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redondea con una varilla de vidrio, de modo
que adquiera el tamaño poco mayor de una
pieza de cinco céntimos. Con otra varilla de
vidrio se deposita una ó dos gotas de ácido
sulfúrico en el centro de aquella mancha, estando
la placa de vidrio bien horizontal, á fin
de que la mancha y las gotas conserven su
forma redonda. Los fenómenos de coloración
que se observan varían según la naturaleza
de los aceites. He aquí los que más pueden
importarnos:
Aceite de colza.—Alrededor de la gota de
ácido se forma una aureola azul pálido, que
desaparece al cuarto de hora, dejando la mancha
de aceite limpia y sin color; tan sólo donde
se depositó el ácido quedan pequeñas
manchas ó estrías de un amarillo claro.
Mezcla de colza con aceite de linaza.—Ausencia
de la aureola azul característica del
aceite de colza puro. Un décimo de aceite de
linaza basta para dar en el centro un color
pardo negruzco.
Aceite de olivas.—El ácido sulfúrico produce
en este aceite un color amarillo muy pronunciado,
que poco después pasa á verdoso.
Es preciso tener en cuenta que siendo este
color verdoso debido principalmente á la acción
de dicho ácido sobre la parte mucilaginosa
y residuos vegetales, es tanto más intenso
dicho matiz cnauto más turbio é impuro es
el aceite. Así que, el color amarillo pasa
siempre al color pardo; pero en cuanto al color
verde, en los aceites más puros apenas
es sensible, siendo inútil este método para
los aceites turbios, aceitones bajos y aceites
de tercera presión (ressences de los franceses),
para los cuales es también inútil el método
densimétrico, puesto que en el oleómetro
marcan de 21 á 34 grados.
Mezcla de aceite de olivas con el de sésamo.—Apreciable
en el oleómetro. La gota de
ácido sulfúrico da un color de rosa más ó
menos rojo, según la cantidad de sésamo que
tenga la mezcla, puesto que ésta toma un
color rojo con dicho ácido.
Mezcla de aceite de olivas con el de cacahuete.—No
puede reconocerse en el oleómetro,
por ser próximamente igual la densidad de
ambos; difícil de distinguir con los reactivos.
El contorno de la mancha de aceite toma un
color gris sucio; con la gota de ácido se nota
un movimiento parecido al de la ebullición,
que va desde el centro de la gota á la circunferencia,
dejando el centro casi seco. Según
Lefebvre, el efecto de una baja temperatura
en el aceite de cacahuete es muy distinto
del que produce en el aceite de oliva; una
temperatura de 3 á 4 o
sobre cero, produce
en el de oliva grumos que se mantienen en
¡-uspensión y lo enturbian, mientras que en
el de cacahuete se precipitan formando granos
parecidos á la arena blanca muy dividida,
dejando la parte superior del líquido perfectamente
limpia. A esta propiedad hay que
añadir su sabor, que recuerda el de las habichuelas
crudas; cualidades que en la práctica
podrán guiar al perito para decidir las difíciles
cuestiones que pueden presentarse sobre
esta materia.
Aceite de almendras dulces.—Da. con la gota
de ácido una coloración amarilla que puede
hacerlo confundir con el de olivas y con el de
adormideras; sin embargo, al final de la reacción
da un color pardo más general y uniforme
que el de olivas. El oleómetro y el efecto
del hielo aplicado á este aceite, son recursos
á los cuales debe apelarse cuando se trata de
reconocer la pureza del aceite de almendras
dulces.
Aceite de algodón.—Trátase aquí, no del
aceite rojo tal como sale por presión, sino del
aceite comercial limpio, de color amarillo,
que puede confundirse con el de sésamo, con
el de adormideras y con el de olivas, aunque
un paladar experto puede distinguirlos.
El ácido sulfúrico produce una gran mancha
amarilla, cubierta de estrías pardas que
parece que rechazan rápidamente hacia la
circunferencia una materia de un color gris.
Al cabo de diez minutos dicha circunferencia
se presenta gris blancuzca; el centro en
donde se ha colocado la gota de ácido, aparece
amarillo sucio, y las estrías del alrededor
más pardas. Su densidad, mayor en general
que la del de olivas, puede hacer reconocer
el aceite de algodón en sus mezclas con aquél
y otros aceites ligeros.
No insistiremos sobre los métodos oleométricos
basados en la acción de otros reactivos,
pues en los artículos Adulteración y Falsificación
está reasumido cuanto sobre el particular
puede decirse, dejando aparte otros muchos
métodos que todos los días se copian inconscientemente
en muchas publicaciones periódicas.
Sin embargo, damos mucha importancia
á la viscosidad de los aceites, no sólocomo
uno de tantos medios para distinguir un
aceite de otro, sino como medio para comparar
esta propiedad en aceites de igual naturaleza.
Hay varios viscosímeiros, todos ellos
fundados en el tiempo que tarda en salir una
cantidad dada de aceite, pasando por un tubo
en determinadas condiciones. He aquí la descripción
del llamado ixómetro de Barbey (de
ixos, viscoso, y metrón, medida), la cual tomamos
de Diccionario de Química de Bonant:
Se compone este instrumento (figura 35)
de un depósito de aceite L, del cual, por medio
de una llave, se da salida al líquido, que
cae k la taza ó embudo F; este está fijo al extremo
del tubo vertical B, de bastante diámetro,
que forma una de las ramas de un tubo
en U de latón, siendo la otra rama D de menor
diámetro, unidas ambas por la parte inferior
é inmergido todo en el depósito ó baño
maría A, también de cobre ó latón, destinado
á comunicar al aceite que se ensaya una temperatura
determinada é igual. Esta se mantiene
por medio del mechero de gas I', con
regulador de temperatura de Chancel I. En
el tubo de menor diámetro D penetra una varilla
de acero F, á fin de formar en el inte-