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vive en los fondos arenosos y fangosos, llegando
á pesar á veces 15 á 18 kilogramos. Se
instala preferentemente en las embocaduras
de los ríos y en las de los estanques que comunican
con el mar; allí devora millares de
peces pequeños; como pasa el invierno en el
fondo del mar, alimentándose de crustáceos,
el sabor de su carne varía según la estación,
siendo más grato en los meses de Agosto y
Septiembre. Durante los temporales se refugia
en las rocas, donde se le coge con peces
vivos por cebo. En primavera es más fácil
pescarle. Podría ser cebado con excelente
éxito, ya que no es inclinado á extender su
esfera de acción, y freza en pequeñas ensenadas,
tanto del Mediterráneo como del Océano,
dondo se pueden pescar por millares los rodaballos
jóvenes.
El Rhombus Icevis es más ancho que el máximas;
los radios de la aleta marginal son más
largos también, y ésta se halla colocada algo
más atrás que la línea media del cuerpo. La
piel presenta pequeñas escamas y carece de
tubérculos. También abunda esa especie en
casi todos los mares europeos, pero se encuentra
principalmente en las lagunas de
Venecia, donde freza en Enero, deponiendo
los huevos á cuatro pies de profundidad. Los
rodaballos constituyen una importante fuente
de riqueza para los pescadores de las costas
de Europa, y es de lamentar que no se haya
organizado la explotación en grande escala.
RODAL.— Sustantivo sacado del verbo rodear.
Rodal es toda parte del monte que se diferencia
de sus contiguas por la especie que
forma su vuelo, por la edad de éste, por su
calidad ó por su estado.
Llámase rodal homogéneo el que se compone
de una sola especie de plantas, y heterogéneo,
el que se compone de dos ó más especies dé
plantas. Llámase rodal regidor el que se compone
de plantas de una misma edad, é irregular
el que está formado de plantas de diversas
edades.
En los sotos de los pueblos se entiende por
rancho el número de árboles que se reparte á
cada vecino para sus hogares ú otros usos.
RODILLA.—Región situada entre el antebrazo
y la caña. Tiene por base el extremo
inferior del radio y el superior de la caña,
mas los siete huesos carpianos y ligamentos
que los unen.
La rodilla bien conformada debe ser ancha
y en una dirección recta á la línea de
aplomo del miembro; si presenta una convexidad
anterior, se denomina á los animales arqueados;
signo casi siempre de cansancio y
prolongados trabajos. Si está inclinada hacia
atrás, constituye el defecto de rodilla de carnero;
si se inclina hacia dentro, se denomina
rodilla de ternera ó de buey, y si lo hace hacia
fuera, rodilla encorvada; todas estas inclinaciones,
que se separan de un buen aplomo, disminuyen
la solidez del miembro. La rodilla
coronada es siempre signo de debilidad, que
denuncia la frecuencia de las caídas durante
la marcha; los exostosis, las hidrartosis y las
grietas del pliegue de la misma son defectos
difíciles de combatir, y que disminuyen en
mucho el valor de los animales.
RODILLO (Prácticas agrícolas).— Aparato
cuya parte principal es un cilindro dentado
ó liso, que se emplea para desterronar ó
sentar y comprimir los suelos cultivados. En
un principio se deshacían los terrones con rodillos
ó rulos lisos; pero como la operación resultaba
muy imperfecta, se adoptaron para
ese fin generalmente los dentados ó cortantes,
ya que los primeros hundían muchas veces
los terrones sin desmenuzarlos ni romperlos.
No es ésta ocasión de hacer resaltar la impor-'
tancia de la operación de desterronar en toda
clase de tierras, dividiendo, pulverizando,
uniendo y comprimiendo ligeramente los terrenos
de secano, para aumentar su higroscopicidad
y permeabilidad, y disponiendo buena
cama alas semillas en las tierras de regadío.
Cuando se emplean máquinas sembradoras, la
operación de desterronares complementaria ó
indispensable, y en el cultivo de huerta ahorra
operaciones costosas y de las cuales no es
posible prescindir. En los terrenos sueltos y
poco adherentes basta pasar la grada para
desterronar, y aun en muchas tierras de consistencia
media, con tal de que se haya dado
en buena sazón la labor de arado; mas no sucede
lo mismo en los suelos fuertes y tenaces.
En ellos son necesarias labores enérgicas; el
arado deja en ellos terrones voluminosos y duros
de diferentes formas; cuando se halla algo
húmeda esa superficie, es inatacable, y una
vez desecada el endurecimiento de los terrones
llega á ser tal, que se rompen las gradas
más fuertes, sin que produzcan en los terrones
efectos sensibles. Precisamente para esos
casos son indispensables los rodillos desterronadores.
Los construidos y utilizados hasta el día
son de varias formas, habiendo logrado mayor
aceptación los de disco de hierro dentado
y los de discos cortantes. Entre los de la primera
clase figura el rodillo Croskill, así llamado
por ser ése el nombre del fabricante'
belga que los construye. Redúcese á una armadura
de madera, que se apoya en un eje de
hierro común á los discos y á dos ruedas, mediante
las cuales es conducido el instrumento
al punto en que haya de funcionar, y que una
vez en éste, son separadas con facilidad suma,
abriendo unas pequeñas zanjas para que se
hundan ó queden en el aire, y sea fácil sacarlas
del eje, por apoyarse entonces el cilindro
dentado directamente sobre el terreno. Ese
rodillo es fuerte y de poco coste; puede ser
arrastrado por una sola yunta de bueyes, ó
por tres reses; en un día de trabajo labra una
hectárea, sin necesidad de que la yunta haga
esfuerzos excepcionales, y sin ocupar á más
personas que un gañán encargado de dirigirla.
Esa labor, cuádruple por la extensión que
la obtenida con el arado, cuesta 5 ó 6 pesetas,
es decir, cuatro veces menos que la del arado.'