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puertos de Portugal estuvo representado en
ti año citado de 1886 por la entrada de 11.304
buques, con 4.356.000 toneladas de mercancías,
y por la salida de 11.359, con 4.315.000 tone-
Jadas de mercancías. Correspondieron al comercio
de altura 5.672 buques, que importaron
3.476.000 toneladas, y 4.348 barcos, que
exportaron 3.561.000 toneladas de mercancías.
IiOS principales países con quienes comercia
Portugal son, por orden de importancia para
Jas relaciones mercantiles de nuestros vecinos,
la Gran Bretaña, Francia, Alemania, España
v los Estados Unidos. La marina mercante
contaba eu 1886 con 469 barcos, con 84.097
toneladas métricas, y entre ellos 36 vapores
con 16.583.
Entre las vías terrestres de comunicación
figuraban en 1887 varias líneas férreas que
medían 1.819 kilómetros de longitud, de ellos
144 de vía estrecha. La longitud de las líneas
telegráficas era en 1885 de 4.978 kilómetros.
B. Fernández y Ramón.
POSESIÓN (Jurisprudencia).—Tenencia
de una cosa ó disfrute de un derecho por una
persona. En ese caso se la califica de natural
para distinguirla de la civil, que es la misma
tenencia ó disfrute, unidos á la intención de
haber la cosa ó derecho como suyos. La posesión
puede ser ejercida por la misma persona
que tiene las cosas y los derechos y los
disfruta, ó por otra en su nombre. Según el
Código civil, la posesión en los bienes y derechos
puede tenerse en uno ó dos conceptos:
ó en el de dueño, ó en el de tenedor de la
cosa ó derecho para conservarlos ó disfrutarlos,
perteneciendo el dominio á otra persona.
Solamente pueden ser objeto de posesión las
cosas y derechos que sean susceptibles de
apropiación. Algunos jurisconsultos-han dividido
la posesión en mera, detentación, detentación
legal y posesión verdadera. Llaman
detentación la del que tiene la cosa sin razón,
sin título, sin buena fe; detentación legal, á
la posesión en nombre de otro, á título de
arrendatario, comodatario, depositario, etc.,
y posesión verdadera, á la tenencia de la cosa
en concepto de dueño, por sí ó por otro, con
título y buena fe. El Código reputa poseedor
de buena fe al que ignora que en su título ó
modo de adquirir haya vicio de nulidad. La
buena fe se presume siempre, y al que afirma
Ja mala fe de un poseedor corresponde la
prueba. La posesión adquirida de buena fe
solamente pierde ese carácter en el caso y
desde el momento en que existan actos que
acrediten que el poseedor no ignora que posee
la cosa indebidamente. Se presume que la
posesión se sigue disfrutando en el mismo
concepto en que se adquirió, mientras no se
pruebe lo contrario.
Según el artículo 438 y siguientes del Código
civil, la posesión se adquiere por la ocupación
material de una cosa ó derecho poseído,
ó por el hecho de quedar éstos sujetos á
la acción de nuestra voluntad, ó por los actos
propios y formalidades legales establecidas
Día—VIL
para adquirir tal derecho. Puede adquirirse
la posesión por la misma persona que va á
disfrutarla, por su representante, por su mandatario
y por un tercero sin mandato alguno;
pero en este último caso no se entenderá adquirida
la posesión hasta que la persona en
cuyo nombre se haya verificado el acto posesorio
lo ratifique. La posesión de los bienes
hereditarios se entiende transmitida al heredero
sin interrupción y desde el momento de
la muerte del causante. Del que válidamente
repudia una herencia, se entiende que nunca
la ha poseído. En ningún caso puede adquirirse
violentamente la posesión mientras haya
un poseedor que se oponga á ello; ha de reclamarse
el auxilio de la autoridad. El que
sucede por título hereditario, solamente sufrirá
las consecuencias de una posesión viciosa
por parte del causante, cuando se demuestre
que aquél tenía conocimiento de los vicios
que la afectaban, y los efectos de la posesión
de buena fe solamente le aprovecharán desde
el momento de la muerte del causante. Los
menores y los incapacitados pueden adquirir
la posesión de las cosas, pero necesitan la
asistencia de sus representantes legítimos para
usar de los derechos que nazcan de la posesión
á su favor. La posesión, como hecho, no
puede reconocerse en dos personas distintas,
fuera de los casos de indivisión. Si surgiere
contienda sobre el hecho de la posesión, será
preferido el poseedor actual; si resultaren dos
poseedores, el más antiguo; si las fechas de
las posesiones fueran las mismas, el que presente
título, 3' si todas estas condiciones fueran
iguales, se constituirá en depósito ó guarda
judicial la cosa, mientras se decide sobre
su posesión ó propiedad por los trámites correspondientes.
Los derechos del verdadero poseedor son
respetabilísimos bajo todos conceptos; aquél
hace suyos los frutos de la cosa hasta la litis
contestación, aun en el caso de que sea vencido
enjuicio y se le obligue á restituir por
sentencia; puede retenerla en el caso de serle
disputada 3' de ser vencido en juicio, hasta
cobrarse de las mejoras que no sean de puro
lujo. Tiene á su favor la presunción de propiedad,
mientras no pruebe otro mejor derecho,
y ni siquiera responde del deterioro ó
pérdida de la cosa poseída, aunque haya sido
producido por hecho propio. Todo poseedor,
en caso de ser inquietado, debe ser amparado
en su posesión y restituido por los medios
que las leyes de procedimiento establecen.
Sólo la posesión que se adquiere y se disfruta
en concepto de dueño puede servir de título
para adquirir el dominio. La posesión de una
cosa raíz supone la de los muebles y objetos
que se hallen dentro de ella, mientras no se
acredite que deben ser excluidos. Carla uno
de los partícipes de una cosa en común, se
entenderá que ha poseído exclusivamente durante
la indivisión la parte que al dividirse le
cupiere. El poseedor de buena fe, hasta que
cese ésta, hace suyos los frutos naturales ó
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