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los recintos en cuestión. Estos últimos corrales
sirven especialmente para la cría de los
•mejillones, cómo los de piedra para la de las
ostras; solamente deben construirse en terrenos
fangosos.
Según indicado queda, se preparan también
en algunos puntos corrales de red, cuando las
mareas son muy vivas. Equivalen á los llamados
en España cercotes y entalladas, y suelen
conservarse armados durante las épocas en
•que pasan ciertas clases de peces trasmigrantes.
Constan únicamente de cierto número de
redes, sostenidas con gruesas varas que se clavan
para ese fin en los arenales ó en el fango,
ya en las playas, ya en las bahías, bien en las
embocaduras de los ríos navegables.^Las redes
se han de disponer en tal forma que tengan
una gran abertura por la parte de la línea
á que alcanza la marea grande, y han de
terminar en el límite de baja mar formando
uno ó varios ángulos, una sección de círculo,
un semicírculo ó un caracol, etc., etc. La
denominación de corrales cuadra perfectamente
á esas redes, ora por las figuras que
JCOU ellas se trazan, ora por ser sedentarias y
estar aseguradas con estacas. Distínguense
esos corrales en altos y bajos, no solamente
Día—VIL
Fisura 123
por las dimensiones de la malla, sino también
porque las redes de los primeros están sostenidas
por unos varales de 3 á 4 metros de altura
después de clavadas en el terreno, mientras
que los de los bajos no sobresalen más de
un metro. Las mallas de las redes en esos
corrales no deben tener más de 4,50 centímetros,
á fin de que los peces pequeños y las
crías puedan escapar fácilmente. Tampoco se
han de colocar las relingas de las redes tan
inmediatas al suelo que toquen en la arena ó
el fango, por lo mismo que al descender la
marea arrastra consigo algas y broza, de manera
que acabaría por aglomerarse una masa
al pie de la red, y por impedir la salida de las
crías. Las mallas de los corrales altos han de
tener 2 centímetros de lado, ya que en esos
corrales solamente se cogen peces pasajeros,
como arenques, sardinas. Tampoco ha de tocar
el pie de la red eu el fango, sino que ha
de quedar á unos 7 centímetros de elevación.
Se tienden asimismo en las playas á veces '
algunas redes, también sostenidas por varas, y
se forman con aquéllas varios ángulos, como
indica la figura 129, y no pocas veces se traza
con ellas uu semicírculo (figura 130). Esas pesquerías
se establecen comúnmente en playas
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