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ínterin esté poniendo, y que además ofrezca
•en la delantera un reborde de 8 centímetros.
Se establecerán estas casillas de metro en metro,
y se tapizarán también en su interior coa
paja suavizada, que se renovará con frecuencia.
Se fijará en la delautera, por medio de
largos clavos, una tabla de 25 á 30 centímetros
de anchura, y de una longitud que variará
con el número de ponederos, que sirva de
andén de los nidos. En las dos extremidades
de esta tabla se situarán dos trozos inclinados
de tabla, con tarugos transversales que hagan
de peldaños y establezcan la comunicación
de los nidos con el suelo.
Las dimensiones ordinarias de los ponederos
son: 30 centímetros de anchura, 35 de
longitud de delante atrás y 20 centímetros de
profundidad. Estos nichos, que pueden llegar
al número de doscientos en los grandes gallineros,
se abrirán ó dejarán al tiempo de la
construcción de los muros, no habrá inconveniente
en que se sobrepongan los unos á los
otros en tres órdenes ó rangos, hasta metro y
medio de altura.
En defecto de nichos en el espesor de los
muros, son los más económicos, limpios y
adecuados los que se forman con tablas de
madera blanca.
Las grandes tablas horizontales deben estar
provistas por delante de muescas de madera
para introducir los tabiques móviles. El
borde de estos nichos debe ser también un reborde
de madera, móvil, de 6 á 7 centímetros
de altura; se puede aumentar el número de
estos nichos ó ponederos á voluntad, multiplicando
la altura.
Se puede colocar hasta cuatro de estos nichos
los unos sobre los otros en toda la longitud
de los muros de fachada.
La tabla superior, que es la que forma el
último orden de nidos, debe estar colocada de
alto abajo, es decir, con una pendiente suficiente
para que las gallinas no se sitúen por
encima de los nidos, y facilitar el desprendimiento
de gallinaza que es susceptible de recibir
de las gallinas que ocupan los gallineros
superiores durante la noche.
Si hubiese suficiente espacio, sería mejor
disponer los gallineros de manera que preservasen
á los nichos de toda suciedad.
D. Navarro Soler.
PONGAMIA.-(V. Balichalic.)
PONTEDERIA (Pontederia cordata, Linceo).—
Es una de las plantas acuáticas más
bonitas, por la elegancia de sus hojas y belleza
de sus flores. De su raíz nacen las hojas lisas,
con largos pecíolos de 50 á 60 centímetros,
derechos, y de limbo oval ú oblongo, en forma
acorazonada. Las flores, azules, están agrupadas,
formando una espiga casi cilindrica. Florece
de Junio á Agosto, y es muy rústica.
Se multiplica por la separación y división
de pies, que se ejecuta en Abril y Mayo,
plantándolos en las orillas sumergidas de las
corrientes y depósitos de agua, ó en tiestos
que se sumergen.
PONTEVEDRA (Geografía agrícola).—
Provincia española, una de las cuatro en que
se halla dividido el antiguo reino de Galicia,
comprendida entre los 41° 50', y los 42° 48'
de latitud septentrional, y los 4 O
14'y 5 O
17 F
de longitud occidental del meridiano de Madrid.
Ocupa una extensión superficial de 4.504
kilómetros cuadrados, con 451.946 habitantes,
distribuidos en 6.203 poblaciones, de modo
que corresponden, por término medio, 92 á
cada población. La densidad es de 100,3 habitantes
por kilómetro cuadrado, y bajo ese
aspecto ocupa Pontevedra el segundo lugar
entre las provincias españolas. Confina al
Norte con la Coruña, al Este con Lugo y
Orense, al Sur con Portugal y al. Oeste con
el Atlántico. Sus límites son: al Norte, el río
TJlla, desde la confluencia del Pambre hasta la
desembocadura de aquél en la ría de Arosa;
al Este, la sierra que limita la cuenca del
Pambre, y con el nombre de la Pena, corre
hasta el Farelo, cruzando por las feligresías
de Ramil, Borrajeiros, Lancas ó Trabancas,
Santa Marina del Castro de Amarante, San
Julián de Techa y San Fiz de Amarante, estas
últimas en la provincia de Lugo, la cumbre
del Farelo, la de Penedo ó Castro de las
Somozas, Santa Cristina de Arcas, el Salto
de Agüela, cumbre del Faro, desfiladero de
Pobladura y las Pañotas por la Peña de
Francia, Testeiro, desfiladero de las Antas, el
de Pórtela de Lancas hasta las feligresías de
Barcia y Pesqueiras, junto á la ermita de
Santo Domingo, las cimas del Suido, el Octaven,
el Abia, el desfiladero de Camposancos,
Faro de Avión, Pedroso, desfiladero del Burgo,
altura de Chandemoira y límite oriental
de las feligresías de Oroso, Ameijeiras.y Felgueira
sobre el Miño; al Sur la corriente de
este río, que separa la provincia en pequeña
parte de la de Orense, y que forma la frontera
con Portugal hasta su desembocadura.
La importancia marítima de la provincia
de Pontevedra es excepcional. Las rías de
Arosa, Pontevedra y Vigo; la ensenada de
Alda; los puertos de Carril, Villagarcía, Villajuáu,
Cambados, Tefirianes, Santo Tomé,
San Martín, San Vicente del Grove, Pontevedra,
Marín, Cangas, Redondela, Vigo, Bouzás,
Bayona y el Miño en la última parte de
su curso, facilitan las comunicaciones, y de
consiguiente el comercio con el mar. Cerca de
la costa hay muchas islas, islotes y arrecifes,
cuya enumeración sería aquí ociosa.
ASPECTO TOPOGRÁFICO y CONSTITUCIÓN GEO­
LÓGICA.—El suelo de la provincia de Pontevedra
es también muy accideutado, aun cuando
sus sierras sean relativamente de poca elevación,
puesto que las más altas cimas no
llegan á tener una altitud de 1.000 metros,.aun
cuando haya eu la parte oriental algunas que
se elevan á más de 900. Las verdaderas sierras
de la provincia se encuentran en la parte
oriental, entre aquélla y las de Lugo y Órense,
y son la Pena, el Farelo, el Faro, el Testeiro,
el Suido y el pico ó Faro de Avión.