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RUÉ — 691 — RUI
' Los Sres. Gebrüder Israel, de Viena, constx'uyen
una rueda de cajones que se aplica á
grandes saltos; está formada por dos coi'onas
de madera de roble, enlazadas al eje, también
de madera, por medio de dobles largueros que
le sujetan entre sí; entre las coronas se asegurau
las paletas, que son de palastro, encorvadas
y de una sola pieza, formando cajón con el
guarnecido interior de la corona, de modo que
el agua se aloja entre este forrado y la curvatura
de las paletas. El agua desciende del cauce
por un canalizo de madera, calculado conforme
ya bemos indicado, que vierte sobre los
cajones, en la parte más alta de la rueda, los
cuales, llenos de esta manera, adquieren el
peso adicional del agua, produciendo por la
gravedad el movimiento en el aparato; por lo
tanto, el trabajo transmitido será más considerable
cuanto mayor sea la cantidad de agua
y cuanto menor sea la velocidad del líquido
con relación á la rueda, para evitar los choques,
que son pérdida de fuerza viva.
Terminaremos esta parte de las ruedas de
cajones citando como ejemplo una establecida
para un salto de 5,10 metros y un gasto de 490
litros de agua por segundo, la cual produce
unos 23 caballos de vapor como trabajo útil;
la rueda da cuatro vueltas por minuto; la altura
de la hoja de agua es 0,12; la carga en el
centro de la compuerta, 0,20 metros. La rueda
lleva cuarenta cajones, equidistantes entre
sí 0,37 metros en la circunferencia exterior;
el ancho de la rueda es 2,80, y el de la compuerta
2,70 metros; el diámetro de la circunferencia
exterior es 4,90 metros. Como tipo
de lo más perfecto eu ruedas hidráulicas, describiremos,
para terminar este artículo, la
rueda Millot, perfeccionada por M. Haveel.
Esta rueda conserva su elevado coeficiente
de producción de efecto útil á pesar de las
variaciones que puedan ocurrir eu la altura
del salto de agua y en el caudal de ésta, mientras
que en las ruedas comunes la velocidad
y las diferentes alturas ocasionan variaciones
notables en el rendimiento; además, en esta
rueda es en la que más se aproxima la práctica
á la teoría de que el agua entre sin choque
y salga sin velocidad, debido á la disposición
de los cajones.
Comparada esta rueda con las ruedas de cajones
, presenta una gran anchura de corona,
que permite alojar un volumen de agua triple
que las ruedas ordinarias; y si la comparamos
con las ruedas de costado y Poncelet, encontramos
la ventaja de la supresión de los
gastos de construcción y conservación del
canalizo, y la facilidad de evitar los daños
causados por el paso de hielo ó cuerpos extraños
entre las paletas.
Esta rueda exige un gran diámetro, puesto
que el nivel del agua á su llegada no puede
entrar en ella sino un poco por encima del
eje, y por esta causa su marcha debe ser muy
lenta; pero esto no influye para nada en la
velocidad que se obtiene, porque el árbol primer
motor es movido por un engranaje colo­
cado sobre la rueda que impulsa un piñón,
que es el que transmite la fuerza y el movimiento;
de este modo, y siendo pequeña la
velocidad de la rueda, puede marchar sin inconveniente
aunque esté sumergida, gracias
también á la configuración de los cajones,
que salen del agua sin que ésta les oponga
resistencia; M. Hauvel emplea cajones de
palastro, fijos sobre tres coronas; la corona
central lleva, como ya hemos dicho, una rueda
dentada sujeta á su perímetro exterior, por
medio de la que se aumenta rápidamente la
velocidad del árbol primer motor; el árbol de
la rueda, que sólo tiene que soportar el peso
del aparato, es de una longitud necesaria sólo
para permitir cómodamente el movimiento
del receptor, y por lo tanto, mucho más ligero
que los de otros tipos de ruedas; los brazos
son ocho tirantes de varilla que eulazan la
corona central, á la que van sólidamente unidas
las laterales por los cajones, con-el eje,
por medio de un platillo de hierro fijo en él;
estos girantes pasan entre los dos ramales del
canal superior de llegada de agua.
Este canal se divide eu dos á su llegada á
la rueda, de un modo parecido al que se indicó
para la rueda Sagebien, pero en vez de
verter el agua en la cara de las coronas, sigue
volviéndose al interior de la rueda, vertiendo
el agua en los cajones por la parte interior de
ella; cada canal lleva una compuerta en forma
de arco de círculo, con la que se regula la entrada
por medio de un juego de engranaje y
cadena. Para facilitar la salida del agua eu
los cajones se han hecho éstos de modo que
alternativamente sean unos largos y otros
cortos; de este modo la sección de salida es
doble, y por grande que sea el caudal de agua
empleada en el receptor, no es necesario que
éste tenga gran anchura, y en el caso de dis
minuir el caudal del agua , no por eso habrá
pérdidas de efecto, porque el líquido no se
verterá del cajón directamente al canal de
desagüe, sino que caerá en el cajón inmediato
inferior, cuyo reborde saliente la contendrá
hasta que llegue al punto bajo de la rueda.
Una Comisión que ha examinado estos aparatos
asegura que su rendimiento llega á 86
por 100 del efecto teórico.
Hemos descartado de este trabajo toda la
parte teórica de las ruedas hidráulicas, por
creerla ajena á la índole de esta publicación;
si nuestros lectores desean conocer con más
amplitud esta materia, podemos indicarles,
aparte de los tratados de los reputados autores
Jarier, Moriu y Claudel, nuestra reciente
monografía de Motores hidráulicos, publicada
por esta misma casa editorial.
M. García López
RUIBARBO (Botánica y Farmacia).—
I. Dice Turpin en su Flora medicinal: «Largo
tiempo se ha estado incierto á qué especie
de planta pertenecía esa preciosa raíz, conocida
en el comercio bajo el nombre de ruibarbo.
Hoy está fuera de toda duda que pertenece
al Rheum palmatum, de Linneo, que se