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En la actualidad no basta producir sencillamente
peras; es preciso obtenerlas buenas
y hermosas, para que satisfagan al paladar y
seduzcan á la vista; no se trata solamente de
expenderlas por 100 kilogramos, sino de venderlas
por piezas ó por cientos, para realizar
beneficios satisfactorios.
Las frutas de Francia gozan gran reputación
en toda Europa, pero más particularmente en
Prusia é Inglaterra; esta es la causa de que
vayan á estos países las peras más hermosas.
Para llegar al resultado que se persigue,
Figura J16,—Pera Pater noster
hay evidentemente muchos medios; pero el
principal, el más conocido y que algunos
suelen aplicar con cierta reserva, es el que
consiste en suprimir las peras que se encuentran
en exceso en el árbol.
El procedimiento más perfecto consiste en
destacar á fin de Agosto ó principios de Septiembre,
es decir, al declinar la savia, botones
de fruto con parte de la madera á que están
adheridos á las ramas, é injertarlos, cual verdadero
escudete, en las ramas de variedades
de peras vigorosas, cuyos árboles se cultivan
en espaldera, como la Manteca magnífica, la
Curé, la Manteca de Amanlis, etc.
El resultado de la operación es tan manifiesto
que algunos desconocen estas peras por
el volumen que adquieren.
Con el auxilio de botones de fruto, ingeridos
en espalderas, se pueden recolectar sobre
un mismo árbol peras tempranas y tardías,
con gran sorpresa de las personas poco familiarizadas
con los secretos del arte de la arboricultora.
Efectuándose la soldadura del injerto antes
de paralizarse la savia, resulta que el botón
abre su flor en la siguiente primavera, y se
cogen frutos enormes en el otoño, con relación
á la variedad ingerida.
Se emplean también otros procedimientos
para aumentar el volumen de las peras;
pero M. Riviére aconseja hacer uso de
los más sencillos.
El primero consiste en suspender las
peras por medio de pequeñas tablas,
que evitan la tensión de los pedúnculos.
Es muy útil para las peras Belle
Angevine. Éstas crecen demasiado para
que se les abandone á sí mismas.
También se disponen con este objeto
anillas especiales, que se suspenden de
diferentes modos, á fin de sostener las
peras en todas las disposiciones en que
se presentan; pero todo esto no puede
considerarse como procedimiento corriente
de arboricultora, y menos industrial.
Cuando nacen los frutos en la extremidad
de los ramos delgados y cortos,
es necesario consagrarles mucho cuidado,
porque se hacen generalmente muy
gruesos. A fin de aumentar más su volumen
, aconseja M. Riviére que se
practique una incisión longitudinal, á
partir del tercio inferior del ramo, y
prolongarla algunos centímetros por
encima de su talón, sobre la rama en
que está inserto.
Con el mismo objeto se ha propuesto
practicar injertos de empalme de brotes
vigorosos sobre soportes de frutos
del peral, á fin de aportar á estos árboles
un suplemento de nutrición; pero
aunque este procedimiento responde
algunas veces, ofrece el inconveniente
de exigir mucho tiempo y ser delicado.
Es necesario tener muy en cuenta, si
se quiere llegar al mayor desarrollo de las
peras, las circunstancias especiales en que se
encuentran las ramas respecto á los frutos,
pues no hay que contentarse con tomar ramas
sanas, bien agostadas, que se hayan desarrollado
al Mediodía, sino que deben destacarse
de las ramificaciones que hayan llevado peras.
Cuando se vean hermosas frutas en un árbol,
si hay deseos de obtenerlas semejantes, se
marcará el sitio con una atadura de mimbre,
y se cortarán en el momento oportuno los injertos
en la rama elegida al efecto. El injerto
reproduce, no solamente los caracteres de la
variedad, sino también los especiales de la ramificación
de que se le separa.
VARIEDADES DE PERAS QUE DEBEN CULTIVAR­
SE EN MAYOR ESCALA.—En vista de la concu-