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PAR — 208 — PAR<br />

Poníanse en acción 48 caballeros, divididos<br />

en cuatro cuadrillas, presididas por tres infantes<br />

y el Marqu<strong>é</strong>s de Astorga. A cada caballero<br />

acompañaban gran número de escuderos<br />

y caballos de respeto. Hacíanse evoluciones<br />

de todas clases, en que se hacía ostentoso<br />

alarde de la habilidad de los jinetes en el arte<br />

de la equitación, y se lucía la perfecta educación<br />

de los caballos. Vestían á la antigua<br />

usanza cuentos tomaban parte en la fiesta. El<br />

espectáculo debía ciertamente ofrecer mil<br />

atractivos, y si hubieran continuado celebrándose,<br />

con seguridad habrían ejercido un<br />

saludable influjo en la mejora de nuestras<br />

razas.<br />

Aquel maniobrar gallardamente montados<br />

en amaestrados corceles los principales personajes<br />

de la Corte, mientras varias músicas<br />

llenaban los aires de sonidos marciales; aquel<br />

tomar parte en la fiesta las damas, que animaban<br />

con sus aplausos y vítores repetidos<br />

á los jinetes que más se distinguían; aquel,<br />

concurrir un público numeroso, llegado de<br />

los pueblos de la comarca para enardecer á<br />

las parejas con ruidosas aclamaciones, eran<br />

circunstancias que debían estimular al sostenimiento<br />

de las yeguadas, á la enseñanza de<br />

los potros, la afición á la cría y la instrucción<br />

de cuantos medios pueden emplearse en su fomento.<br />

El medio de fomento indirecto de que acabamos<br />

de hablar, indirectamente tambi<strong>é</strong>n contribuyó,<br />

no á la mejora, sino á la decadencia<br />

de la cría caballar. Avivó sin duda la afición<br />

á los caballos, y fu<strong>é</strong> causa de que se dictasen<br />

varias medidas para sacarla del decaimiento<br />

en que se hallaba; pero la afición se fijó exclusivamente<br />

en el caballo de guerra y en el<br />

caballo de ostentación y de gala, como hemos<br />

dicho en el artículo Cría caballar, y se descuidó<br />

por completo el caballo agrícola, el de<br />

tiro, en una palabra, el caballo motor, y no<br />

fu<strong>é</strong> posible que la especie adelantase un solo<br />

paso en la vía del progreso.<br />

Entre las diversas medidas de fomento<br />

ecuestre dictadas en tiempos antiguos, hay<br />

algunas especialmente relativas á las paradas.<br />

Felipe II ordenó, en 1562, que se comprasen<br />

caballos de casta por los Concejos de los pueblos<br />

en que hubiese yeguas y potrancas. Carlos<br />

II confirmó la orden en 1669.<br />

Por Real orden de 6 de Diciembre de 1768<br />

concedió Carlos III á los criadores y dueños<br />

de paradas de León, Castilla la Vieja y la<br />

Mancha el privilegio de que fuesen en la<br />

compra de caballos padres á Aranjuez, y<br />

Carlos IV amplió el privilegio en 1798, autorizando<br />

la saca de sementales de los regimientos<br />

de la caballería.<br />

Otras varias disposiciones legales se han<br />

dictado con este propósito; mas en 1828 ya se<br />

dio forma más regular al servicio, trayendo<br />

algunos caballos de Normaudía, estableciendo<br />

una parada del Estado en Sevilla, y ofreciendo<br />

gratuitamente el servicio de caballaje.<br />

En la <strong>é</strong>poca moderna se quiso organizar el<br />

servicio de las paradas oficiales de modo conforme<br />

al establecido en otros países, y principalmente<br />

en Francia, encargándose d<strong>é</strong> <strong>é</strong>l el<br />

Ministerio de Fomento; pero en 1864 el de<br />

la Guerra, creyendo erróneamente que á <strong>é</strong>l<br />

correspondía todo lo concerniente á la mejora<br />

de la cría caballar, se hizo cargo de la dirección<br />

de las paradas.<br />

El reglamento de los establecimientos de<br />

remonta del arma de caballería de 1.° de Marzo<br />

de 1877, es el vigente sobre la organización<br />

de las paradas.<br />

Según el capítulo I del título V, habrá<br />

cuatro depósitos de caballos sementales ó paradas,<br />

situados: el primero, en Jerez de la<br />

Frontera; el segundo, en La Rambla; el tercero,<br />

en Baeza, y el cuarto, en Valladolid,<br />

con la dotación de 100 caballos cada uno.<br />

El objeto de las paradas es facilitar el beneficio<br />

de las yeguas de sus respectivos distritos<br />

durante la <strong>é</strong>poca de cubrición, para lo<br />

cual se distribuirán anualmente en cuantas<br />

paradas provisionales se juzgue necesario, con<br />

arreglo al número de yeguas de cada comarca.<br />

Asimismo es objeto de estos establecimientos<br />

facilitar semental á los criadores que carezcan<br />

de <strong>é</strong>l por hab<strong>é</strong>rseles muerto ó inutilizado<br />

el que tenían durante la <strong>é</strong>poca de<br />

cubrición. La solicitud de semental se dirigirá<br />

al Director general del arma, desde el 15 de<br />

Noviembre al 15 de Diciembre. El número<br />

de concesiones no excederá de la tercera parte<br />

del que tenga cada depósito.<br />

Con posterioridad se ha establecido otra<br />

parada oficial en Cataluña, dotada principalmente<br />

de caballos de tiro pesado.<br />

Con fecha posterior, y en medio de la lucha<br />

sostenida entre los que defienden que la cría<br />

caballar debe depender del Ministerio de Fomento,<br />

y los que opinan que es más propio<br />

entender en este ramo de riqueza de las atribuciones<br />

del de la Guerra, aqu<strong>é</strong>l inició en<br />

tiempo del Sr. Albareda la organización de<br />

una parada en el Instituto de Alfonso XII.<br />

Los sementales adquiridos para esta parada<br />

son extranjeros, y de cualidades enteramente<br />

distintas á las ya establecidas.<br />

El Ministerio de la Guerra, atento sólo á<br />

la organización del ej<strong>é</strong>rcito, busca en los sementales<br />

cualidades propias para tal servicio,<br />

y teniendo señalado un precio módico para la<br />

adquisición de potros que han de servir para<br />

la remonta, entre los cuales se han de elegir<br />

los reproductores, <strong>é</strong>stos, por punto general,<br />

no pasan de cierto grado de bondad. El Ministerio<br />

de Fomento debe tener, por las razones<br />

expuestas, miras más generales, lo cual<br />

le obliga á poblar los establecimientos de<br />

mayor número de razas, y á ser menos rígido<br />

en los precios. Es de advertir que, en vez de<br />

contrariar este sistema los elevados propósitos<br />

del ramo de guerra, los favorece extraordinariamente<br />

por lo mucho que facilita el surtirse,<br />

y surtirse mejor, aumentando y mejorando la<br />

población ecuestre.<br />

Los sementales adquiridos hasta ahora per-

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