Actas do Seminario Internacional O futuro da memoria - Arquivos de ...

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les dentro de las organizaciones e incluso para identificar a aquellos individuos
que juegan un rol de liderazgo dentro de estas comunidades. Josh Tyler
y sus colegas de Hewlett-Packard desarrollaron una herramienta para hacer
esto y la aplicaron. Ellos «…descubrieron que hace un trabajo eficaz al poner
al descubierto comunidades de práctica sólo con los datos del correo
electrónico (“a:” y “de:”) (Tyler; Wilkinson; Huberman, 2003) . » En otros casos
puede que quisiéramos aplicar herramientas de visualización para revelar
«los datos y patrones que están ocultos dentro del archivo de correo electrónico
(Donath, 2004).» Lo que es evidente es que los usuarios de archivos digitales
esperarán ser capaces de acceder, manipular y analizar materiales de
modos que nunca fueron posibles en el pasado y la relación entre el usuario
y el archivo se desplazará. Esto cuestiona realmente el modo en que tenemos
que pensar acerca de la conservación y la preservación digital.
Por ejemplo, la funcionalidad inherente a algún software de edición documental
para rastrear los cambios en los documentos proporcionará una
preciosa evidencia documental para los académicos futuros. La evidencia
contemporánea de esto procede, por ejemplo, de la publicación en octubre
de 2005 por parte de las Naciones Unidas de la versión en Microsoft Word
del informe de la ONU sobre el asesinato del anterior Primer Ministro libanés
Rafik Hariri. De ella emergió el hecho de que los nombres clave se habían caído
del informe oficial cuando «una versión electrónica distribuida por funcionarios
de la ONU el jueves por la noche permitió a los receptores rastrear
la edición de cambios»(Bone; Blanford, 2005). El hecho de que la información
oculta en los documentos digitales a menudo proporciona una ventana
abierta a las intenciones e ideas originales, y puede hacer posible que los
usuarios posteriores rastreen el modo en que los argumentos y las ideas se
desarrollaron hará que la capacidad para profundizar en estas huellas digitales
sea tan crucial para los académicos del futuro como la edición, y las notas
interlineales y marginales de los autores (o incluso de los usuarios) lo son
para aquellos que trabajan con documentos analógicos.
Más o menos en este momento puede que esperáramos sacar del sombrero
una solución a los retos de la conservación digital, pero a la vista de las
tecnologías constantemente cambiantes y de las posibilidades de representación
el objetivo de sacar una solución del sombrero parece estar cada vez
más lejos.
Esto no significa que no haya nada que podamos hacer en el presente.
Muy al contrario, hay muchas cosas que podemos hacer. Así, los procesos de
Conservación Digital deberían asegurar que enviamos al futuro evidencia utilizable,
auténtica y fiable. Si las aproximaciones actuales son inadecuadas,
qué podría hacerse en el intermedio. Quizá hay siete acciones que los archi-