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ROZ — 677 — EUB
y Víala, con M. J. L. Scribnar, la encontraron
por primera vez en la Carolina del Norte
y diversos viñedos de los Estados Unidos. Necesita
para su desenvolvimiento intenso, terrenos
muy cálidos y húmedos.
El bitter-rot ataca sobre todo los frutos, y
se manifiesta por una coloración rosada sobre
los frutos blancos, y rosa obscuro sobre los
frutos rojos; esta coloración se extiende rápidamente
por zonas concéntricas sobre toda la
uva, que es más jugosa que en estado normal.
Numerosas pústulas, dispuestas concéntricamente,
á la misma distancia unas de otras,
se forman en seguida sobre el grano atacado,
y alguna vez arrugado; son polvorientas y tienen
un tinte fuliginoso.
10. El Common-Rot, ó rot común; denominación
que le han dado muchas veces al
black-rot y algunas también al mildew.
ROTACIÓN DE COSECHAS.—Decir rotación
de cosechas es lo mismo que indicar la
variación de producción de las plantas, lo
cual puede tener lugar en una misma clase de
suelo, porque los vegetales que han de turnar
se avengan á desarrollarse en él, ó que sea
necesario variarlo radicalmente, porque el
primer supuesto exige terreno de secano, y el
segundo, regadío.
Al tratar de cada clase de plantas y su cultivo,
se ha asignado la clase de terreno, y
combinando lo expuesto en uno y otro sitio,
es como se llegará á formar juicio de la manera
de obrar de lo que se aconseja hacer en
este DICCIONARIO.
J. de Hidalgo Tablada.
ROTURAR. —(V. Romper.)
ROURA, ROURE—(V. Roble.)
ROYA.—Honguillo- parásito, á manera de
polvo amarillento, que se cría en las hojas del
trigo, cebada y otros cereales. (V. Uredo.)
ROZA.—La acción y efecto de cortar los
tallos de las plantas leñosas, generalmente á
flor de tierra, para que la cepa ó tocón eche
luego brotes ó renuevos. Esta operación es la
que se ejecuta en los montes bajos. (V. Beneficio.)
Llámase también así, con carácter más general
seguramente, la acción y efecto de limpiar
las tierras, cualquiera que sea su clase,
de las hierbas y matas que las cubren, con el
fin de favorecer el desarrollo de la vegetación
subsistente, ó con el de preparar la tierra
para su labor y siembra.
En algunas provincias de España, en Extremadura
particularmente, dan el nombre
de rozas á las quemas de los jarales y otros
arbustos que cubreu las tierras baldías, con
cuya operación, es decir, por medio de las cenizas
que la quema produce, se beneficia el
suelo, el cual se labra y siembra después de
cereales por espacio de algunos años, hasta
que, agotada su escasa fertilidad, se abandona
para que críe de nuevo malezas. Es práctica
rutinaria, que no deja formar buenos montes,
ni enriquece la agricultura, siendo ocasionada
además á incendios de consideración cuan­
do, por descuido de los rozadores, el fuego de
la quema de los matojos se corre á las fincas
inmediatas, donde haya mieses que recoger,
edificios que conservar ó árboles que proteger.
ROZADURA.—Prodúcese la enfermedad
de este nombre en los árboles cuando, por una
causa mecánica, se desprende parte de la corteza
de su tronco, interesándose el líber, el
cual queda luego recubierto por la corteza
formada posteriormente.
Este vicio, bastante frecuente, carecería de
importancia si no fuese seguido de un principio
de descomposición de las capas leñosas inmediatas,
lo cual se manifiesta por el tinte
verdoso ó parduzco que aquéllas adquieren.
En la madera de raja es muy perjudicial
esta enfermedad, y en construcción naval
tampoco es desatendible, por la facilidad con
que en el sitio en que ataca se desarrolla la
pudrición.
Puede remediarse en su origen este daño
cubriendo la parte descortezada con una capa
de mástic ó ungüento de ingeridores, igual al
que se emplea para cubrir las úlceras de los
árboles.
En los troncos derribados se reconoce la
rozadura por la coloración antes indicada ó
por los pequeños trazos negros ó brillantes
que se presentan en los topes, los cuales deben
explorarse con la sonda para venir en conocimiento
de la intensidad del mal y de la
calidad de la madera. (V. Vicios y enfermedades
de los árboles y de sus maderas.)
RUBIA (Botánica agrícola).—Planta tintórea,
de cuya raíz se extraen substancias que
suministran colores rojos de diversa graduación.
Pertenece á la familia de las Rubiáceas;
sus tallos son cuadrangulares y rastreros; las
raíces numerosas y vivaces; las flores pequeñas
y poco perceptibles, y las semillas, en
forma de grano, negras y reunidas de dos en
dos. Se cultivaba ya en tiempo de los romanos,
según los testimonios de Julio César,
Dioscórides y Plinio. En la época de los reyes
francos ocupaba la planta grandes extensiones
en Normandía; más tarde se explotó en
Flandes también, y Carlos V la llevó á la Alsacia.
A mediados del siglo actual se hallaban
dedicadas en Francia á ese cultivo unas 20.000
hectáreas; se obtenían anualmente unos 15 á
20 millones de kilogramos de raíces, y se exportaba
rubia al extranjero por valor de 9 á
12 millones de francos al año. En España,
cuyo clima es muy adecuado para la vegetación
de esa rubiácea, ha habido muchas localidades
donde llegó á superar la importancia
de ese cultivo á la de todos los restantes, pero
en la actualidad apenas hay quien cultive la
rubia en Europa, porque los tintoreros obtienen
de otras substancias, á más bajo precio, los
colores que suministraba la planta.
Aun cuando las semillas solamente maduran
en las regiones meridionales de Europa,
las raíces obtenidas en Francia y otros países
de clima análogo han sido utilizadas sin in-