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plato de presión; el husillo, y finalmente varias
series de tarugos prismáticos de madera
que transmiten al plato la presión del husillo.
Haciendo omisión de los modelos que sirven
indistintamente para vino y aceite, podemos
clasificar las prensas para vino de este
modo:
1.° Prensas de palanca sencilla movida á
mano.
2.° I'rensas de palanca se?icilla movida con
torno vertical.
3.° Prensas de palanca múltiple (sistemas
Mabille, Samain, franco-española, etc.).
4.° Prensas de ballesta.
5° Prensas de engranaje.
De las prensas de palanca sencilla nada
hay que decir, conocido el mecanismo délas
de igual clase que se usan para aceite; el platillo
ó base es de madera ó de hierro colado,
y el husillo de hierro dulce; se construyen y
están muy extendidas en todas las regiones
vinícolas de España. Algunas veces la palanca
recibe movimiento de un torno vertical;
disposición parecida á la del bouel ya descrito.
Una de las prensas más notables de palanca
múltiple es la de Mabille, cuyo mecanismo
especial está representado en la figura 209.
La tuerca tiene en su parte inferior una rueda
ó plato A, cuya circunferencia presenta una
porción de agujeros; B es la palanca de maniobra,
y C la caja donde por medio de pernos
D se sujetan dos bielas JE JE articuladas,
que transmiten el movimiento de rotación á
la rueda por medio de dos chavetas F F. La
caja D insiste sobre la pieza O, que es la que
soporta la presión.
La operación se efectúa del modo siguiente:
Colocado el orujo en la jaula, tapado con el
plato circular y puestos sobre éste los tarugos,
se hace bajar todo el mecanismo por el
husillo hasta ponerse en contacto con la carga.
Entonces se colocan los gatillos ó bielas
en posición, fijándolas á dos agujeros de la
rueda por medio de las chavetas. Se mete la
palanca B en su sitio y se le imprime un movimiento
de vaivén, de la misma manera que
cuando se trabaja con la herramienta llamada
carraca, que sirve para taladrar el hierro.
Ahora bien; las chavetas de las bielas están
biseladas por abajo, de suerte que la biela, al
moverse en una dirección, puede arrastrar
consigo á la rueda, pero al moverse en dirección
contraria la chaveta va resbalando de
un agujero á otro, sin hacer presa en ninguno.
El vaivén de la palanca produce un movimiento
encontrado de las bielas; cuando una
de ellas avanza, haciendo girar á la rueda, la
otra retrocede, y resbalando sus chavetas, no
produce efecto alguno. Al volver la palanca,
la primera biela es la que retrocede sin agarrar
la rueda, y á su vez la segunda avanza,
engranando su chaveta. De esto resulta que
la presión es continua y la rueda adelanta á
cada movimiento de la palanca, pero con la
condición de que las dos chavetas se pongan con
el bisel hacia el mismo lado; de otro modo es
imposible. Cuando la resistencia es demasiadofuerte,
se cambia la palanca por otra mayor,
y se continúa apretando; al final se colocan
las bielas en otros agujeros más próximos que
hay al lado de C, con lo cual se obtiene la
presión máxima. .
Para desarmar se cambian las chavetas con
los biseles hacia el otro lado y se mueve la
palanca.
Téngase presente que la maniobra de la
palanca debe hacerse sin sacudidas y parando-
Figura 211.—Prensa de ballesta
alguna vez, para dar lugar á que fluya el
mosto, y sobre todo evítese el poner las chavetas
con los biseles encontrados, porque al
forzarlas puede ocurrir una rotura.
La casa Mabille freres, de Amboise, construye
una porción de modelos, con los cuales
se obtienen presiones desde 30.000 hasta
60.000 kilogramos, con base de madera cuadrada
y sin jaula, con base de hierro colado
ó de hierro dulce (figura 210), portátiles,
montadas sobre un carro, etc.
Para hallar la presión que puede alcanzarse
con una de estas prensas, se multiplica Ja
longitud de la palanca grande por la circunferencia
de lá rueda de agujeros; se multipli-.