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acero, cuyos huecos macizan otros tantos bloques
móviles, sostenidos por un contrapeso;
rodea el conjunto un cilindro con tapa que
ajusta herméticamente. Colocada la masa en
el cilindro, se cierra la tapa y se le hace descender
mediante una biela movida por el volante,
comprimiendo la masa, en la cual penetran
las cuchillas, dividiéndola en 30 trozos
de igual volumen.
Respecto de hornos, se ha adelantado mucho
en los últimos tiempos, tanto en consumo
de combustible como en la facilidad de las
operaciones y limpieza del local.
Sin embargo, la construcción de un horno
está supeditada al combustible más barato de
la localidad.
En Madrid, por ejemplo, donde hasta hace
pocos años no había otra cosa que retama, los
Figura 84.—Sección vertical del horno
hornos están fabricados para esta clase de
combustible. Son de planta circular, de unos
16 pies de diámetro; la bóveda es un casquete
esférico, del espesor de un pie, ó sea el largo
de un ladrillo, con altura en el centro de 4,50
pies, cogidos con tierra igual á la del ladrillo;
el suelo, formado de baldosón crudo, de 2
pies de lado y 2,50 pulgadas de grueso, sentado
sobre una capa de sal. Sobre la bóveda
se apisona un espesor de 2 pies de tierra, y
las paredes de los costados tienen la fortaleza
suficiente para resistir el empuje de la bóveda.
No hay nada más sencillo, sólido y duradero
que esta clase de hornos; así es que todavía
se construyen en tahonas modernas.
En otros puntos donde abunda leña gruesa,
que da menos llama que la retama, se adopta
la forma representada en las figuras 84 y 85
(sección vertical y planta del horno). Mide 3
metros de diámetro en el eje menor, 3,5 en el
mayor y 65 centímetros de altura en el centro.
A es la entrada; B, boca; C, conducto para
introducir la ceniza caliente y brasa en el hogar
de la caldera; C, caldera para calentar
agua; F, puerta del hogar; O, chimenea de la
caldera que comunica con la del horno; O O,
situación-correspondiente de los conductos de
tiro y humos. En el corte transversal se mués-tra
la dirección de los conductos O, que confluyen
al frente bajo la campana de chimenea.
Consume este horno 20 á 80 kilogramos de
leña por cada 100 de pan. Puede añadirse un
hogar á cada lado de la boca para quemar
cok, dispuestos á la altura del suelo del horno.
Consume con esta disposición 10 kilogramos
de cok por 100 de pan.
Donde abunda el carbón mineral, los hornos
se calientan con hornillos que comunican con
la cámara de cocción ó con hogar independiente,
sin que los productos de la combustión
penetren en la cámara. De esta clase los
hay con suelo giratorio. Además, existen
hornos calentados por tubos de agua á gran
presión, con plataforma móvil sobre carriles.
[Figura 85.—Planta del horno
De los primeros, el tamaño usual mide 3
metros de longitud, 2,10 metros de latitud y
0,25 á 0,30 metros de altura; de plaza rectangular,
estrechando algo hacia el frente; la
bóveda, formada de piedra porosa, es muy
rebajada; el suelo es de losas de la misma
clase de piedra, con unos 25 centímetros de
desnivel en toda la longitud. La embocadura
de hierro de 0,60 metros por 0,26, y tapa á
corredera movida por una palanca con contrapeso;
á cada lado de la boca hay un hornillo
de 0,25 de entrada. En el fondo del horno
tres conductos que, pasando por encima de la
bóveda, van á confluir al frente, con registros
para graduar el tiro y distribuir el calor. Las
dimensiones exteriores son: 2,80 frente, 3,90
costado y 3,25 altura; la fábrica está asegurada
con tirantes de hierro.
En las tahonas modernas se encuentran,
hornos superpuestos, calentados ambos por
un solo hogar en la parte posterior ó á un
costado, evitándose así que se mezcle el polvo
de carbón con las masas al tiempo de enhornar.
El aire caliente pasa por dos anchas canales,
debajo del suelo del primer horno, y se
dirige por otras laterales á la parte alta de la