Actas do Seminario Internacional O futuro da memoria - Arquivos de ...

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mo institución nacional que conserva el patrimonio documental y como
agencia central que facilita la gestión de documentos gubernamentales con
responsabilidades, poderes y autorizaciones estatutarios específicos, relativos
a su valoración, selección o destrucción. En el camino, aparecieron algunas
significativas revelaciones y resoluciones acerca del valor archivístico e histórico
de los documentos públicos y la identificación y determinación de estas
cualidades. Estas revelaciones y resoluciones encontrarían una codificación
estratégica, metodológica y de gestión en un cuerpo de teorías y procesos al
que llamo el Manifiesto de la Macrovaloración.
El primer cuento: la crisis de los valores archivísticos e históricos
Gran parte del debate y de la discusión institucionales internos se enfocaron
inicialmente sobre los roles y las responsabilidades del Archivo Nacional dentro
del proceso de establecer calendarios de documentos del gobierno, esto
es, dentro del marco tradicional de gestión de la información. De hecho, la
nueva suite de legislación y políticas de información de los años ochenta había
posicionado al archivo de manera ventajosa dentro del ciclo de vida de la
información del gobierno, en la medida en que la gestión de la información
en su fase final de valoración y selección requería ahora la autorización formal
del Archivero Nacional. Esto capacitó al Archivo para intervenir de manera
positiva y proactiva en el proceso de gestión de la información para conservar
documentos archivísticos e históricos, dado que:
❚ Ningún documento del gobierno podía destruirse sin el consentimiento
escrito del Archivero Nacional.
❚ El Archivero Nacional también tenía autoridad para identificar los documentos
archivísticos e históricos y para requerir su transferencia al Archivo
Nacional. Alternativamente, estas intervenciones tuvieron consecuencias,
de manera notable el que los correspondientes calendarios de documentos
departamentales también tenían que ser autorizados. Esto vinculó
la valoración y la selección de documentos dentro de los departamentos
y de las agencias directamente con la toma de decisiones dentro del
proceso de valoración archivística. Inadvertidamente y en un curso muy
rápido este vínculo sumió al Archivo Nacional en una crisis de valores archivísticos
e históricos.
Para resumir la situación de manera breve, la demanda por parte de los
departamentos y de las agencias de la autorización del Archivo Nacional para
disponer de los documentos —en forma de permiso formal escrito que