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PIN — 344 — PIN<br />
Flora forestal española del eminente botánico<br />
Si". Laguna, lo que sigue:<br />
«Los amentos masculinos son laterales y<br />
están amontonados al extremo de los ramillos,<br />
formando una espiga bajo la yema terminal<br />
de <strong>é</strong>stos; los estambres son muchos, sentados,<br />
amarillentos, escamiformes y terminados en<br />
una especie de cresta ó laminita, bajo la cual<br />
se hallan los sacos polínicos.<br />
»Los amentos femeninos se presentan al<br />
extremo de las ramillas del año mismo de la<br />
floración, aislados, opuestos ó verticilados, de<br />
color casi siempre rojizo ó purpúreo, y rodeados<br />
en la base de brácteas membranosas. Las<br />
brácteas, que al fin desaparecen, son por lo<br />
común más cortas que las escamas; <strong>é</strong>stas son<br />
gruesas y carnosas, redondeadas, y llevan en<br />
la parte baja de su cara interior ó superior<br />
dos óvulos, cuyo micrópilo mira hacia abajo.<br />
»Las pinas, que necesitan dos ó tres años<br />
para madurar, están siempre erectas al principio,<br />
despu<strong>é</strong>s patentes, horizontales ó revueltas;<br />
sus escamas leñosas y persistentes, y engrosadas<br />
en la parte superior de su dorso,<br />
presentan una apófisis ó escudo romboidal, dividido<br />
en dos partes, superior <strong>é</strong> inferior, por<br />
una especie de quilla y en su centro un ombligo,<br />
ya en forma de hoyito ó depresión, ya en<br />
la de protuberancia mocha ó punzante. Los<br />
piñones son alados en la mayoría de las especies,<br />
con ala larga y delgada, y montada sobre<br />
la semilla.<br />
s Arboles elevados, rara vez arbolillos, siempre<br />
verdes, de ramificación bastante regular,<br />
sobre todo en las primeras edades, por proceder<br />
sus brotes, salvo raras excepciones, sólo<br />
de las yemas terminales y de las verticiladas<br />
inmediatamente debajo de ellas. Yemas vestidas<br />
de muchas escamas membranosas, con sus<br />
puntas por lo común revueltas hacia afuera;<br />
estas escamas son consideradas por muchos<br />
botánicos como las verdaderas hojas de los<br />
pinos; en sus axilas aparecen despu<strong>é</strong>s los ramitos<br />
acortados, que llevan hojas de otra forma,<br />
las agujas ú hojas aciculares, reunidas dos,<br />
tres ó cinco dentro de una vainilla membranosa<br />
y blanquizca que se va contrayendo y<br />
casi desaparece á medida que las agujas crecen<br />
y se alargan. Las dos, tres ó cinco agujas que<br />
se hallan reunidas dentro de cada vaina presentan,<br />
si se las une, prescindiendo de su extremo<br />
superior, aguzado y á veces punzante,<br />
una figura cilindrica, y cada una un semicilindro,<br />
si son dos, ó la sección del mismo necesaria<br />
para completarlo con las otras, si son<br />
tres ó cinco. Un el primero ó primeros años<br />
de la planta no se presentan así las agujas, sino<br />
solitarias, más cortas, más anchas, comprimidas<br />
ó aplanadas y aserraditas ó pestañosas en<br />
sus bordes. Las agujas de los pinos tienen<br />
abundantes estomas dispuestos en series ó líneas<br />
sencillas, longitudinales, marcándose bien<br />
á la simple vista como puntitos blanquecinos<br />
por la resina que los cubre.<br />
sLos troncos, aunque elevados y derechos,<br />
no conservan, por lo general, eu los últimos<br />
años, la esbeltez y regularidad que los de los<br />
abetos, porque no pudiendo sufrir los pinos<br />
tanta sombra como aqu<strong>é</strong>llos, sus rodales concluyen<br />
por aclararse bastante, y el efecto de<br />
la falta de espesura se ve, no sólo en eso, sino<br />
tambi<strong>é</strong>n en el aspecto de sus copas, que aunque<br />
de forma piramidal en las primeras edades<br />
, como en los abetos, despu<strong>é</strong>s se redondean<br />
y aun á veces se aplanan y se vuelven aparasoladas.<br />
«Sesenta y seis especies de pinos se hallan<br />
hoy enumeradas y descritas en los libros más<br />
modernos y autorizados (D. C., Prod. XVI,<br />
secc. post., páginas 378 y 406, París, 1868).<br />
Su distribución es la siguiente: ocho especies<br />
se encuentran silvestres en Europa, á saber:<br />
P. sylvestris, montana, halepensis, laricio,pirenaica,<br />
pinaster, pinea y cembra; de <strong>é</strong>stas, una<br />
sola, el P. montana, es exclusivamente europea;<br />
otra, el P. pinaster, es á la vez africana;<br />
cuatro, los P. sylvestris, laricio , pyrenaica y<br />
cembra, son tambi<strong>é</strong>n asiáticas; y las dos restantes,<br />
P. pinea y halepensis, se encuentran en<br />
Europa, África y Asia. El continente africano<br />
presenta sólo tres especies: P. pinea, halepensis<br />
y pinaster. Asia reúne veinte especies,<br />
de las cuales son exclusivamente suyas catorce,<br />
que visten y adornan principalmente las<br />
montañas del Himalaya, la China y el Japón.<br />
Am<strong>é</strong>rica, la Am<strong>é</strong>rica del Norte, pues en la<br />
del Sur no hay ni una sola especie indígena,<br />
es la verdadera tierra de los pinares, llegando<br />
á cuarenta y dos las especies de pinos que en<br />
ella se crían, todas exclusivamente suyas, y algunas<br />
cubriendo vastísimos territorios. Australia<br />
carece de estas Abietíneas, pues aunque<br />
en algunos catálogos se citan un Pinus<br />
Nova Hollandim y otros, cuyos nombres más<br />
ó menos caprichosos pudieran hacer creer que<br />
proceden de aquellos países, no son en realidad<br />
otra cosa que nombres aplicados por jardineros<br />
y comerciantes á especies introducidas<br />
allí recientemente.<br />
»En Europa el P. sylvestris es sin duda el<br />
que merece el primer puesto , por la notable<br />
extensión de su área, que la ocupa casi toda,<br />
aunque sus mayores montes se hallan principalmente<br />
en la mitad septentrional de esa parte<br />
del globo; en su mitad meridional tampoco escasea;<br />
pero compiten con <strong>é</strong>l en importancia,<br />
por las extensas masas que forman, los P. la-<br />
. ricio y pinaster, bastando citar como ejemplo<br />
nuestros montes de pinos salgareños y negrales<br />
de Ja<strong>é</strong>n y de Cuenca, que corresponden á la<br />
primera especie, y los de pinos rodenos y negrales,<br />
de Cuenca los primeros y de Segovia y<br />
Avila los segundos, que corresponden al P. pinaster.<br />
Siguen á <strong>é</strong>stos en importancia los P. halepensis<br />
y pinea en la parte más próxima al<br />
Mediterráneo, y los P. montana y cembra en<br />
las altas montañas y en el Nordeste de Europa.<br />
»Las especies de nuestra Península pertenecen<br />
todas á la sección Pinaster, ó sea la de<br />
los pinos que tienen sus agujas reunidas de<br />
I dos en dos, faltando por completo en nues^