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can también debajo de los tejadillos, y la simiente
irá adhiriéndose á las tejas y cantos,
en los cuales podrá ser trasladada á puntos'
que se desee poblar. Esos aparatos ofrecen la
ventaja de no ser destruidos por los teredos
y demásinoluscos xilófagos ó devoradores de
madera.
También se ha ideado una caja colectora,
representada en la figura 68, en la que suponemos
separada una de las paredes del colector,
para que se vea la disposición interior
de los marcos móviles.
Este aparato, á pesar de sus limitadas dimensiones,
presentaá las ostrilias abandonadas
por las madres, una extrema multiplicidad de
puntos de fijeza. Compónese, como se ve en
la figura claramente, de una caja envolvente
de madera ligera, de forma rectangular, de
longitud de 2 metros por 1 de ancho y altura;
dicha caja está desprovista de fondo, pero lie-
i"
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Figura 6S.—Caja colectora
va tapa, y sus paredes están llenas de agujeros
que dejan paso libre al agua. La caja contiene
unos marcos de madera, cuyo hueco
central está ocupado por una red de cuerda
ó un enrejado de latón.
Cuando la caja colectora debe funcionar, se
la coloca sobre unas losas ó piedras planas, de
modo que no toque en el fondo, que deberá
ser arenoso, sujetándola bien en seguida por
medio de barrotes verticales para que no la
mueva el oleaje ni las corrieutes. Abierta la
caja por arriba, se echan en la arena del fondo
cinco ó seis docenas de ostras madres;
luego se pone sobre los barrotes inferiores inttrnos
un par de cercos con tela metálica, en
Jos cuales antes se colocan muchas valvas de
conchas grandes ó caracoles de mar, y además
varias ostras madres en disposición de
criar como las del suelo. A estos cercos siguen
los otros del segundo estrato, dispuestos del
mismo modo que los del inferior, y por fin,
los del superior de Jas ostras madres, que aquí
no son necesarias, tapando últimamente toda
la caja con tablas sujetas por el barrote supe­
rior que atraviesa las asas, quedando el todo
afianzado del modo antes indicado.
El aparato dispuesto de este modo, se abandona
á sí mismo. Las ostras de todos los estratos
no tardan en desovar; la simiente primera
se deposita particularmente sobre las valvas
y mariscos de los mares, y se desarrolla poco
á poco en buenas condiciones. Al medio año,
como se ha indicado anteriormente, las ostrilias
habrán adquirido bastante desarrollo, y
podrán retirarse los cercos conchíferos carga- >
dos con ellas, los cuales sirven para poblar
los estanques salados, las ensenadas ó cualquier
otro sitio en que quieran establecerse
nuevos bancos de ostras, con tal de que el
fondo no sea cenagoso y se corra el riesgo de
que queden enterrados los moluscos. Se empieza
por desmontar el aparato pieza por pieza,
siguiendo el orden de arriba abajo, y se
coloca con precaución el depósito procedente
de cada marco, sobre
el suelo de un parque
ó de un río. Puédense
también transportar
los marcos lejos,
colocándolos, como
ya sabemos, en cajas
flotantes llenas de
agujeros, ó si el viaje
debe hacerse por tierra,
embalándolos en
cajones convenientemente
rellenos de
hierbas húmedas.
Este aparato tiene
la ventaja de poner
las ostras al abrigo
del limo, que pudiera
asfixiarlas al tiempo
de nacer, y de la mayoría
de los animales
que las hacen guerra.
En las cercanías de la Rochela y en Lalen
recogen la simiente de las ostras por medio
del
llamado empedrado colector, compuesto-
de rocas informes, colocadas de manera que
queden entre ellas oquedades y especie de
cuevas, en cuyas paredes se fijen las ostrilias.
Ese medio ofrece el inconveniente de que
adhiriéndose completamente las ostras por.
una de Jas valvas, no es dable desprenderlas
sin romperlas y ocasionar por lo mismo pérdidas
de consideración.
Parque de ostras (1).—Las enseñanzas que
envolvía el sistema seguido por los romanos
para la cría y explotación de las ostras, no
han sido perdidas ni mucho menos, y en nuestra
época se ha ido perfeccionando cada vez
más esa industria. Ya hemos dicho que los
moluscos recogidos en fondos fangosos tienen
un gusto desagradable, al menos para los paladares
delicados; pues bien, para corregir
ese defecto se han ideado los parques, donde
(1) Como complemento de este artículo, véase
Fargue.