de Occidente á Oriente desde la provincia de
Avila, por la Europa meridional, hasta la
Turquía asiática (montañas del Tauro), y de
Sur á Norte, desde Andalucía, Sicilia y el
Tauro, sube, estrechando cada vez más su
área, hasta terminar en la Moravia y la Galitzia,
abrazando así unos 12° en latitud y
cerca de 40° en longitud. Los montes más importantes
de esta especie se encuentran en
nuestras provincias de Jaén y Cuenca, así
como en Córcega y la Calabria.
HABITACIÓN EN ESPAÑA.—Encuéntrase este
pino en las provincias de Huesca, Lérida,
Barcelona, Gerona, Zaragoza, Tarragona, Burgos,
Soria, Avila, Segovia, Madrid, Guadalajara,
Cuenca, Teruel, Castellón, Valencia, Albacete,
Murcia, Jaén y Granada, extendiéndose
principalmente por la mitad oriental de
España; pero también penetra hacia el Oeste
y en el Centro de la Península hasta las montañas
que separan los valles del Tiétar y del
Alberche (Sierra de Piedralaves, provincia
de Avila), y formando sus mayores y á la vez
más estimados montes en la serranía de Cuenca
y en las sierras de Cazorla y de Segura.
LOCALIDAD.—Prospera en todas las exposiciones,
y prefiere los terrenos calizos, sobresaliendo
en ellos, no sólo por la pujanza y la
belleza de sus troncos, sino también por las
excelentes cualidades de su madera. Sus mejores
rodales se hallan en España, entre 900
y 1.500 metros de altitud, sin dejar por eso
de vivir bien á mayores alturas, puesto que
en las sierras de Segura y Cazorla sube hasta
las cumbres, elevándose algunas de ellas á
más de 1.800 metros.
CULTIVO Y APROVECHAMIENTO.—Para las
siembras y plantaciones puede tenerse presente
lo dicho para el pino silvestre, exceptoen
lo relativo á la composición del terreno, y
en la mayoría de los casos deben preferirse
los cultivos de otoño á los de primavera, en
atención á que el pino laricio no sube á tanta
altura en las montañas como el silvestre. En
las siembras por fajas ó á golpes se emplearán
unos 8 4,10 kilogramos de piñón desalado por
hectárea. La plantación conviene se haga con
plantitas criadas en terreno no labrado con
extremo, á fiu de que aquéllas desarrollen
fuertes raíces laterales, y cuando el sitio en
que tenga que plantarse esté expuesto á calores
fuertes y tempranos, será más segura la
plantación con pinitos que cuenten ya tres ó
cuatro años de edad y que sean transplantados
con cepellón.
Desde muy joven sufre el pino laricio mal
la sombra, de modo que si se beneficia por
repoblación natural, ya sea por entresacas
regularizadas, ya por cortas diseminatorias,
deben disponerse las operaciones de modo que
los diseminados queden libres de los árboles
padres, á toda luz, desde el tercero ó cuarto
año á lo más. Podría bastar á este pino, atendido
su crecimiento, un turno de ochenta años;
pero teniendo en cuenta la importancia de
sus productos maderables y las aplicaciones
que pueden dárseles, serán preferibles casi
siempre los turnos largos de cieuto sesenta y
aun doscientos años.