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se ha indicado por algunos en España como
espontánea , pero esto no está comprobado.
Es árbol que alcanza á veces una altura de
15 á 17 metros por uu metro de circunferencia.
Tiene las raíces penetrantes, que se
extienden mucho. A los veinte años da semillas
fértiles, con intermitencia en el fruto, de
dos ó tres años. Su longevidad suele ser de
un siglo. Crece con alguna lentitud. Las flores
masculinas y femeninas están dispuestas
en amentos; las escamas de los de las primeras
son aovado agudas, empizarradas, con diez á
doce estambres en su base. Involucro de las
flores femeninas formado por dos brácteas
unidas en forma de odre membranoso, acrescente,
que encierra después el fruto, pequeño,
aovado y liso. Hojas aovado-lanceoladas, agudas,
doblemente aserradas, lampiñas en el
haz, pubescentes en el envés en la parte correspondiente
á los nervios.
La corteza está asurcada á lo largo y es de
color parduzco. La madera es de color rojo
claro, parecida á la del peral, compacta, homogénea,
muy tenaz; su peso específico, completamente
seca, es de 0,910. Se emplea en maquinaria
para dientes de ruedas, durmientes, etc.
En Francia se encuentra espoutáneo este
árbol en el litoral de la Proveuza y en el Condado
de Niza, pero su área se extiende al Este
hasta eLLíbano, sin pasar jamás hacia el Norte
de la latitud de 47°. Su límite ecuatorial pasa
por el Sur de Grecia, Italia y Sicilia. Muestra
predilección esta especie por los terrenos
peñascosos de rocas calizas. En los jardines
se multiplica este vegetal de semilla, y también
injerto sobre patrón de carpe. Es planta
vigorosa que se da bien en toda clase de terreno.
Se cultiva asimismo en los jardines la Ostrya
virginica, Wild., árbol alto, de yemas agudas;
hojas de forma variada, ovales unas, alargadas
otras, con una sola fila de dientes, acuminadas
en el ápice, algo pubescentes, y con pelos
glandulosos en los pecíolos, nervios, estípulas,
pedúnculos y brotes. Los frutos forman,
por su reunión y cubiertas, un estróbilo alargado,
ciliudráceo, con los óvulos alargados
no acuminados, con limbo calicino bastante
desarrollado, casi campanulado, profunda y
desigualmente dentado. Florece de Mayo á
Junio.
Procede este árbol déla América septentrional,
donde se encuentra desde la Carolina
hasta el Canadá. El botánico Spach distingue
•dos variedades: la glandulosa, por los pelos
glandulares de las partes tiernas de las ramas,
hojas y pedúnculos, que la hacen casi viscosa,
además de las glándulas que tienen las
hojas en las dos caras, y la eglandulosa, que
carece de pelos y glándulas. Se multiplica
este árbol como el anterior, y también puede
reproducirse por estaca.
0SYRIS.-(V. Bayón, Guardalobos.)
OTITIS. EXTERNA ó CATARRO AU­
RICULAR {Patología veterinaria).—Enfermedad
muy frecuente en el perro y rara en los
demás animales domésticos. Es causada por la
presencia de cuerpos extraños, y debida frecuentemente
en el perro á una diátesis herpética.
Los síntomas del padecimiento son: dolor
en la base de la oreja; frecuentes sacudidas de
la cabeza, inclinándola hacia la parte dolorida,
y quejidos. El interior del pabellón aparece
rojo y húmedo; esa secreción va en aumento
durante el desarrollo de la enfermedad, se
vuelve purulenta, de color gris y olorosa.
Cuando pasa al estado crónico, se observan á
veces pequeñas ulceraciones sanguinolentas,
cuyo fondo está ligeramente hinchado. Los
animales se rascan, se restriegan, pierden
carnes y frecuentemente se quedan sordos.
Como tratamiento se prescribe el limpiar
el conducto, el empleo de inyecciones emolientes
y alcalinas tibias, adicionadas, cuando
el dolor es muy vivo, con agua de adormideras
ó algunas gotas de láudano. En el período
siguiente se emplean inyecciones astringentes,
alumbre, sulfato de cinc ó nitrato de
plata. Es muy recomendable la mezcla de glicerina
y tintura de yodo; cuando se forman
abscesos es preciso hacer la punción. También
se ha aconsejado el empleo del permanganato
de potasa en inyecciones. En los casos graves
se puede recurrir á los sedales, á los vejigatorios
y á los purgantes. Cuando acompaña ó
sucede á la enfermedad una afección de la
piel, se administrará el ácido arsenioso y el
yoduro de potasio.
OTOÑADA, OTOÑARSE, OTOÑO
C Clima). — Como en los países meridionales
el sol calienta mucho en el verano y las lluvias
son raras, se agostan las hierbas y los ganados
perecen de miseria, sin que las aguas
del equinoccio de otoño no las haga brotar, y
por esto se dice si esas aguas caen oportunamente:
con estas lluvias tenemos buena otoñada;
la utilidad de estas palabras no necesita
más prueba que el auhelo con que la desean
los ganaderos estantes, y las repetidas preguntas
que los trashumantes hacen por el camino,
cuando bajan con sus destructores ejércitos á
ocupar las fértiles llanuras de Extremadura.
El adagio vulgar dice: otoñada verdadera ,por
San Miguel la, primavera.
Esas aguas que sazonan las uvas y avisan al
labrador que es tiempo de disponer la tierra
para la siembra de invierno, cuya siembra, si
se retrasa, suele perjudicar una larga sequía, ó
unas lluvias prolongadas que dañan á la germinación,
y nada favorecen al resultado que
se persigue.
La otoñada tardía perjudica al fruto del
olivo, que cuando ocurre en su tiempo el árbol
toma vigor, y su fruto se asegura, engorda
y madura. En la encina, si no llueve á tiempo,
la bellota se queda pequeña y le entra la
melera, con lo que es de bien poco provecho.
Otoño. — Es la tercera estación del año;
principia el 23 de Septiembre, cuando el sol
entra en el signo de la balauza, y termina el 22
de^Diciembre, cuando entra el sol en el signo
de Capricornio. En nuestro hemisferio los días