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é 3 - citaREA

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NAR — 24 — NAR<br />

Agua, conteniendo hollín.<br />

ídem agua salada.<br />

La lejía diluida en agua.<br />

El cocimiento de hojas de boj.<br />

El humo de las hojas de tabaco. Este humo<br />

acre los asfixia y mata.<br />

El agua y el azufre, con un 5 por 100 de<br />

petróleo.<br />

El medio verdaderamente eficaz para combatir<br />

los kermes, consiste simplemente en<br />

limpiar las plantas con un cepillo más ó menos<br />

tosco en su textura, de los que hacen en<br />

el Piamonte con raíces de arroz.<br />

Para combatir el Coccus citri se aconseja el<br />

azufre en polvo; pero la materia algodonosa<br />

le sirve de defensa, no consigui<strong>é</strong>ndose nada<br />

con <strong>é</strong>l.<br />

No se conoce ningún remedio eficaz contra<br />

la Diaspis monserrati.<br />

Respecto al Mytilapsisflavescens 6 Mylilapsis<br />

anginus, aconseja el Sr. Cort<strong>é</strong>s que se tomen<br />

para combatirlo 3 litros de lejía de colada,<br />

añadi<strong>é</strong>ndole 250 gramos de jabón blando<br />

ó de potasa. Se hará hervir todo junto hasta<br />

que quede disuelto el jabón, y se separará del<br />

fuego, empleándole al enfriarse.<br />

Se usan tambi<strong>é</strong>n algunos específicos, como<br />

la, pasta insecticida Carbó, la pasta Nirell hermanos<br />

y el específico Giralt.<br />

Hormigas y arañas. — No son verdaderos<br />

enemigos del naranjo las hormigas, pero ocurren<br />

casos en que hacen daño. Estos insectos<br />

hymenópteros, son aliados de los pulgones y<br />

kermes, y deben destruirse por completo, empleando<br />

de preferencia una disolución de jabón<br />

negro, sulfuro de calcio, etc., el aceite<br />

pesado de gas, ó bencina mezclada con una<br />

gran cantidad de agua; pero estos medios no<br />

pueden emplearse si el nido ú hormiguero se<br />

halla al pie de plantas delicadas.<br />

Los arañas con especialidad y la mayoría de<br />

los ácarus atacan á las hojas principalmente,<br />

al fruto tambi<strong>é</strong>n, á la corteza y hasta las raíces,<br />

según algunos.<br />

Se forman en el naranjo muchas telas de<br />

arañas, en las que se enredan las hojas que se<br />

secan y caen, los p<strong>é</strong>talos de su flor <strong>é</strong> infinidad<br />

de objetos arrastrados por el viento, llegando<br />

á formar capas que interceptan la ventilación;<br />

entonces conviene quitarlo todo por medio de<br />

cañas ú otro medios, dejándolos completamente<br />

limpios.<br />

Plantas parásitas.—Algunas pueden perjudicar<br />

bastante á los naranjos, ocurriendo esto<br />

principalmente en los naranjales que se hallan<br />

en el fondo de los valles, en donde hay<br />

siempre humedad, por falta de ventilación y<br />

penetrar difícilmente el sol.<br />

La más común y peligrosa es el carbón (Demathium<br />

monophillum), que se multiplica con<br />

facilidad increíble; la fumagina, que los italianos<br />

conocen con el nombre de morfea, y el<br />

lichen aurantii, que hacen tambi<strong>é</strong>n mucho<br />

daño al naranjo.<br />

Los medios más á propósito para destruir<br />

estas plantas, así como tambi<strong>é</strong>n los pequeños<br />

liqúenes que viven como parásitos adheridos<br />

á las ramas, son podarlos mucho, para que los<br />

vientos, el aire, la luz y los rayos solares<br />

puedan circular libremente.<br />

Enfermedad de la goma.—Mal de la goma<br />

en Italia. — Consiste en un derrame gomoso,<br />

que aparece ordinariamente en la primavera<br />

ó en el otoño, en el tronco de los naranjos,<br />

limoneros, cidros, etc., y en las ramas, y con<br />

más frecuencia en la bifurcación. Algunas<br />

veces se muestra algo sobre el suelo ó directamente<br />

en las raíces. El mal empieza á manifestarse<br />

por algunas gotas de goma que se<br />

presentan en el tronco , cuyo derrame va<br />

siendo cada vez más abundante.<br />

Durante el rigor del verano ó del invierno<br />

, se encuentra la corteza desprendida del<br />

leñoso, seca, endurecida, quebradiza, ennegrecida,<br />

muerta y levantada en una gran distancia<br />

alrededor del foco de infección.<br />

El líquido que se desprende es blanco lechoso,<br />

y se va haciendo viscoso en demasía y<br />

tomando el color parduzco, y la apariencia de<br />

la goma del cirolero, cerezo y almendro.<br />

Poniendo esta goma sobre la lengua, es de<br />

sabor astringente y amargo, que persiste por<br />

mucho tiempo. Otras veces no es abundante<br />

este humor gomoso. Cuando se condensa en<br />

un ligero estrato y se levanta la corteza, se<br />

manifiesta el leñoso de color amarillo obscuro,<br />

alterado más ó menos profundamente, según<br />

la <strong>é</strong>poca de la aparición del mal; en una<br />

palabra, se encontrará el tejido en estado de<br />

liquefacción gomosa. Si no se remedia pronto<br />

el mal, y se deja alargar, la alteración se extiende<br />

cada vez más, y al poco tiempo ocurre<br />

inevitablemente la muerte de las ramas y aun<br />

de toda la planta.<br />

Se ha notado por la marcha que sigue la<br />

liquefacción del tejido, que en la primavera se<br />

extiende del centro de infección hacia la parte<br />

superior, mientras que en el otoño emprende<br />

otra vía diferente; hecho que coincide con<br />

la dirección general que toman los jugos nutritivos<br />

de la planta en estas dos estaciones.<br />

Si se tiene una planta atacada desde algún<br />

tiempo del mal de la goma, bastará podar un<br />

ramo sano, para ver cómo aparecen en este<br />

punto gotillas de un líquido que se condensará<br />

con todos los caracteres de la goma. Si<br />

se prolonga el corte del ramo, se produce en<br />

los puntos que toca la alteración de los tejidos<br />

corticales y leñosos, como en los casos<br />

ordinarios de la enfermedad. Por esta manera<br />

de conducirse el mal, no es prudente podar los<br />

árboles sujetos á la enfermedad de la goma,<br />

porque pueden provocar la prolongación del<br />

mal y aun acelerar la muerte del árbol.<br />

NATURALEZA, DE LA ENFERMEDAD.—No se<br />

ha llegado aún á determinar la naturaleza de<br />

este terrible azote, de que nos ocupamos; no<br />

se sabe si este estado patológico es debido á<br />

condiciones internas de la planta, que determinan<br />

la transformación en goma de sus tejidos,<br />

ó si es originada por condiciones exteriores.<br />

Sólo se puede asegurar que el mal de la goma

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