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idea la figura 125, que representa en segundo
término un corral bajo, cuja pared, en forma
semicircular, comprende otras dos rectilíneas
de piedra seca, cuya elevación no excede de
75 centímetros. Como todas esas paredes son
muy bajas, pasa por encima de ellas el agua
del mar, y se retira á través de las piedras,
de modo que no es necesario hacer imbornales
ó agujeros para el desagüe, por lo cual
solamente se cogen en su recinto peces planos,
cuyo domicilio suele estar en el fondo de
las aguas. Durante los meses de Marzo, Abril,
Mayo y Junio conviene abrir salidas en esos
corrales, como advierte Sáñez Keguart, porque
de lo contrario quedarían en ellos gérmenes,
huevos y pececillos que perderían su
vitalidad por falta de agua durante el reflujo.
También se construyen corrales análogos á
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los anteriores con piedra seca, pero con más
cuidado y arte, y de distinta forma, como los
representados en el primer término del grabado
que nos ocupa. En ellos las paredes situadas
en la parte más baja de la playa tienen
bastante elevación, y llevan en la parte inferior
unas aberturas ó salidas para el agua, de
medio metro cuadrado, que se cierran con
enrejados de madera, cuyos vanos ó mallas
no han de tener más de 40 milímetros desde
el mes de Junio hasta el de Octubre, y 50 en
el resto del año. En los meses de Marzo, Abril
y Mayo deben quedar completamente franqueadas
esas salidas. De distancia en distancia
se construyen una especie de espigones b b,
los cuales aumentan la resistencia de las paredes
y sirven para dirigir mayor cantidad
de agua hacia las aberturas a a. Por lo mismo
que esos corrales suelen ser de bastante extensión,
se dejan de trecho en trecho entradas
ó interrupción es c, para facilitar el acceso á las
barcas pescadoras. Esas pesquerías, lo mismo
que todas sus análogas, se establecen lo máscerca
posible de la línea de baja mar, de suerte
que en las grandes mareas quedan cubiertas
de muchas brazas de agua, pues no es.
posible coger pesca en ellas sino en las aguas
vivas, porque en las mareas muertas están
siempre inundadas. Por otra parte, en las
grandes mareas es cuando los peces abundan
más en la costa, contribuyendo los temporales
á que la pesca sea más lucrativa.
Hay otra clase de corrales, cuya forma es
más ó menos encorvada ó semicircular (figura
126). En ellos las paredes, que presentan
una abertura de basta 100 brazas, se aproximan
para unirse en un punto, en el cual se
deja una abertura, donde se coloca una nasa
grande a ó cestón, cuya embocadura es de
figura cuadrada, y mide un metro ó metro y
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Figura 126.—Corral semicircular formado de piedras
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medio de lado, yendo en disminución hasta
el remate, que suele tener de 25 á 28 centímetros
de diámetro. A él se ajustan las nasaspequeñas
b y d, de 80 á 110 centímetros de
longitud ó más pequeñas, sosteniéndolas coa
las estacas que sea necesario en la disposición
que el grabado indica. Esos géneros de corrales
son indudablemente perjudiciales para la
multiplicación de los peces. Ni se gana nad^,
con la supresión de las nasas, á fin de dejar
abierto el remate del cestón, porque no hallándose
éste bastante bajo para que salga el
agua libremente, se acumula tanta broza que
cierra el conducto de la extremidad del corral
y la cavidad del cestóu, de manera que el
fondo de aquél suele estar lleno de desoves y
peces de cría. Son preferibles, por lo tanto,
los enrejados de madera á las nasas, con tal
de que se despojen aquéllos de broza en cadamarea.
Cuando se forman los corrales en parajes
donde hay lama ó fango, no conviene
dar alas paredes mucha elevación, y se au-