é 3 - citaREA

PAE — 211 — PAR
tros de lado más Esas cuerdas han de ser
de una sola pieza, con alambres continuos, recocidos
y galvanizados. Sus extremos, así el
que se une al vastago, como el que termina
en el suelo, se sujetarán con cabillas de rosca
en piezas de hierro, y esos ensamblajes se
rodearán después con soldadura. Los apoyos
de.los conductores no llevan aisladores, y deben
tener la forma de horquilla si los conductores
son de hierro en barras, y aquéllos
han de sujetarse por compresión ó atadura,
si éstos son de cuerda, reduciendo siempre el
número de conductores cuanto sea posible.
El conductor penetrará en tierra después
de atravesar un forro ó envoltura de madera
ó de metal. A la extremidad inferior de aquél
se fija ó suelda una masa metálica eu forma
de placa ó cilindro hueco, que tenga gran superficie.
Esa masa metálica ha de quedar
siempre sumergida por lo menos un metro,
aun en las mayores sequías, en la capa de
agua subterránea. Cuando no sea posible utilizar
los pozos ya existentes, se llegará á la
capa de agua por medio de un pozo revestido
de fábrica y de 0m,80 de diámetro. Si no fuera
posible llegar á la capa de agua abriendo pozos,
será necesario desistir de establecer pararrayos,
porque el aparato sería más peligroso
que útil. Siempre que se hayan de instalar
en monumentos ó edificios de alguna extensión,
se emplearán dos ó más conductores que
bajen al depósito común, ó sea á la capa de
agua, y se han de preparar registros en tal
disposición, que faciliten en cualquier momento
el examen de la parte subterránea del
conductor y del citado pozo. Las piezas subterráneas
se han de poder sacar fácilmente,
tanto para examinarlas, como para limpiarlas
y quitar la oxidación.
La zona protegida por los pararrayos no es
probablemente tan extensa como se ha venido
suponiendo. Generalmente se acepta hoy
que una varilla protege eficazmente el volumen
de un cono de revolución que tenga la
punta por vértice, y la altura de la varilla,
medida á partir de la cumbrera, multiplicada
por 1,75, por radio de la base. En la práctica
se puede dar una separación algo mayor
á las varillas, á condición de establecer un
circuito en las cumbreras, ó lo que es lo mismo,
un conductor metálico que recorra sin interrupción
las cumbreras de todo el edificio
que se trata de proteger, y que se una metálicamente
á todas las varillas de los pararrayos
y al conductor, y por lo tanto á la capa
de agua que forma el depósito común. El circuito
de las cumbreras se compondrá de barras
cuadradas de hierro, de 2 centímetros de
lado y 4 ó 5 metros de longitud. Esas barras
han de quedar unidas entre sí por superposición
de los extremos con dos pasadores y una
buena soldadura de estaño. Los ramales que
se derivan del circuito han de terminar eu
forma de T, cuya cabeza se superponga á la
línea principal, á la cual se unirán con pasadores
y soldadura de la manera ordinaria,
prolongándose por el otro extremo para que
constituyan el ramal. En algunos casos.podrá
insistir directamente sobre las cumbreras del
circuito. Sin embargo, como no conviene comprometer
las juntas y soldaduras, á consecuencia
de reparaciones ú otras causas, es
preferible en general sostenerle á cierta altura
mediante apoyos convenientemente separados.
Esos apoyos podrán variar, según la
forma y disposición de las cumbreras, siendo
horquillas ó cojinetes de hierro fundido, y de
4 á 6 kilogramos de peso, colocados sobre la
cumbrera, y que tengan en su cara superior
una ranura en que entre la barra.
Comprobación de los pararrayos.—Los pararrayos
deben ser inspeccionados una vez al
año por lo menos, al fin del otoño, y además
se ha de ensayar su resistencia eléctrica en la
parte metálica y contacto con la tierra. Para
comprobar el estado de continuidad de los
pararrayos M. Prancisque-Michel ha propuesto
un aparato, á que da el nombre de Registrador
automático de pararrayos, y que reúne,
al parecer, á la sencillez y sensibilidad, la ventaja
de dar indicaciones constantes y permanentes,
y la de anunciar automáticamente
el menor accidente que ocurra, sea por oxidación,
por rotura del conductor, etc., etc.;
M. Melsens, ingeniero belga, ha ideado otro
registrador. Sobre un tubo de cartón ó de vidrio
arrolla un alambre de cobre, formando
una hélice dexlrorsum ó sinistrórsum, y encima
de la hélice coloca á diversas alturas, suspendida
de un hilo de seda sin torsión, una
aguja imanada sensible, ó la sitúa sobre un
eje vertical, cuando ha de ser aplicado el aparato.
Eu el iuterior del tubo de vidrio ó de
cartón', y en el eje de la hélice, se introduce
bien un haz de alambre de hierro ó un cilindro
de hierro, ó bien la mitad de una gruesa
aguja de acero de hacer media, recocida ó
templada, pero absolutamente privada de magnetismo.
Se puede preparar una hélice muy
sensible empleando en su construcción 1 ó 2
metros de alambre de cobre de 0,8 á 0,5 milímetros
de diámetro, que forme de 50 á 100
espiras. La aguja imanada se coloca en el
plano del meridiano magnético, y se dispone
el aparato de tal suerte que la hélice encima
de la cual se encuentra la aguja imanada sea
exactamente perpendicular á ésta. Una de las
puntas de la aguja en esa posición puede marcar
las desviaciones que experimente sobre un
semicírculo graduado de 180°, haciendo coincidir
primero con ella el cero, que se encuentra
en el punto medio del semicírculo ó cuadrante.
Si una chispa de una máquina eléctrica
ordinaria pasa por el hilo ó alambre de la hélice,
imanará el pequeño cilindro interior fijo,
y obrando este por influencia sobre la aguja
imanada móvil en un plano horizontal, la desviará
á derecha ó izquierda del cero, según sea
el sentido en que se haya arrollado el alambre
de la hélice y la dirección en que marcha la
chispa entre el polo positivo y el negativo.
Los pequeños cilindros de acero templado ó