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abundante de su secreción; y otras veces resultan
de la atrofia de todo un órgano, pétalo
ó estambre,, y aun de todo un verticilo de
esos órganos, aglutinados entonces frecuentemente
entre sí, formando una especie de disco;
y finalmente, en ocasiones es el mismo receptáculo
el que se convierte en nectarífero y
segrega la materia azucarada. También hay
casos en que las glándulas excretoras se introducen
en las prolongaciones del cáliz ó de
la corola, en forma de bolsas, de sacos, de
cuernos ó de espuelas, como se ve en las violetas,
la linaria común, los pelargonios y
otras muchas plantas. Cuando las glándulas
ocupan la parte media ó superior de la parte
media del cáliz ó de la corola, toman esas piezas
la forma de casco ó de bolsa invertida.
Durante mucho tiempo se ha dudado cuáles
serían las funciones de los órganos nectarios
y de las substancias que segregan. Casi todos
los botánicos del pasado siglo han entendido
que las plantas se desembarazaban de un exceso
de savia en esa forma; hoy se reconoce
que esas secreciones tienen una relación directa
con la fecundación, y atraen los insectos,
cuyo concurso es frecuentemente necesario
para la diseminación del polen ó para
transportarle de unas flores á otras.
NEFRITIS (Patología veterinaria) .—Inflamación
de los ríñones que se observa en todos
los animales, si bien raras veces; se desarrolla
con caracteres de mayor gravedad en
el caballo y en el perro. Puede ser aguda 6
crónica. Sus causas son los traumatismos, las
caídas bajo la carga, los cálculos urinarios,
ciertos parásitos, los entorpecimientos en la
expulsión de la orina y el abuso de los diuréticos.
Esa afección puede ser sintomática de
otras enfermedades, como la peste bovina, septicemia,
el carbunco y la paraplegia.
Sus síntomas son: fiebre, dolores lumbares,
que aumentan cuando se practica la exploración
rectal, la estación en pie, los miembros
posteriores separados y el dorso encorvado.
La marcha es penosa, y los enfermos caminan
arrastrando las extremidades. En la cuadra ó
establo se observan en ellos dolores cólicos
más ó menos vivos, y los llamados cólicos nefríticos.
Las orinas, expelidas con frecuencia y
en pequeña cantidad, son espesas, albuminosas
y sanguinolentas, conteniendo depósitos
formados por exudaciones fibrinosas y restos
de epitelio. A veces aparecen mezclados en
ellas glóbulos de pus aislados ó pus en condiciones
ordinarias. Obsérvase también en los
enfermos inapetencia, sed, constipación, estremecimientos
y vómitos. Cuando la inflamación
ocupa la cápsula de envoltura, se presentan
algunos síutomas de peritonitis. En
esos casos de perinefritis no se modifica la secreción
urinaria. La inflamación de la vejiga
provoca dolores sordos y cólicos ligeros, pero
persistentes. Cuando en tales casos disminuye
la secreción de orina, el hecho es debido á la
obstrucción de la vejiga ó de los conductos.
La marcha del padecimiento es rápida, y ter­
mina por resolución, estado crónico, gangrena
y supuración. La resolución se verifica entre
el día quinto y el octavo, según las especies.
El paso al estado crónico se realiza cuando
se indura y atrofia el riñon, disminuyendo
luego el dolor y apareciendo la debilidad general
en el paciente. La micción es entonces
frecuente, y las orinas expulsadas muy turbias.
La gangrena provoca sudores, debilidad
del pulso ó intermitencia; cesan los dolores, y
las orinas son fétidas y negras. Al producirse
la supuración se reavivan los dolores; el absceso
formado puede abrirse sobre la vejiga ó
el peritoneo; en el primer caso, las orinas son
purulentas; en el segundo, la peritonitis e-s
mortal. No se debe confundir la afección con
la cistitis y el lumbago. Esa enfermedad, más
ó menos grave según el desarrollo que alcance
y la extensión del órgano, deja en el riñon:
hiperemia, que revela la inyección y la rubicundez
ó infartos sanguíneos á veces; escamación
catarral de los canalillos uriníferos, y
transformación grasosa. También pueden extenderse
las alteraciones al tejido conjuntivo
(nefritis intersticial), descubriéndose asimismo
en ese sitio la presencia del pus, que puede
reunirse formando abscesos. La atrofia de los
corpúsculos de Malpighi provoca la transformación
del órgano.
TRATAMIENTO.—Sangrías generales y repetidas;
revulsivos sobre los ríñones, en cuyas
obstrucciones se practicarán escarificaciones
igualmente; brebajes mucilaginosos, adicio-,
nados con sulfato ó carbonato de sosa; lavativas;
purgantes de áloes ó de aceite de ricino;
reposo y dieta.
NEGRETI A.—Género de plantas de la familia
de las Leguminosas, subfamilia de la i
Papilionáceas. Se encuentran silvestres en la-
Islas Filipinas las especies leñosas siguientes:
Negrelia urens, P. Blanco. Nombre vulgar,
Buiquiquit.—Tallo voluble; hojas ternadas;
la hojuela de en medio se acerca á la
figura lanceolada, las dos laterales casi aovadas,
con los lados desiguales, enteras y lampiñas.
Flores axilares, en racimos péndulos;
pedúnculos comunes, con brácteas dobles á
cada lado. Fruto legumbre de 10 centímetros
de largo y 5 de ancho, con un canal muy profundo
en cada una de las dos suturas, formado
por la terminación de muchas costillas ó
pajas transversales, oblicuas y serpenteadas,
anchas por arriba y estrechas por abajo, que
corren por las dos caras de la legumbre, de
jando entre sí otros tantos canales; es además
muy pelosa, y está dividida en dos ó tres aposentos,
y en cada uno una semilla comprimida
y arriñonada, con una zona negra que ocupa
la mitad de la orilla.
Florece en Noviembre. Las semillas son
tan duras que ni aun con martillo se puedeu
romper. Las legumbres están horriblemente
erizadas de pelos tan tiesos que no se les puede
coger, ni aun mediando ropa. La raíz es
de color violado muy subido. El tronco herí-