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lio por medio de unos manotones que hay encima
del plato de presión; eu el segundo se
introduce la palanca en una caja abierta sobre
dicho plato, y finalmente, se traslada la
palanca á otra caja correspondiente á un piñón
que hay eu una de las columnas, el cual
engrana con un sector dentado, solidario también
del plato de presión.
La palanca puede sustituirse por un volante
con manotones que produce el mismo efecto.
Si el volante obrara directamente acuñado en
el husillo, ninguna modificación hay que hacer
en la fórmula del cálculo de la presión á
que puede alcanzar la prensa; aquí R sería el
radio del volante, contado desde el centro
hasta el punto de inserción del manubrio ó
del manotón.
Pero como generalmente este esfuerzo se
encuentra considerablemente aumentado por
engranajes que transmiten el movimiento del
volante, es preciso calcular la potencia de la
prensa por esta fórmula:
R R' R" R'"... 6,2Sr — fh
r r'r" r'"... h + 6,2Srf
en la cual todas las letras de la anterior tienen
la misma significación; de suerte que R
es el radio del volante (contado hasta el manubrio),
y r el radio medio del tornillo; además,
las nuevas letras R' R" R'"... representan
los radios de las ruedas dentadas, y las
r' r" los radios de los piñones corres­
pondientes. Del resultado debe rebajarse de 4
á 6 por 100 por cada par de rueda y piñón,
para tener en cuenta los rozamientos. Fácilmente
se ve el grandísimo aumento de potencia
que estas prensas dan, comparadas con las
de palanca.
Se componen de una base y cabezal, unidos
por cuatro columnas que, partiendo de la primera,
se sujetan con tuercas, como siempre,
al cabezal; el husillo lleva articulado en su
extremo inferior el plato de presión, guiado
por las columnas y reforzado con nervios ó
costillas, y se mueve por la acción de una
rueda dentada sujeta encima del plato, que
tiene dos movimientos, de rotación y de traslación.
A esta rueda comunica su movimiento
un piñón colocado en un árbol vertical, que
se apoya sobre un travesano sujeto á las columnas
y cogido por arriba cou una abrazadera.
Por un encaje practicado á lo largo de
este árbol, corre libremente el piñón, acompañando
en su descenso á su rueda y al husillo.
Estas son partes esenciales de toda prensa
de volante; lo que varía de una á otra es el
engranaje, que comunica á ese árbol vertical
el movimiento del volante. Unas veces este
volante hace girar un tornillo sin fin ó un piñón,
el cual engrana con la rueda cónica colocada
en la parte inferior del árbol vertical
(véase la figura 66 del tomo I de esta obra).
Otras veces este mecanismo es doble, habiendo
á cada lado de la prensa un volante con su
respectivo árbol vertical. Finalmente, otras
veces, como sucede en las prensas llamadas de
triple presión que se construyen en los citadostalleres
de Pfeiffer, y que representa la figura
206, el engranaje es más complicado. Aquí
se ve que la rueda cónica del árbol vertical
engrana con un piñón cónico que gira en el
mismo eje de una rueda grande, que puede
engranar con otros dos piñones colocados eu
otros dos ejes horizontales paralelos al suyo.
Al principio de la operación, cuando la resistencia
es poca y la velocidad bastante grande,
se hace girar la rueda grande del husillo
por medio de los manotones. Después se acuña
el volante en el eje horizontal de en medio,
y se da vuelta á su manubrio, y por último se
traslada el volante á los demás ejes horizontales
para mover los piñones.
Cuando la presión que se ejerce con una
prensa excede de la que corresponde á sus
proporciones, puede sobrevenirla rotura del
plato de presión. Para evitar este accidente
es necesaria una disposición que, al llegar este
Figura 207.—Plato de presión
caso, rompa la transmisión del movimiento del
volante al árbol vertical. El que usan los mismos
constructores (figura 207) es el siguiente:
o es el corte del eje del volante; a b, las
ruedas cónicas, y B, el árbol vertical; en B
hay un embrague que funciona mientras el
contrapeso D de la palanca C puede contrarrestar
á la presión; cuando ésta excede de la
calculada, gira la palanca C C sobre el punto
C, y se produce el desembrague en B; entonces
cesa de bajar el husillo.
Muchísimos otros sistemas de prensas se
pudieran todavía mencionar; hemos preferido
hablar solamente de las disposiciones más conocidas
en España y usadas por los constructores
del país; en cuanto á las prensas de Mabille,
llamadas de palanca múltiple, como su.
mecanismo es idéntico al de las prensas del
mismo nombre para vino, hablaremos de él en
el lugar correspondiente.
PRENSAS HIDRÁULICAS.—El fundamento deestos
aparatos es un principio de Iíidrostática,
llamado de igualdad de presiones, que dice
que los fluidos transmiten sin alteración, al
través de su masa, y en todas las partes, las
presiones que se ejercen sobre una porción cualquiera
de su superficie. Consecuencia de esto-